El verano es una época muy peculiar, corta pero intensa, llena de romances pasajeros, anuncios de cerveza barata que parecen telefilms, crímenes en masa, incendios forestales y noticias estúpidas en el telediario. El calor, el aburrimiento, la soledad en la ciudad de asfalto y la muchedumbre en la playa pueden sacar lo mejor y lo peor de nosotros.
El cine se ha dado cuenta de ello y ha dedicado a esta estación algunas de sus mejores películas. Elegimos diez de ellas muy diferentes entre sí: románticas, divertidas, inquietantes,… ¿cuál se aproxima más a tu verano?
El hombre que sabía demasiado (Alfred Hitchcock, 1956)
Una pareja (Doris Day y James Stewart) viaja a Marruecos con su hijo . Allí conocen a un hombre que justo antes de morir en extrañas circunstancias les desvela una información muy importante. El hijo de la pareja es secuestrado para evitar que revelen el secreto que conocen. A partir de aquí: persecuciones, equívocos y mucho suspense. Hitchcock en estado puro. Ésta es la versión estadounidense (más cara y con estrellas de Hollywood) de una de las primeras películas que Hitchcock rodó en Inglaterra en 1934. Merece la pena esta versión para disfrutar del clásico "Qué será, será" de Doris Day, que ganó el Óscar a la Mejor Canción.
¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976)
Otra pareja que se va de vacaciones pero esta vez a una isla del mediterráneo español. Tom y Evelyn, que está embarazada de 7 meses, quieren relajarse antes del nacimiento de su bebé. Sin embargo, cuando llegan a la isla notan que algo extraño está sucediendo: todos los adultos han desaparecido y los niños se comportan de un modo inquietante. Chicho Ibáñez Serrador (sí, el del 'Un, Dos, Tres') filmó en los 70 una de las películas más turbadoras del cine español. Tanto es así que ésta fue prohibida en Islandia y Finlandia y en países como Estados Unidos o Australia la estrenaron con cortes.
Vacaciones en Roma (William Wyler, 1953)
La princesa Anna (Audrey Hepburn) está de visita en Roma y harta de sus obligaciones decide escaparse y vivir unos días como una turista cualquiera. Le acompañará un periodista (Gregory Peck) que en busca de una exclusiva acabará encontrando el amor. La comedia romántica por excelencia, la película que lanzó a la fama a Audrey Hepburn. Cuando se estrenó la película EEUU estaba en plena caza de brujas con el senador McCarthy a la cabeza. El guionista de Vacaciones en Roma, Dalton Trumbo, uno de los señalados por la Comisión de Actividades Antiamericanas, tuvo que esperar 40 años a que se le reconociese en los créditos de esta película con la que ganó el Óscar.
La Rodilla de Clara (Éric Rohmer, 1970)
Uno de los seis cuentos morales de Éric Rohmer. En este se debate la ética del deseo a través de la historia de Jérome, un cuarentón que justo antes de casarse pasa sus vacaciones en las inmediaciones del paisaje alpino de Annecy. Allí se encuentra con una antigua amiga escritora que, por diversión, le incita a seducir a una adolescente. Las intenciones de Jérome pasan de ser hipotéticas a reales a consecuencia de una rodilla, la rodilla de Clara. Ésta es una de las películas más interesantes de la nouvelle vague, una joya llena de diálogos profundos y reflexiones sobre lo cotidiano. "Cine de prosa", como dicen los entendidos.
Funny Games (Michael Haneke, 1997 y 2007)
Una familia pasa sus vacaciones en una apartada casa de verano en el campo. Dos jóvenes entran en la casa con intención de "jugar" con sus inquilinos de la forma más cruel posible. Violencia por placer, maldad absoluta, ... 'Funny Games' es una película tan brillante como difícil de mirar. Diez años después de que Haneke escribiera y dirigiera esta película en Austria, Hollywood le pidió un remake americano con un buen cheque por delante. Haneke aceptó el cheque y el encargo pero se limitó a replicar plano por plano las escenas de la versión original demostrando que las buenas películas no necesitan adaptaciones a diferentes mercados para triunfar.
Casi Famosos (Cameron Crowe, 2000)
En el verano de 1973, William, un chaval de 15 años, recibe un encargo de la revista Rolling Stones: acompañar a una banda de rock en su gira por EEUU y escribir sobre ello. Casi Famosos no se limita a apelar la nostalgia de los años dorados del rock sino que construye una historia divertida y entrañable, con un guión perfecto y una banda sonora para llorar de la emoción (Black Sabbath, Joni Mitchell, Elton John, The Who, Led Zeppelin, MC5,...). Cameron Crowe escribió y dirigió una versión de su propia historia con referencias reales: Stillwater es una mezcla entre los Allman Brothers y Led Zepellin (la escena de la piscina es calcada a una protagonizada por Robert Plant) y el personaje de Penny Lane recuerda a las célebres groupies Pamela Des Barres y Bebe Bluell.
La Tentación Vive Arriba (Billy Wilder, 1955)
Si te quedas de Rodríguez en Nueva York y tu vecina es Marilyn Monroe es normal que se te vaya un poco la pinza. Eso le pasa a Richard, un tipo feote, sencillo y con mucha imaginación, quien, al que quedarse sin vacaciones en un verano bochornoso, empieza a sufrir "el picor del séptimo año" (traducción del título original). Esta película contiene la escena más icónica del cine: Marilyn sobre una rejilla de ventilación y su vestido blanco al viento. Se cuenta que esta escena fue el detonante del divorcio de Marilyn con su entonces marido, el jugador de beisbol Joe Di Maggio.
Movida del 76 (Richard Linklater, 1993)
Una de las primeras películas del director de 'Boyhood' y de la trilogía de Céline y Jesse ('Antes del amanecer', 'Antes del atardecer' y 'Antes del anochecer') que, aunque no recibió demasiada atención en su momento, ahora se la considera un film de culto. La premisa no puede ser "Linklater": la película narra un día concreto de la vida de un grupo de chavales, el último día de instituto, que marca el comienzo de una nueva etapa vital para cada uno de ellos. Imperdible un jovencísimo Matthew Mcconaughey haciendo de macarra con mostacho.
Este muerto está muy vivo (Ted Kotcheff, 1989)
Una de humor chorra para esos momentos estivales de derretimiento de neuronas. A Richard y Larry su empresa les recompensa su buen trabajo con un fin de semana de lujo y desenfreno en la casa de verano de uno de sus jefes, Bernie, pero la diversión se trunca cuando Bernie aparece muerto y los dos empleados tendrán que ingeniárselas para deshacerse del cadáver sin acusados del asesinato. Se ve que en los 80 se podían hacer bromas con un muerto y salir airoso. Los mecanismos que usan los protagonistas para simular que su jefe sigue con vida han sido parodiados hasta la extenuación e incluso han dado nombre a un tipo de baile: 'Moving like Bernie's'.
Tiburón (Steven Spielberg, 1970)
Tiburón es a la gran pantalla lo que Verano Azul a la televisión española: el clásico veraniego por excelencia. La cinta que convirtió a Steven Spielberg en Steven Spielberg y a la que le debemos los truñacos de acción que se estrenan cada verano a bombo y platillo (véase 'Suicide Squad' este año), porque esta película fue la que instauró el modelo de superproducción para toda la familia. Sin embargo Tiburón, lejos de ser un truñaco, es una genialidad del suspense que ha dejado marcadas a generaciones de bañistas y cuya banda sonora (a cargo de John Williams) es capaz de ponerte los pelos de punta.
Por Jessica Bermúdez