El domingo 6 de noviembre se celebra la madre de todas las maratones: la de Nueva York. Más de 50.000 corredores tomarán la salida de los que unos 850 serán españoles. No es nada fácil ser ese 1,7% que cada año consigue hacer marca para poder ganarse un hueco en la línea de salida. Raúl Gómez es uno de ellos, él participó en la edición del año pasado y hemos charlado con el actor y corredor para que nos cuente que se siente corriendo por el Puente de Queensboro o la Quinta Avenida. Raúl ha demostrado ya su amor por la cultura del running en el programa documental Maraton Man del canal #0, en la que el protagonista corre por lugares como Kenia, Noruega, California o Los Andes.
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¿Cuándo nació tu pasión por el running?
Desde que tengo uso de razón he hecho deporte, hasta los 20 jugué al baloncesto, ha sido una de mis pasiones juveniles y empecé a correr hace unos diez años y ya llevo 10 maratones, varias decenas de medias, un IRONMAN, trails y un largo etc… Disfruto entrenando, me encanta ponerme objetivos, adoro conseguirlos y desde hace unos años compagino el viajar con correr. No soy un corredor rápido pero sí soy un corredor feliz y tengo la suerte de poder compaginar mi trabajo y mi pasión en ‘Maraton Man’.
Participaste el año pasado en la Maratón de NY, ¿cómo describirías la experiencia?
Maravillosa. Correr con 50.000 personas por las calles de Nueva York es impresionante, la gente anima durante los 42 Km, escuchar antes de salir sobre el puente Verrazano la canción de ‘New York, New York’ te pone los pelos de punta. A partir de ahí solamente tienes que preocuparte de dosificarse y de intentar disfrutar cada metro hasta cruzar la meta en Central Park. ¡Por estos momentos como estos merece la pena largos entrenos con frío, lluvia y vencer al sofá!
¿Fue muy dura la preparación?
Como en toda maratón la preparación es importantísima. Hay que ser constante pero para mí el entreno previo no es duro, salir a correr no es una obligación, es cierto que hay muchos días que no te apetece salir a entrenar pero con un objetivo como la Maratón de NY en mente las piernas salían solas de casa.
En la maratón participan unos 850 españoles y 109 nacionalidades distintas, ¿cómo fue tu experiencia con los corredores de otros países?
Una de las razones por las que apasiona correr es por conocer otras ciudades a golpe de zapatilla y gente que le une la misma pasión que a mí. La experiencia con otros corredores en NY fue genial, hay un ambiente previo al pistoletazo de salida espectacular: compartir nervios, sensaciones, charlas… Hay un extraordinario buen rollo entre todos antes y después del Maratón. ¡¡Yo estuve dos semanas con la medalla colgada al cuello después de la carrera!!
¿Repetirás?
Un rotundo SÍ. No fue mi mejor carrera, los últimos 7 kilómetros corrí con rampas en las piernas que no me dejaron disfrutar como me hubiera gustado y tengo una espina clavada. Quiero volver, hacer un mejor tiempo y entrar en esa meta sin rampas en las piernas. Aún así fue una de las carreras más especiales que he corrido nunca y la sonrisa con la que entre en esa meta fue de récord Guinness ¡inolvidable!
¿Crees que hay mucho postureo en el running o que ayuda a promover los #UnpluggedMoments (una tendencia social que promueve la autenticidad y naturalidad)?
Quien corre únicamente por postureo poco dura corriendo. Al final, si no te gusta, si no sientes un placer tremendo al conseguir un reto, no creo que dures mucho solo por contarle al mundo que corres; y si es así, me parece tremendamente estúpido. El postureo, como las mentiras, tiene las piernas muy cortas. La vida con #UnpluggedMoments es más sencilla, todo es más fácil si haces lo que sientes. La vida mola y cuanto más natural la vivas y la cuentes mucho mejor. ¡¡Poder mostrarte tal cual eres es muy sano!!”.
Como actor, ¿hay alguna película que te inspire a la hora de prepararte para una maratón?
‘Forrest Gump’ me parece una película tremendamente inspiradora. No descarto que empezase a correr inconscientemente después de ver a Tom Hanks devorar kilómetros en esa magna película. “Corre, Forrest, corre…”. No sé cuántas veces habré escuchado esa frase mientras corro. ¡Bendito running y benditas risas!
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