Inauguramos una nueva sección en Revista Don que tiene la intención de elevar vuestra cultura musical patria a los niveles de un verdadero coolturera. “Ámalos antes de que sean mainstream” os hará el trabajo sucio y seleccionará y descubrirá las bandas más interesantes que suenan por nuestro país antes de que llenen un Palacio de los Deportes.
Nos estrenamos con Nunatak, que acaban de sacar su segundo LP, Nunatak y el pulso infinito, un disco contundente y elaborado con vocación épica y sensibilidad coral.
Hablamos con Adrián, voz y guitarra; Álex, batería; y Pedro, teclado, chelo y voz; sobre los retos de llevar un disco al directo, sobre la escena murciana, sobre el efecto de los festivales e Internet en el consumo de la música, … y sobre mil cosas más que podríamos haber hablado porque estos chicos tienen discurso para rato. A continuación el resumen de hora y media de interesante conversación.
Os voy a pedir, así de entrada, que me hagáis el trabajo. Definíos como banda:
Álex: Al principio siempre nos etiquetaban como pop folk, no tanto por las canciones en sí como por el tipo de arreglos que utilizamos: guitarras acústicas, ukelele, trompetas, muchas cuerdas. Pero en este segundo LP, hay nuevos elementos tipo guitarras eléctricas, teclados de colchón,… ha evolucionado a algo más contundente, aunque seguimos trabajando con arreglos muy corales, con la idea de embellecer las canciones con muchas capas de instrumentación.
Adrián: Es folk épico.
La primera luz tiene unos arreglos musicales impresionantes, muy complejos, ¿cómo vais a trasladar esta canción al directo?
Adrián: Ven el 2 de abril a la Siroco y lo ves.
Pedro: Yo, precisamente, me he incorporado al grupo para poder llevar lo más fielmente posible las grabaciones del disco nuevo al directo. Tanto José Manuel como yo hacemos armonías de voz, que es algo que musicalmente llama especialmente la atención.
Adrián: Justo La primera luz es un buen ejemplo de lo que estamos haciendo. En este tema, Pedro, que su instrumento principal es el teclado, coge el chelo y canta. Jose Manuel que su instrumento principal es la trompeta toca el piano y canta. Y el resto va cada uno con su instrumento. Al final, de la grabación en el estudio, faltan un par de pistas o tres. Estás llevando una de las canciones más jodidas en cuanto a arreglos casi fiel al directo. Eso es lo que hemos buscado sin volvernos locos: intentar, como dice Álex, que si alguien está sin hacer nada que haga algo.
Álex: si tienes las manos vacías y han pasado 20 segundos, algo estamos haciendo mal.
Adrián: Vamos que los técnicos de sonido nos odian.
Álex: Somos el enemigo de los técnicos de sonido y el amigo de la primera fila.
¿Cómo ha evolucionado Nunatak en este segundo disco? ¿os sentís más maduros musicalmente?
Álex: En este disco por primera vez hemos tenido un productor de verdad. En los anteriores hemos sido nosotros y como productores sabemos lo básico… sabemos lo que nos gusta pero no sabemos cómo hacer lo que nos gusta a ciertos niveles. Con Luca Petricca, en los Estudios Reno, ha sido otra dimensión. Queríamos llevar la potencia del directo al disco y Luca lo ha conseguido de largo. Además, en este segundo disco hemos perdido el miedo a jugárnosla un poco más. El primer disco tenía una pureza acústica que no nos ha importado perder en éste.
Adrián: Por un lado, hemos perdido la obsesión con el acústico y hemos ganado caña, y por otro lado es un disco mucho más ecléctivo, hay cuatro o cinco temas que son de su padre y de su madre.
En general, cuando comienzas con un grupo tienes que hacértelo y comértelo tú todo sepas o no sepas porque no tienes medios: la producción, el arte del disco, la imagen,… ¿creéis que crecer como grupo es empezar a delegar ciertas partes del proceso en expertos con los que os sintáis cómodos trabajando?
Adrián: Has tocado un tema sensible.
Álex: Yo soy de la opinión de que es muy complicado delegar o confiar una parte de lo que tú muestras como tu arte a una visión externa sin tener cierto control.
