Una semana antes de Halloween llega a la redacción de Don una enigmática invitación con sólo estas palabras “Not Another Halloween Party”. Días después descubrimos el pastel: la marca de bourbon americana Four Roses monta una fiesta que pretende romper con los códigos tradicionales de esta celebración con la ayuda de un anfitrión muy especial, Mykki Blanco.
Es posible que muchos de los 200 afortunados invitados a esta fiesta privada en un loft madrileño no supieran de la existencia del artista californiano pero después de la noche del lunes a ninguno se les olvidará este nombre. Mykki Blanco demostró que el revuelo que se ha creado en torno a su personaje va más allá de la música. El artista, disfrazado de su yo primitivo, interpretó algunos de los hitazos de su álbum de debut “Mykki”, destrozó la cama del loft, versionó a Evita e introdujo a los asistentes en una performance irreverente e impredecible. Genio y figura.
En Don, que somos muy listos y estamos a la última (además de no tener abuela), ya teníamos fichado al rapero desde que vimos su grandioso recital de “I Want A Dyke For President” en Dazed y aprovechamos la víspera de Todos los Santos para hablar con él.
- Por encima de todo me considero escritor y showman, porque antes de crear algo tengo que escribirlo. Nunca me han escrito canciones y cualquier idea que he incluido en mi música procede de mí mismo. Me siento como un artista que ha aprendido a ser músico. No empecé a hacer música hasta los 25 años, y ahora tengo 30, así que no hace mucho tiempo. Sí, creo que, por encima de todo, la razón por la que continúo creciendo en la música es porque me permite desarrollar todas esas ideas teatrales y performativas. Uso la música como base para ello.
- Creo que la música y la poesía siempre han ido de la mano. El hecho de que alguien como Bob Dylan gane un Premio Nobel tiene mucho que ver con el tipo de música que hacía, que estaba muy relacionado con la atmósfera política y social de aquel momento. Creo que hay una generación pasada que valora esto más de lo que lo hace la sociedad contemporánea. Hoy en día ya no se hace este tipo de música pop tan política y social. Es genial que Bob Dylan gane el Nobel pero también me parece estamos desenterrando una cápsula del tiempo porque no creo que la sociedad contemporánea valore a un músico por su literatura.
- Vivía en un pueblo pequeño con acceso a mucha información pero sin las distracciones de una gran ciudad, un lugar tranquilo con seis facultades y tres universidades. Crecí en un lugar donde hay muchas bibliotecas y acceso a teatros, pero todo desde un punto de vista muy académico. Aunque no tuve ocasión de experimentar mucho sí que pude leer sobre todo ello y cuando mi profesor empezó a hablarme sobre las artes performativas, el expresionismo abstracto, el Fluxus y artistas como Allan Kaprow o Yoko Ono,… aquello me voló la cabeza. Leía todo lo que encontraba sobre ello. Internet había aparecido hacía unos diez o doce años antes y ya podía encontrarse mucha información.
- Creo que la educación reglada está muy bien para algunas personas, de hecho para la mayoría. El problema es que en EEUU la educación reglada es extremadamente cara. La gente paga por una educación oficial pero luego no tiene trabajos que compensen el precio que tienen que pagar para devolver estos préstamos. Hay mucha gente con grandes deudas debido a que han tenido una educación artística y esto es una de las cosas más ridículas del sistema educativo americano. La verdad es que creo que sólo fui capaz de avanzar en el terreno artístico después de haber pasado por este tipo de educación. Aunque estuve muy poco tiempo creo que fue el suficiente para comprender este mundo y poder dejarlo después, habría sido más difícil comprenderlo si no hubiese estado en absoluto. Pero sí, estuve y lo dejé, dos veces, muy pronto (risas). Así que ahora no les debo demasiado dinero a estas escuelas. No funcionó para mí. Creo que, en cualquier terreno, pero especialmente en el arte tienes que ser autodidacta porque es tan poco convencional… no hay manuales que te instruyan sobre cómo desarrollarlo.
- La mayoría de la gente está atada a un horario: se levantan por la mañana, van al trabajo, trabajan 7, 8 o 9 horas,… tienen una vida más o menos reglada, no viven muy lejos,… es una vida cotidiana. Se preocupan por suplir sus necesidades vitales, por trabajar y tener una vida en orden y quizás ahorrar para algo. Mi vida en los últimos 5 años ha sido completamente nómada, vivo como un gitano, nunca he estado en un mismo sitio más de dos semanas. Esto es así particularmente porque Mykki Blanco es más un artista internacional que un artista estadounidense. Tengo que viajar mucho porque la gente con la que quiero trabajar están por diversas partes del mundo. Quise trabajar con un productor cuya música me encanta y que me ayudaría a crear mejor música, así que fui a Chicago y luego a París a grabar mi disco. Luego salió el videoclip y lo grabamos en Berlín. Desde mayo de este año he viajado por todo EEUU, Ciudad de México, hicimos un montón de actuaciones en Europa, volvimos a EEUU, en primavera fuimos a Australia… así que me cuesta mucho tener una vida normal. Intento hacerlo asegurándome de comer bien, hacer ejercicio,… pero a veces es difícil porque, por ejemplo, esta semana en concreto tuvimos cuatro actuaciones seguidas y ayer, que se supone que era nuestro día libre, ¡estuvimos el día entero en el aeropuerto! Pero al final siempre consigues formas de hacerlo. Creo que el miércoles tendremos un par de días libres y eso será muy relajante.
- Desde luego que es una bendición porque no todo el mundo, ni siquiera los ricos, viajan tanto como yo (risas).
