Lo primero que escucharán de ‘Riverdale’ es que es una serie ochentera. Aquí les vamos a decir lo contrario: ‘Riverdale’ es más deudora del cine juvenil de terror de los 90 (‘Scream’, ‘Sé lo que hicisteis el último verano’, ‘Leyenda urbana’, ‘Secuestrando a la Señora Tingle’), de ‘Dawson crece’ o de películas como ‘Crueles intenciones’ que de las producciones de terror de la década anterior.
A ver si podemos explicarlo bien y que no quepa duda: ‘Re-Animator’ era una película hecha para la juventud a la que le gustaba el terror en los 80. El film de Stuart Gordon se ajusta bastante bien a cómo era el género por aquel entonces: mucha violencia, profusión de sangre y escenas de sexo y desnudos. Las películas de este tipo se dirigían a un nicho pequeño por aquel entonces (amantes del terror de entre 15 y 25 años) y se exhibían (salvo raras excepciones) en el circuito ‘B’ de los Estados Unidos que, aunque es enorme, se circunscribe a pequeñas salas, autocines…
El género tuvo un reverdecimiento a mediados de la década y, con ella, se devolvió al género de terror a los grandes estudios que abandonaron el “classic horror” en favor de los subgéneros modernos del mismo pero, claro está, dándole un giro más comercial, moral y también, por qué no, irónico. ‘Scream’, y todo lo que vino más o menos después, no dejaba de ser una interesante relectura del género ochentero: mostraba todos los trucos y trampas de estas películas (los vírgenes sobreviven, nunca te quedes solo …). Las escenas de sexo (y los desnudos femeninos) desaparecieron para evitar problemas con la calificación por edades y asegurarse así una distribución digna y una promoción cómoda de las películas.
‘Riverdale’ es, por tanto, más deudora del cine de los 90 y de las series de los 90. Incluso en una anécdota de lo más tonta: el cine de terror de los 80 odiaba a las animadoras y ‘Riverdale’ las adora. Como ya saben ‘Riverdale’ además es una curiosísima versión de un cómic juvenil: ‘Archie’. Sí, la serie que alumbró el bubble gum pop con la canción ‘Sugar’ interpretada por The Archies (un grupo de actores contratados para hacer playback que se parecían a los personajes de la serie). Pero antes de eso, que ocurrió allá por los 60, la serie se inauguró en 1941 y pretendía aprovechar el tirón de Mickey Rooney –por aquel entonces era un ídolo juvenil-. Como habrán podido atisbar la serie se ha mantenido en el tiempo (y en los kioscos) gracias a su gran capacidad de transformación. ‘Archie’ es un producto genuinamente americano, que resume a la perfección la transformación de la cultura popular en aquel país. Por si no les apetece indagar nosotros se lo contamos: la serie de cómic tiene incluso dos spin off que funcionaron muy bien que fueron ‘Josie and the Pussycats’ (se hizo hasta una peli) y ‘Sabrina, cosa de brujas’ (primero cómic y luego serie de TV). Las primeras ya están incorporadas como personajes y se espera la entrada de la segunda que, como no podía ser de otra forma, va a encarnar Melissa Joan Hart que ya protagonizó la serie.
Sin embargo, y hasta ahora, ‘Archie’ si había triunfado en el cómic y algo menos en el género animado pero se había estrellado a la hora de ser adaptada a la imagen real y a los actores de carne y hueso. Échenle la culpa a ‘Scream’ primero y a la explosión de los géneros de cómic producida por los grandes estudios de la adaptación de este exitoso personaje a la pequeña pantalla (algún día vamos a hablar de por qué tenemos que empezar a dejar de llamar así a la TV).
‘Riverdale’ es ‘Archie’, una versión del cómic, adaptada a los tiempos y a los gustos. Se abandona el tono tontorrón de la adolescencia de pasadas décadas y se le da una vuelta de tuerca hasta acomodarla a los gustos, morales y personajes reinantes. Ya les advertimos de que se perderán un poco (al principio) con algunos chistes que tienen que ver con el original que ha permanecido casi inédito para el público en general pero, la verdad, no se alarmen porque son detalles nimios (y ha ocurrido con otras adaptaciones más o menos afortunadas de producciones televisivas o literarias que desconocíamos en nuestro país.
A vuela pluma ‘Archie’ es una de esas series producidas para contentar al público adulto pero que mantienen un pie en su raíz juvenil. No se extrañen: ahora vemos películas de superhéroes con normalidad, incluso nos permitimos el lujo de enhebrar complicadas teorías filosóficas sobre ellos a la salida del cine, pese a ser ya bastante talluditos. No pasa nada. Vivimos en unos tiempos donde se impone el ‘young adult’ (¿No es ’50 sombras de Grey’ un libro que hubiera sido material perfecto para la audiencia juvenil de hace tres décadas y se vende ahora a señoras de cierta edad como la repanocha de lo kinky?) porque el público, en general, se resiste a abandonar en el camino todo aquello que le hizo feliz. En general, no queremos renunciar a nada.
Para la ocasión los productores se han sacado de la manga nuevos personajes (los que protagonizan la trama principal) y han eliminado tensiones sexuales de los personajes principales así como, de paso, se contesta a preguntas que andan en boca de todos los aficionados a la serie en forma de ‘fanfic’ (homosexualidades latentes, pulsiones latentes…todas esas sensaciones que surgen cuando uno no deja de manosear un concepto y de mirarlo por todos lados).
‘Riverdale’, por lo demás, es una serie muy bien rodada, muy bien interpretada y estupendamente iluminada. No tenemos empacho en decir que es posible que, con el paso de los episodios, la cosa vaya acercándose un poco al ‘Twin Peaks’ original, a un ‘Twin Peaks’ un poco más limpito y más fácil de comprender ya que, por lo visto hasta ahora, la cosa se centra en secretos, un asesinato extraño y, claro está, mucha pulsión sexual, mucho rollo que persigue meter al espectador en el escenario único (la localidad de Riverdale) que ha crecido en la memoria de los telespectadores y los lectores de forma independiente, que mantiene sus señas de identidad y que, sin embargo, ha incorporado algunas nuevas y más modernas.
Por si las moscas les rogamos encarecidamente que le den una oportunidad. Es entretenida, se ve de un tirón, tiene humor y misterios clásicos al estilo de las viejas producciones juveniles como ‘Scooby Doo’ pero con un toque más adulto. El resultado está lejos del jugueteo de ‘Scream Queens’ (está sí, esta sí es una hija ideal y una heredera directa del ochentazo de terror) en muchos aspectos –tiene menos sorna y menos humor negro- pero sin duda se deja ver, no daña a la vista y es un buen juguete para entretenerse viendo una buena serie de misterios.