El comienzo es lo más importante de un relato corto. El autor de ‘Canción de hielo y fuego’, George R.R. Martin, lo ha tenido claro a la hora de escribir su famosa saga y, por ello, estructuró todos sus libros alrededor de una especie de pequeños episodios que se van combinando los unos con los otros hasta dar una imagen general de todo lo que está pasando. Si se fijan detenidamente los mejores de ellos, los que introducen un personaje o los que no están de relleno (y hay un poco de relleno en los libros de Martin) siempre tienen un comienzo especialmente bueno. Eso hace que leas el capítulo de un tirón, que capte tu atención y que quieras seguir con el siguiente.
En este tipo de cosas es en las que el ‘Juego de Tronos’ televisivo se parece mucho a la “Canción de hielo y fuego” literaria. Mucho más en este primer episodio que está hecho, básicamente, de comienzos. De notas para ir arrancando cada una de las tramas con las que se alimentará la temporada, de algo así como notas sueltas que, sin embargo, cuando puedan ser construidas como un todo pues nos darán una imagen global.
Arya Stark y su camino hacia Desembarco del Rey, las disputas de Jon Nieve y su hermanastra Sansa más todas las penurias de la Guardia de la Noche, los misterios alrededor de Bran Stark, las intrigas palaciegas de Lannisters y Greyjoys, el nuevo empleo de Sam Tarly, el camino del héroe que ha iniciado “El Perro Clegane” con la banda de Beric Dondarrion, la llegada de la Kaleeshi a las tierras de Poniente con su ejército y los Caminantes Blancos parecen todos los ingredientes puestos sobre el tapete (más un sorpresivo pero dichoso cameo de Ed Sheeran) en este primer episodio que ha apretado mucho las tuercas para conseguir que quepa todo y ponerle los dientes largos a los telespectadores. Solo eso porque poco o nada se puede decir de un primer episodio que ha valido para poner las piezas sobre el tablero y que termina, justamente, aludiendo a eso, a que todo está por empezar (no, no hemos cometido spoiler aquí tampoco).
Un comienzo arrasador que ha valido para que todo el mundo levante la cabeza y preste atención con una mención a otra de las tramas principales y luego, bueno, luego todas las promesas posibles de diversión, aventura y rollo trepidante. Nos queda esperar a la segunda entrega o, mejor, esperar a ver cómo se desarrolla esta séptima temporada que, por su arranque, parece una de las más ambiciosas de la serie y que, por despliegue de producción, parece que sea una apuesta de HBO por no dejar fallecer a la que, en este momento, es su serie estrella y que, en cierto modo, flojeó en su anterior entrega. El diseño de producción supera, con creces, al de otras temporadas y el despliegue de medios tanto digitales como de localizaciones, fotografía, vestuario etc. Está, simplemente, a nivel de cualquier superproducción cinematográfica de postín.
¿Impresiones? Todas y todas bastante buenas, aún teniendo la convicción de que la cosa no se quedará aquí y que habrá personajes que, por mor de que nos movemos en el terreno de la saga con alto componente mágico, aparecerán cuando menos lo esperemos. Por ahora, y eso sí es verdad, la serie ya se ha alejado definitivamente de su versión literaria (no es espíritu, ni tampoco en estructura porque sigue siendo fiel a trocear las tramas en pequeñas partes…algo que hace que se tenga mucha sensación de que están pasando cosas aunque, a veces, estemos dando vueltas en círculos) y que, a partir de ahora, todo depende de los señores guionistas y de los productores ejecutivos. Lo que sí les adelantamos en plan apuesta: La última entrega literaria de ‘Canción de Hielo y Fuego’ tendrá que aparecer después de que termine la serie o esto será un caos. Es decir, hasta las navidades de 2018 podemos irnos despidiendo. No pasa nada, la serie promete mucho más de lo que esperábamos “los fans de los libros” (así es como nos conoce el vulgo) y habrá alguna escena tan gloriosa como la batalla de los bastardos que fue el punto álgido de la anterior (a un nivel más de tramas lo cierto es que fue más importante la venganza de Sansa Stark sobre Ramsay Bolton y el paso del personaje de Reina Pánfila o Reina-Reina pero a niveles de espectáculo nos quedamos con la batalla).
En este caso, lo mejor, es que todo lo propuesto (que es un montón) parece igualmente interesante y eso es mucho decir teniendo en cuenta que hablamos de una serie completamente coral que, en algún momento, tendrá que confluir en uno o dos enfrentamientos bien diferentes: La Guerra Contra los Caminantes y la guerra que se prepara y que enfrentará a los vivos de los 7 Reinos entre sí. Ese es el foco y esa es la parte importante y, por lo que hemos visto hasta el momento, todo parece que acabará confluyendo en un final espectacular. Eso esperamos.