Lola y Guzmán, una economista y un diseñador gráfico, se esconden tras el sugerente nombre de Sillas Descarriadas, una firma de Madrid que recupera muebles abandonados en la calle para darles una segunda oportunidad. La misma que ellos tuvieron cuando hace unos años, decidieron dejar sus profesiones para dedicarse a la tapicería creativa bajo las tres erres ecológicas: reducir, reciclar y reutilizar.
Todo comenzó tras encontrarse con una silla abandonada en la calle, que alguien había despreciado debido a su antigüedad. Sin embargo, la estructura del mueble estaba en perfecto estado. Tan solo era necesario que alguien le diese una segunda oportunidad destapizándola, serrándola, lijándola, creando un nuevo diseño y volviéndola a tapizar. Su trabajo ha ido evolucionando desde aquél enero de 2014, creando una marca propia. En su página web se pueden encontrar muebles de todo tipo, o hacer un encargo a un precio muy asequible y con diseños únicos.
- Lola: Totalmente. No se tiene por qué tirar lo que ha durado cuarenta años si está bien hecho.
Guzmán: Los muebles de Ikea no duran nada. Pero estas sillas de la abuela, en la que nos hemos sentado todos, duran mucho tiempo. Hay que darles una vuelta, restaurarlas. El resultado es fantástico porque son diseños buenos, merece la pena arreglar una cosa antigua que te va a durar 20 años.
- Guzmán: Hubo un año de aprendizaje, obviamente, porque somos autodidactas y a fuerza de ir encontrando sillones, ir quitando capas, ver cómo está hecho y tal y cual, te vas fijando. Entonces cometes errores por un tubo, hay un proceso hasta que aprendes cómo hacer las cosas.
Lola: Luego llegó un momento en el que empezamos a atrevernos a enseñarlo por las redes sociales, básicamente nos hemos hecho famosos a través de esta vía. Hicimos una página de Facebook, la gente se empezó a fijar en nosotros y nos empezó a llamar algún periodista amigo. La primera fue Sol Alonso, de Mi Petit Madrid, en el que habla de cosas peculiares sobre la ciudad. A raíz de la entrevista nos salió algún encargo y nos empezamos a hacernos un poco más grandes.
Guzmán: Decoramos una exposición en el Retiro, gracias su comisario Álvaro Sobrino, editor de la Revista Visual. Nos sirvió para comprobar cómo funcionaba nuestro trabajo: algunas silllas se desencolaron, otras se descosieron, se desgrapaban porque tenían tute. Otras aguantaron muy bien. Estuvieron un mes y medio.
- Lola: Pues montar un taller, una tienda, poder editar telas, poder hacer papel también y hacer diseños de muebles. También conseguir un estilo reconocible. Creo que ya lo estamos consiguiendo un poco, pero nos falta mucho todavía.
Guzmán: Un poco saliendo de la tónica general, colaborando con gente del diseño gráfico, del arte, fotógrafos, un poco salirnos del vintage que hace todo el mundo y hacer un poco cosas más exclusivas. De hecho tenemos otra firma paralela que es Muebles Descarriados:pintamos librerías, estanterías y muebles varios en casas directamente. Lo suyo sería hacer una tienda como de estilismo o interiorismo total y decoración, no solo hacer el trabajo de tapicería sino también asesorar. Más enfocado a la decoración.
- Lola: Pues es ecléctico.
- L: Es nuestra cabeza la que inventa. Siempre vas a curiosear por Internet y ves que hay gente que está haciendo lo mismo. Ves una silla o algo que te encargan y empezamos a darle vueltas. Guzmán hace bocetos con el Photoshop, porque él viene del mundo del diseño gráfico.
- Lola: El sofá que llamamos Madmen es bastante loco, porque son dos colores muy atrevidos. Llevamos al cliente, un chico más joven que nosotros, a comprar telas. Al principio quería un gris piedra con un blanco, al final le fuimos liando. Toda su casa es blanca y le convencimos para que metiese algo de color para que crease calidez. Pusimos unas tachuelas brillantes y ha quedado muy único, es difícil que haya uno igual en España.
Guzmán: Dijo que quedaba sexy, va a ligar bastante.
- Lola: La butaca con el diseño de Matz Mainka. Nos costó encontrar una tela y una pintura de tela que no se corriera y queríamos darle un toque de serigrafía, fueron muchas horas pintando con un pincelito.
Sofá Mad Men
Tresillo mid century restaurado y tapizado en terciopelo sintético en color azul turquesa y coral, rematado con tachuelas de 20mm.
Butaca Ana Juan
Butaca de inspiración King George restaurada y tapizada con terciopelo sintético y dacha, trasera del respaldo cartel de la Feria del Libro 2006 de la ilustradora Ana Juan.
Butaca Matz
Butaca María Antonieta y escabel restaurados y tapizados con diseño exclusivo de Matz Mainka pintado a mano.
Butacas gallegas
Dos butacas estilo español restauradas con rellenos nuevos y tapizado en loneta de geometrías.
Thonet frutas
Cinco sillas Thonet, madera acuchillada nudé y encerada, asientos diferentes de madera chapada con cajas de frutas.
- Guzmán: Nos gustan mucho las Mocholí, que son unas sillas de una empresa valenciana que se afincó en Pamplona. Es una silla que tiene un diseño muy bonito, son muy sencillas y cada vez que nos encontramos alguna nos da mucha alegría. Son las sillas que han tenido nuestras abuelas en el cuarto de estar.
- Lola: El diseño nos gusta. También cuando viene el cliente, abre la boca y los ojos y dice “No me lo puedo creer”. Porque, claro, lo ve en un boceto y hasta que no lo ve al natural no es consciente de lo que has hecho con su silla.
Guzmán: Destrozarlas y destapizarlas tiene su morbillo cuando tienes un día malo o estás estresado.
- Guzmán: Gente de edad mediana con cierto poder adquisitivo y que le gusta tener su casa chula. También hemos vendido sillas sin restaurar a gente joven, parejas y estudiantes que vienen aquí y no tienen nada.
Lola: Hay una parte emocional. Hay gente que quiere tener recuerdos personales. En muchas ocasiones restauramos los muebles de los abuelos.
- Guzmán: En la zona de Sol-Atocha, en Ribes y Casals y en Tejidos Paredes, en Urban Home, que está en la Calle la Bolsa. El principal proveedor de materiales es Lucio, una tienda que lleva casi 200 años, que es proveedora de la Casa Real. Tienen absolutamente todo lo que necesites: muelles, fibras, lonas, chinchetas, grapadoras…
- Guzmán: Para hacerlo hay que licitar en un concurso, es una movida. Nos conformaríamos para hacer cositas para sitios pequeños.
Lola: Ojalá. Hemos hecho cosas para bares, peluquerías. Este mundo es muy difícil. nosotros trabajamos a pequeña escala.
- Lola: Yo lo veo muy loco, con pelos, un estilo muy setentero.
Guzmán: Yo lo veo un poco en blanco y negro, como la imagen de la revista. Jugaría con materiales raros, pero elegantes, porque no nos gusta el kitsch.