La música popular de Brasil, los artistas y canciones del único país del mundo que puede hacer sombra a la música popular anglosajona. ¿Rock? ¿Pop? ¿Soul? ¿Jazz? Noooop. De la bossa nova y el tropicalismo de los años sesenta a las nuevas caras actuales. Los sonidos de Brasil, sin contar la samba y el carnaval. El latido de un continente más que un país que ha dado gran parte de la mejor música del siglo XX. Aquí van unos cuantos artistas y movimientos musicales.
¡Ah! La Bossa Nova. ¿Hay algún género musical más suave, delicado, sensual y poético sin ser una moñada? No, y lo sabes, que diría Julio Iglesias. Esa cosa tan linda. La Bossa Nova (algo así como la Nueva Ola) es producto de la mezcla entre la samba y el jazz,. El género más cool del mundo nace a finales de los 50 en Río de Janeiro gracias al guitarrista João Gilberto, el compositor Tom Jobim y el poeta Vinícius de Moraes. Más allá del triunfo de este estilo, de sus orígenes o de su historia (léanse queridos lectores el enciclopédico libro ‘Bossa Nova. La historia y las historias’, de Ruy Castro ) lo que es relevante es la edad de oro, mágica, que vivió Brasil, en la que se dieron cita un numeroso grupo de artistas, con un grandísimo talento, ricos y pobres, jóvenes como Elis Regina o Chico Buarque y más mayores como Vinicus de Moraes, que, además, trabajaron juntos, mezclados en múltiples colaboraciones que no atendían a las fórmulas del mercado clásicas. Uno de esos pocos momentos irrepetibles en la historia mundial de la música popular.
Si la Bossa Nova es producto de una época de democracia política y esplendor económico (blancos de clase media del sur de Río: Ipanema y Leblon), el Tropicalismo es fruto de la dictadura militar que vivió el país a partir de 1964. Y, sobre todo de la psicodelia de los últimos años sesenta. David Byrne y Beck redescubrieron en los 90 para el gran público de todo el mundo el secreto a voces del colorista, pop y floclórico tropicalismo. El llamado Tropicalismo, Tropicália o Movimiento Tropicalista aglutinó. a los artistas Caetano Veloso (artífice del nombre), Gilberto Gil, Gal Costa, Os Mutantes, Tom Zé, Nara Leão y Rogério Duprat, así como los poetas Torquato Neto y José Capinan. No tuvo en su momento mucho éxito fuera de Brasil. El álbum colectivo ‘Tropicália ou Panis et Circensis’ es el manifiesto de este movimiento, cuya conmoción artística, social y política no tuvo parangón si no llega a ser por la bossa.
Uma noite em 67
El documental ‘Uma Noite Em 1967’ narra uno de los días más importantes de la música brasileña. El 21 de octubre de 1967, en cuya noche en la que se celebró la final de la tercera edición del por aquél entonces súper importante ‘Festival da Música Popular Brasileira’ que emitía la cadena TV Record. En 1967 subieron al escenario unos bisoños Chico Buarque, Caetano Veloso, Gilberto Gil con Os Mutantes, Roberto Carlos, Edu Lobo y Sérgio Ricardo. El follón que se escuchaba en la platea es digo de ver y escuchar. De ese escenario surgieron las grandes estrellas de la canción de Brasil. La final fue tan reñida que en el fondo a la gente le importó un pito quién ganó. Para que se hagan una idea, Caetano Veloso fue cuarto.
Sin más preámbulos, con ustedes, algunos de los más representativos artistas de Brasil, desde los 50 hasta la actualidad, que pueden además escuchar en esta lista.
[ Este reportaje fue originalmente publicado de manera más extensa en Revista Don 8 (junio 2014). Descarga Don GRATIS en el App Store (iPad) y Play Store (Android) ]
João Gilberto
El misterioso guitarrista (no actúa desde 1962 en Rio de Janeiro) que inventó la Bossa Nova. El 10 de julio de 1958, João Gilberto grabó 'Chega de saudade', composición de Vinicius de Morães y Tom Jobim. En diciembre se publicó un 78 r.p.m. con la canción en la cara A y 'Bim bom' en la B. Nadie daba un real por las canciones de un guitarrista, pobre de solemnidad, que vagabundeaba de casa en casa de amigos en Rio de Janeiro. Pero tuvo una gran acogida y se decidió lanzar un LP en 1959. Aquí comienza la leyenda de un guitarrista que inventó uno de los principales géneros musicales de la segunda mitad del siglo XX. Gilberto conversa en vez de cantar mientras la guitarra marca un ritmo sincopado e irresistible, la batida de la bossa nova. La guitarra hace una cosa y la voz otra.