- No te consideras un músico queer a pesar de que la prensa se refiere a ti a menudo de esa forma. Ya que la gente necesita etiquetas para todo, dime de qué forma te gustaría que te etiquetasen (y asumo que no va a estar relacionado con temas de género o sexualidad).
- La verdad es que con lo que estoy más cómodo es cuando alguien simplemente dice que soy un artista, un showman. Lo de artista queer me parece de mal gusto. Creo que lo más inteligente sería decir que soy un artista que trata temas queer o que mezcla referencias de la cultura queer. Decir que alguien es un artista queer es como decir “mira, te presento a este artista, es un artista hetero”, o “mira a esta artista, su nombre es tal, es una artista mujer”, es muy ofensivo. Cuando la gente dice estas cosas no se da cuenta de lo estúpido que suena. En mi opinión, no es la forma en la que alguien inteligente presentaría a un artista. Nunca dirías “ésta es una mujer artista” o “éste es un hombre artista”. Sí, es un hombre, ya sabemos que lo es, pero lo importante es sobre qué trata su trabajo. La gente cada vez está siendo más consciente de ello a medida que hay más artistas que tratan la cultura queer. Hay muchos artistas queer que están trabajando internacionalmente, yo soy uno de los 15 artistas aproximadamente que están reconocidos internacionalmente. Pero en cuanto al ámbito músical específicamente, podríamos nombrar a Le1f, Big Freedia, Cakes (Da Killa), Mykki Blanco, … eso son sólo unas cinco personas en todo el mundo. Al principio me molestaba más esta denominación porque tenía muchas más ideas, muchos más proyectos y no me gustaba que me encasillaran, pero ahora que he hecho más cosas (y todavía me queda mucho por hacer) me siento más cómodo porque me he dado cuenta de que para algunas personas no se trata de una etiqueta sino que lo llevan con un sentimiento de orgullo, de reconocimiento, y esto también es muy bueno.
- Me inspira mucho el silencio. Si fueras mi sombra durante un día te sorprendería comprobar lo callado que soy. Es raro pero no escucho mucha música. Sin embargo leo muchísimo, sobre todo por internet. Me gusta mucho la música clásica, Erik Satie y Debussy. Obviamente me encanta el teatro y unas de las cosas que realmente quiero para mis espectáculos en directo es que crezcan en ese sentido, que continúen siendo más teatrales. En cuanto a mis vídeos, me gustaría que caracterizar al personaje de Mykki Blanco de diferentes formas, siempre estoy pensando en la siguiente historia. Porque una de las cosas que intento con en mis vídeos es crear escenarios que la gente no ha visto nunca antes, dedico mucho tiempo a pensar en esto. Desde el principio he tenido que hacerme a mí mismo, crearme como estrella. Nunca he querido depender de otras personas para sentirme importante en mi trabajo, depender que una persona diga que mi trabajo es válido para encontrarle el valor. Siempre, desde el principio, me he asegurado de presentar mi carrera de la mejor forma posible para que la gente pueda verlo. No es que no necesite la aprobación de los demás sino que Mykki Blanco debe ser una estrella por sí misma y tener su propio mundo en lugar de tratar de formar parte del mundo de otra persona. Así que seguiré creando el mundo de Mykki Blanco.
- Todo sucedió por accidente. Al principio Mykki Blanco era un proyecto de videoarte y los primeros raps, las primeras rimas, las hacía en vídeo. Lo de empezar a actuar en directo fue una progresión natural, todo comenzó poco a poco. Indudablemente quiero hacer canciones más populares, hits. A veces, cuando eliges hacer este tipo de canciones vas por un camino muy diferente del que te planteas cuando piensas hacia dónde quieres ir creativamente. Es casi como una fórmula, una forma de pensar más comercial. Hay cantantes que tienen una voz única y son capaces de crear su propio mundo de una manera mucho más fácil a partir de su voz. Cuando escuchas a Björk sabes que estás entrando en su mundo, es como si su voz creara el contexto. Cuando rapeas es más complicado: el estilo del hip hop está mucho más relacionado con pasárselo bien y hay un poco de presión para hacer canciones que sean divertidas. Creo que con mi álbum, por primera vez, he sido capaz de encontrar un equilibrio entre ambas cosas y quiero seguir con ello: conseguir que la música no sólo sea divertida y pueda escucharse en un club sino que también sea más contemplativa. Quiero continuar por caminos dentro del hip hop que me aseguren una vida larga.
- En los próximos años me verás muy centrado en la música pero también estoy pensando en escribir un libro sobre mi vida. Sé que dentro de algunos años, cuando me tome un descanso de Mykki Blanco, continuaré escribiendo, pero la siguiente fase de Mykki Blanco será tendrá más que ver con las artes dramáticas, con las performances teatrales. Una de las cosas más grandes que haré próximamente será crear la película de Mykki Blanco, ése es uno de mis objetivos principales. Me gusta trabajar con directores, en una ocasión estuve hablando con un director sobre la idea de crear un musical basado en una serie de canciones en las que estaba trabajando, pero al final no llegamos a hacerlo. La idea sigue en mi cabeza y me gustaría llegar a desarrollarla.
La trayectoria y carrera de Mykki Blanco se ha cruzado en el camino de la marca de bourbon americana Four Roses en su apuesta por reinventar los códigos tradicionales de la cultura americana de la mano de la generación creativa y transformadora que representa.
El artista californiano regresó a España como host del Halloween de Four Roses, una fiesta que transformó los códigos estéticos de una de las citas americanas más tradicionales del año.