AMPLIO SPECTRE
JAMES BOND, UN AGENTE CON MUCHA CARA
Hay que ver las vueltas que da la vida: hace ahora un año Daniel Craig aseguraba a todo el que quisiera escucharle que no volvería a ser Bond "mal rayo me parta" vino a decir más o menos pero en un tono más de flema inglesa (thanks, but no). Ahora hemos sabido que la productora Barbara Broccoli (no es coña) ha puesto encima de la mesa 138 millones (cientotreintayochomillones, o sea, 22.961.268.000 de las antiguas pesetas, ¿ya no te acordabas eh?) por rodar dos nuevas entregas del Agente con Licencia para hacer caja.
Claro, que a los productores les debe parecer un dinero muy bien invertido porque la factoría Bond ha reportado a lo largo de su extensa historia la friolera de 6 billones (con B, sí) de libras. Imagina que, antes de que se estrene la película, te quisieras poner al día y saber quién es M, qué es una chica Bond o cuáles han sido los villanos más chungos de la saga... Pues necesitarías 2 días y 7 minutos de sofá, palomitas y colirio para ver las 23 películas anteriores en las que el agente al servicio de su majestad cambia de cara 6 veces, se acuesta con 56 pibones (la mayoría británicas y norteamericanas), se bebe 18 Martinis, se fuma 11 pitis y deja un reguero de 365 cadáveres.
También puedes evitarte 55 horas de Bond, James Bond, y de ojos en llamas, y seguir siendo el que más sabe del más famoso espía de todos los tiempos leyendo este artículo. Eso mientras Craig deshoja la margarita del "Lo hago, no lo hago, lo hago, no lo hago...".
Por Javier Díaz de Lezana