Tom Jobim
El gran compositor del género. Antonio Carlos Brasileiro de Almeida Jobim fue el gran autor de la música brasileña: el aeropuerto internacional de Rio lleva su nombre y el Centro Tom Jobim, en el Jardín Botánico de Río alberga 10.000 documentos sobre el músico que compuso canciones tan arrebatadoras como 'Chega De Saudade', A'guas de março', 'Desafinado' o A'gua de beber', por citar unas pocas. Fue la 'Garota de Ipanema' la que le dio fama, y que llegó a cantar con Frank Sinatra. En las imágenes que han perdurado, Jobim compone con la flauta travesera o el piano canciones de estructura más que complicada, o aparece con alguna de las cantantes como Elis Regina, para hacer sonar de manera natural y espontánea esa endiablada estructura.
Vinícius de Moraes
Marcus Vinicius da Cruz de Melo Moraes fue el gran letrista de la Bossa Nova. Un poeta que vivió de manera bohemia pese a haber sido diplomático hasta 1968. “Cesen a ese holgazán”, decía la nota del ministro de la Dictadura que le despidió. Se casó ocho veces y solía recibir dentro de la bañera de agua templada con una tabla sobre la que descansaba la máquina de escribir, el tabaco y el whisky. Escribió para Jobim, Carlos Lyra y Toquinho, con el que trabajó más de una década (y ya me estoy arrepintiendo de no haberlo incluido en la lista, desde aquí mis disculpas). Vivió la vida como nadie . El documental ‘Quién pagará el entierro y las flores si yo me muero de amores’ narra a la perfección al poeta de la MPB.
Astrud Gilberto
Mujer de Joao Gilberto y madre de Bebel, Astrud fue una de las primeras voces de la Bossa Nova debido a sus vinculaciones familiares, aunque su inconfundible timbre es una de las voces más características de la Bossa Nova. En 1963, su marido grababa en Nueva York junto al saxofonista Stan Getz el mítico LP ‘Getz/Gilberto’. Cantó unas estrofas y gustó tanto que es la voz de todo el álbum aunque no aparezca en los créditos. Separada del guitarrista, su voz en la Garota de Ipanema la catapultó como artista de éxito. Sus álbumes para Verve de la década de los sesenta son verdaderas joyas camp.
Chico Buarque
Pertenece a la generación posterior a los pioneros de la Bossa Nova y es contemporáneo del tropicalismo, pero Francisco Buarque de Hollanda, ese carioca blanco de familia intelectual, ha ido a su aire siempre. Compositor y poeta, sus ojos han hipnotizado a varias generaciones de brasileños. Novelista de gran éxito en la actualidad, es necesario detenerse en los 6 minutos y 24 segundos de su canción 'Construção,' de 1971 para entender la magnitud de su obra. La letra está compuesta en versos dodecasílabos, que siempre terminan en esdrújula. Los 17 versos de la primera parte (cuatro cuartetos, además de una copia de los resultados) son los mismos que componen la segunda parte, cambiando sólo la última palabra. Impacta cuando, apenas alcanza los dos segundos, una locura de cuerdas y vientos, te vuelan literalmente la cabeza en pedazos.
Elis Regina
"Entre la espada y la pared, me lanzo hacia la espada", dijo en una ocasión. La gran cantante de la MPB (Música Popular Brasileña) tuvo un trágico final. El 19 de enero de 1982 fallecía en su casa de São Paulo de una sobredosis de Cinzano y cocaína. Sus tres hijos estaban con ella, incluida María Rita (después cantante de éxito como la madre). Elis Regina Carvalho Costa empezó su carrera de niña y a los veinte años ganaba 15.000 dólares al mes y tenía su propio programa de televisión. Caetano Veloso dijo que "era cursi, vulgar y llena de talento". Su álbum de 1974 con Tom Jobim ‘Elis & Tom’ es su obra cumbre en una carrera truncada demasiado pronto.
