El rebelde primogénito de los Duques de Lugo se declara fan de ‘El Luisma’ y abomina de las decapitaciones reales.
De todos es conocida la afición de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos a las artes marciales (después de aquella patada voladora que propinara a uno de los pajes en la boda de sus reales tíos) y la caza (recordado es el incidente en el que se disparó en un pie), así como su desapego por los estudios (muchos medios de comunicación han señalado sus recientes malos resultados académicos).
Hoy, en plena ebullición adolescente, el primogénito de los Duques de Lugo y, por lo que parece, heredero del carácter más festivo de los Borbones, vuelve a sorprendernos al confesar sus inquietudes artísticas.
Fue el propio muchacho en que se lo manifestó al actor Paco León, quien cuenta esta divertida anécdota en el número uno de la revista Don, donde concede una extensa y jugosa entrevista. Así lo cuenta el cómico:
“¡Sí! Estuvimos con la… Elena es, ¿no? Eso, con la Infanta Elena, y con Felipón, que le llaman así al niño… Coincidimos a la ida y a la vuelta en un vuelo, solos en business, la Infanta y su corte y nosotros, que veníamos de presentar la película. Terminamos hablando, yo le pasé la película, le comenté a Elena la mención que se hace de ella y su madre en Carmina… Claro, me sonaba fatal decirle “tu madre”, pero ¿qué iba a decir, “su majestad”? Hablamos de invitar a Felipón a una grabación de Aída, pero el quería salir, y yo, “¿Qué vas a hacer, de amigo del Jonathan? Si acaso sal en ‘Águila Roja’”. Y dice el niño con todo el arte, “No, no, que ahí ahorcan a los reyes”.
Genio y figura.
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