Supongo que ya habréis leído que la pobre Lindsay Díaz tenía una vivienda en el barrio de Rowlett en la ciudad de Dallas (¿qué habrá sido de Bobby Ewing?) y por culpa de Google Maps se la han tirado.
La historia es sencilla y el daño mayúsculo: tras los destrozos ocasionados en la ciudad tejana por el paso de varios tornados, numerosos edificios han tenido que ser demolidos. Uno de ellos tendría que haber sido el edificio situado en el 7601 de la calle Coosteau. Pero los operarios que tenían que preceder, chequearon en Google Maps la situación exacta del inmueble que (por error) les llevó al 7601 de la Calypso Drive, calle pararela a la anterior. Lo siguiente fue una llamada de un vecino de Lindsay deciéndole: “cari, están tirando tu kely” (todo esto en inglés, suponemos). Ahora el problema es señalar quién ha de hacerse cargo del error: la compañía que tiró la casa (que le echará la culpa a Google Maps) , la aseguradora (que le echará la culpa a los trabajadores), o Google Maps (que le echará la culpa a los anteriores o en su defecto a Pablo Iglesias por bloquear la formación de un gobierno de izquierdas… Ah no, esto es de otro tema).
Este curioso incidente nos ha hecho recordar algún otro caso extraño en el que Google Maps ha sido protagonista, como el de Davie Lee Niles, un hombre que desapareció el 11 de octubre de 2006 y del que no se había vuelto a saber nada hasta que una foto aérea de este servicio reveló una mancha oscura en el fondo de un lago de Michigan que resultó el del coche hundido de Davie (con Davie, o lo que quedaba de él, dentro) y que había permanecido durante una década oculto en las oscuras aguas del lago.
Histo
rias como estas alentaron a millones de internautas a buscar imágenes curiosas, con mensaje o formaciones raras (islas en forma de corazón, hoteles con forma de cocodrilos, campos con forma de vírgenes…), y al alcance de cualquiera que tenga conexión a internet y espíritu Cuarto Milenio.
Incluso mentes inquietas como la de Jon Rafman se han dedicado a recopilar imágenes curiosas del Street View y crear el proyecto 9-Eyes, un sitio web que recolecta las instantáneas más impresionantes captadas por las cámaras de Google: revueltas callejeras, detenciones, monos curiosos, gente con pistolas… “El mundo capturado por Google es mucho más honesto y transparente porque esta capturado acorde a la realidad, con una percepción neutral, no subjetiva y de forma masiva”, afirma Rafman. Artista, poeta y filósofo, lo tiene todo el tío.