Caetano Veloso
Los brasileños aman su música, la MPB, como no he visto en ningún otro lugar. Y no son precisamente pocos en este continente/país. No existe un figura en España que pueda retratar la devoción que siente Brasil ante su mayor artista, su dios Caetano Veloso. Asistí junto a 100.000 personas en 2002 a un show gratuito de Veloso en el Parque de Ibirapuera de São Paulo y lo entendí todo. Es la banda sonora de varias generaciones de brasileños. Se saben de pé a pá todas sus clásicos, que no son pocos: 'Alegria, Alegria', 'O Leãozinho', 'Sampa', … pero sobre todo 'Sozinho'. Veloso lideró el movimiento Tropicalia, tuvo que exiliarse (maravillosa su canción 'Terra') y con los años se ha convertido en uno de los intelectuales más respetados del mundo desde el poder establecido a los indies. Muy recomendable su libro ‘Verdad Tropical'.
Os Mutantes
No ha habido una banda tan original, extravagante, moderna y molona, no ya en Brasil, sino en todo el mundo. En un país dominado por solistas, el trío Os Mutantes eran unos verdaderos marcianos y no sólo por su nombre o sus pintazas. Su mezcla de psicodelia y sonidos tropicales sigue sonando vanguardista. Escuchen ‘Panis Et Circensis’ y verán. Imaginen a tres adolescentes en 1967: Rita Lee, Arnaldo y Sérgio Baptista , con pintas de alienígenas en el Brasil de la dictadura. Incluso la izquierda les consideraba unos pirados. Ellos, que todavía siguen en activo, salían a escena disfrazados de novia, arlequín y toreros y, sobre todo, grabaron cinco álbumes realmente osados. Si el tropicalismo fue la respuesta brasileña a la contracultura de los sesenta, Os Mutantes fueron su mejor versión.
Gilberto Gil
¿Se imaginan a Joaquín Sabina de ministro de Cultura con el PSOE de Felipe González? Un horror, ¿qué no? Pues Gilberto Gil fue ministro de cultura de Brasil en el primer gobierno del glorioso Lula Da Silva de 2003 a 2008. Y lo hizo excelentemente bien. Antes, a finales de los 80 ya había sido de secretario de Cultura del Estado de Bahía y concejal de Salvador, por el Partido Verde. Gil, uno de los pocos artistas negros del Tropicalismo, participó en las marchas de Río de Janeiro en 1968, estuvo preso en la cárcel y sufrió el exilio. Es conocido por su defensa del software libre y en lo musical qué decir en un párrafo, es tan prolífico que resulta difícil clasificarlo. Digamos que ha sido el que más ha mirado a la samba y a África.
Gal Costa
Gal Costa formó parte desde la prehistoria, a comienzos de los sesenta, de la pandilla de los músicos de su generación de Salvador de Bahía. Las mujeres de Gilberto Gil y Caetano Veloso, las hermanas Sandra y Dedé Gadelha, eran amigas suyas. El primer álbum de la cantante ‘Domingo’ lo grabó junto a Veloso en 1967. Formó parte del movimiento Tropicalista, y publicó a lo largo de los siguientes años tremendos álbumes como su homónimo de 1968, ‘Legal’ (1970), ‘Gal a Todo O Vapor’ (1971) o ‘Índia’ (1973).
Jorge Ben
Cateano Veloso dijo que Jorge Ben hubiera sido tan grande como Bob Marley si hubiera cantado en inglés. Pero aunque Jorge Duílio Lima Meneses no haya tenido tanto reconocimiento como debería (es el autor, pero casi nadie lo sabe de clásicos como ‘Mas que Nada’ o ‘País Tropical’), es uno de los inventores de la samba rock, debido a su potente batida (ritmo) a la guitarra. Jorge Ben, obsesionado el esoterismo y la alquimia añadió un Jor a su nombre: Jorge Ben Jor. ¿Pudo haber sido peor, verdad Terence Trent D’Arby?
