Mr. Kern es un grafitero y artista plástico que ha revolucionado el arte urbano, gracias a un particular estilo en el que se mezclan técnicas pictóricas académicas con temas y personajes de la cultura urbana. Después de exponer en importantes galerías de arte europeas, Mr. Kern ha comenzado a explorar el mundo del cómic. Primero a través de colaboraciones puntuales en la prestigiosa revista francesa Fluide Glacial y, posteriormente, con la publicación de ‘El caso Alain Lluch’, una delirante historia que acaba de ser publicada en España por Autsaider Cómics.
«El cómic es un amor de juventud», explica este artista nacido en Argentina pero afincado en Burdeos desde pequeño. «De chaval editaba con algunos amiguitos un fanzine de tebeos llamado Golithe que tenía un logotipo que copiaba al logo actual de Fluide Glacial dibujado por Gotlib. Por eso, dibujar en Fluide siempre fue un sueño para mí. Fue Dominique Berteil el que me presentó al redactor jefe de la revista y me dio la oportunidad de publicar una historia de cinco paginas».
A esa primera colaboración siguieron otras que convencieron a Mr. Kern de que podía desarrollar historias mucho más largas y complejas. Ejemplo de ello es ‘El caso Alain Lluch’, un álbum que narra la historia de un ejecutivo de una empresa de comida para animales que, urgido por la necesidad de obtener cada vez más beneficios para la compañía, consigue una nueva variedad alimenticia que hace que el Soylent Green, ese vomitivo complejo nutricional apto para uso humano que aparecía en la película ‘Cuando el destino nos alcance‘, resulte un manjar propio de un restaurante de cinco tenedores.
Además de por su loco argumento –desarrollado con la colaboración de Antoine Pinson, escritor que, en palabras de Mr. Kern, «le ha dado coherencia al guion, le ha añadido bromas, chistes y me ha animado muchísimo mientras luchaba con el proyecto»–, ‘El caso Alain Lluch’ destaca por una asombrosa técnica pictórica en la que hay referencias «tanto al barroco español como a Richard Corben, Simon Bisley, Blutch o Paco Alcázar», y por estar protagonizada por personajes reconocibles por casi todos los lectores.
A lo largo de sus páginas, los protagonistas tienen las facciones del propio Mr. Kern, de la ganadora del ‘Got Talent’ británico Susan Boyle, de Sigmund Freud, de Fidel Castro o del encantador de perros César Millán. Incluso el propio Alain Lluch está inspirado en una persona real.
«Sí, es cierto que Alain Lluch existe. Vive en la ciudad de Creon, cerca de Burdeos, y es un amigo con mucha paciencia. Me gusta incorporar personajes conocidos a las historias. Aunque no sé bien qué efecto puede producir en la mente del espectador, para mí constituye un recurso sencillo a la hora de describir y caricaturizar un determinado perfil psicológico», explica Mr. Kern.
A pesar de su utilidad narrativa, la idea de utilizar personajes conocidos en sus obras le ha traído a Mr. Kern algún que otro quebradero de cabeza. Concretamente cuando, en una de sus series de cuadros, representó a Eva & Adele, dos coleccionistas de arte contemporáneo caracterizadas por su particular outfit y sus cabezas rapadas.
«Cuando pinté aquella serie, me emocioné e, ingenuo de mí, les envié a Eva & Adele un mail con fotos de los cuadros», recuerda Mr. Kern. «Pensaba que iban a responder de manera positiva, pero fue todo lo contrario. Me amenazaron de juicio si seguía pintándolas o si difundía pinturas de ellas por internet. Al final ya era demasiado tarde, porque ya estaban difundidas y, afortunadamente, no hicieron nada».
Salvo ese pequeño altercado, Mr. Kern no ha tenido problemas legales derivados de su trabajo. Ni siquiera cuando hace grafitis en las calles. De hecho, fue la permisividad de las autoridades barcelonesas con el arte urbano lo que le animó definitivamente a pintar en ese escenario.
«Empecé a hacer grafiti en el año 96 porque me pareció ser el recurso mas económico para promover mi arte. Cuando fui a estudiar a Barcelona en 1999, había tal cantidad de grafiti en las calles y era tal la permisividad de las autoridades, que decidí dejar atrás las aulas para recolonizar las calles de la ciudad Condal. En esa época, sí que usaba aerosoles pero hace unos diez años decidí usar exclusivamente brochas».
Aerosol, brochas, lienzos, cómics, óleo, lápiz… Todos estos medios y técnicas responden, en el caso de Mr. Kern, a un mismo objetivo, «deshacerse puntualmente de la frustración que provoca utilizar un solo método. Además, cambiar la herramienta, también conlleva cambiar las temáticas». Unas razones que hacen que la carrera de Mr. Kern se encuentre en una constante transformación. «Me gustaría tener tiempo y medios para probar la animación. También espero mejorar mi técnica al óleo y, ya puestos, conseguir la formula secreta que permite convertir el plomo en oro», concluye.