Maria Bethânhia
Ser la hermana pequeña de Cateano Veloso tiene sus cosas. Entre otras, incluir Maria Bethânia en esta lista (¿Ella sí y María Creuza, no?). Pero Maria Bethânia es una de las cantantes mñas populares de Brasil. Ha granado más de 50 LPs, aunque sin duda su álbum en directo de 1970 en La Fusa con Vinicius de Moraes y Toquinho está considerado una de las obras cumbres de la MPB. En la actualidad, es una suerte de Patty Smith brasileira.
Tom Zé
David Byrne además de descubrir al mundo gran parte de la música brasileña es el artífice de la segunda vida de Tom Zé. Byrne viajó a São Paulo para presentar su película 'True Stories' y compró un lote de discos de samba. Entre ellos, de casualidad, estaba 'Estudando o samba' (1976) de Zé. El brasileño, que había formado parte del Tropicalismo, había perdido el tren de la popularidad por su estilo experimental, a lo Frank Zappa. Byrne editó el recopilatorio ‘Massive hits: The best of Tom Zé’ y Tom Zé que estaba a punto de ponerse a trabajar en la gasolinera de su sobrino publicó nuevo material. Y así hasta la fecha. Cada vez más chiflado y más interesante. Buena prueba es el documental ‘Astronauta libertado’ (2009), de Ígor Iglesias González.
Raul Seixas
Obviada la samba y el Carnaval en esta guía sonora de Brasil, la presencia de Raul Seixas, el pionero del rock, era obligada. Su canción ‘Metamorfose Ambulante’ es tan bonita que además da título al reportaje. “Nací en Brasil por un infortunio del destino”, dijo una vez uno de los pocos artistas que abominó en público de la Bossa Nova.Contemporáneo en tiempo y espacio a los tropicalistas, tuvo la suerte o la desgracia, según se mire, de vivir al lado de la Embajada americana en Salvador de Bahía. El rock and roll de los cincuenta de su infancia lo tenía demasiado cerca para obviarlo. Pensaba que la bossa implicaba ser nacionalista, brasileño. En cambio, el rock era reaccionario, contracorriente. Como él. Su antipatía hacia Caetano Veloso y amigos cambió cuando incorporaron la psicodelia a su raíz brasileña.
Tim Maia
El padre del soul brasileño. Tim Maia era un personaje excesivo (reconocía públicamente su adicción a la cocaína y la marihuana) cuya estancia de cinco años en Estado Unidos entre los 50s y los 60s influyó decisivamente en su música. Combinó el funk de James Brown con el soul más suave de Barry White. De hecho cuando éste fue popular en Brasil con sus baladas, le tildaron del Tim Maia americano. En los 70, el poder del cantante fue tal que ayudó a asentar el movimiento 'Black Río' donde la juventud negra de la ciudad adoptó los peinados afros y el estilo al vestir del soul en boga en fiestas que duraban todo el fin de semana. Su legado lo mantiene Ed Motta, sobrino de Maia y artista de éxito en Brasil. en la actualidad.
Marisa Monte
Quizás la conozcas por ser la mujer del trío Tribalistas con Carlinhos Brown y Arnaldo Antunes. El glorioso pero manido himno 'Já sei namorar' no deja de ser un anécdota en la PJ Harvey carioca. Marisa Monte es una diva contemporánea de la música brasileña, desde que publicara su primer álbum en 1988. Pálida, delgada, alta, Marisa Monte no es una intérprete, es una compositora, que no hace concesiones, que experimenta, que controla su obra y que, por suerte, tiene mucho éxito.
Luiz Gonzaga y el forró
Es de recibo, terminar esta selección, mencionando al forró como estilo y a su embajador Luiz Gonzaga. El forró puede ser visto como una extravagancia musical en un país donde la música tiene tanta importancia y donde la samba, la bossa, la MPB dominan el mercado. Pero no es así. En un país tan grande y con un acordeón (flipante, eh?) como principal instrumento, el forró es también una religión, sobre todo en Nordeste, y con epicentro Pernanbuco. Y Luiz Gonzaga, ‘Lua’ como su gran maestro de ceremonias. Si abominas el acordeón ni lo intentes. Si te va el ritmo endiablado, dale una oportunidad. Es diferente. Tiene algo que engancha. Pero no sé explicarlo.