Adrián: Es un salto de fe brutal.
Álex: Tanto en el caso de un productor, como de un estudio o de un realizador, puedes saber cosas que ha hecho antes pero no lo que va a hacer contigo.
Adrián: En el tema de la producción vas más sobre seguro porque es un proceso de trabajo en el que vas a estar encima, las dos partes van a tener que ceder siempre pero vas a llegar a un acuerdo y al final va a molar. En la parte de artwork es similar. Sin embargo en la parte de vídeo es más complicado porque te lo dan ya hecho. Todos nuestros vídeos, excepto el último, los hemos hecho nosotros, porque da la casualidad de que yo hago vídeo y los he dirigido yo.
El pulso infinito es un disco conceptual, ¿cuál es ese concepto sobre el que gira el disco?
Adrián: Básicamente la idea es que la vida siempre se abre paso, desde la bacteria más humilde que coloniza un lugar muy hostil hasta el ser humano que en el futuro irá a otro planeta. Escudriñamos qué es lo que empuja a la vida a colonizar otros sitios. También hay muchas canciones que hablan de los pioneros, de las personas que han explorado ciertas zonas a priori hostiles.
Habéis conseguido sacar adelante este segundo largo gracias a una campaña de micromecenazgo. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Qué consejos para un grupo que se esté enfrentando al mismo proceso?
Adrián: Sobre todo planificación y promoción, y estar muy activo donde todo el proceso. Tener un plan y saber adónde quieres llevar y no embarcarte en algo que no puedas conseguir. No puedes tener un grupo desde hace 5 meses y pedir 10.000 euros.
Álex: Hay una presión porque te estás exponiendo, hay que valorar qué pedir sin pasarte para poder conseguirlo. Nosotros teníamos un plan de ofrecer material para que la gente se fuera enganchando poco a poco.
Adrián: Teníamos camisetas, bolsas, toda la discografía, pósters, fotos de la grabación. También sacamos unas cajitas que tienen unas bombas de semillas que iban con la descarga digital, algo especial para los mecenas.
Álex: A lo mejor sacamos una tirada especial de botellas de vino “Nunatak” porque el otro día tuvimos una presentación para medios en Aranda y volaron todas.
Sí, es cierto, hicistéis una presentación en las bodegas Neo, de Javier Ajenjo (director del Sonorama), me lo perdí..
Adrián: Pues te perdiste una buena. Básicamente fue nieve, cordero y Ribera del Duero.
¿Cómo surgió esta idea tan original?
Álex: La gente del sello tenía contacto con Javier Ajenjo porque hemos tocado en el Sonorama varias veces. La idea era hacerlo en un sitio distinto adónde a la gente le apetecería ir por el entorno, conseguir captar la atención de la industria musical y sacarla fuera de Madrid.
Da la impresión de que la escena musical española se concentra en Madrid para el rock y el pop y Barcelona para la electrónica, ¿cómo es la escena musical en Murcia?
Álex: En Murcia, por mucho que esté en medio de la huerta, salen bandas sin parar. Cada año hay dos o tres nuevas intentándolo.
Adrián: Quizás no ha trascendido aún a medios (la efervescencia de la escena murciana) pero las bandas sí que se conocen. Dices que eres de Murcia y la gente ya se pregunta qué coño está pasando allí: Perro es de Murcia, Neuman, Viva Suecia, Barry, Second,… cómo un lugar tan pequeño está sacando tantas bandas que gustan y que están en todos los festivales.
¿Ha ayudado a este auge de bandas la erupción de festivales en la zona y en todo el país, o todo lo contrario?
Álex: Los festivales son un arma de doble filo. Por un lado, hay cantidad de festivales que, siendo de Murcia, te permiten irte a tocar a León, por ejemplo, y tener a 200 o 2.000 personas delante, que es algo impensable para una banda con poco recorrido. Pero, por otro lado, la gente va a dos festivales al año y piensa que con eso ya ha cumplido con el tema de ir a conciertos.
Adrián: Los festivales han edulcorado la experiencia de ir a un concierto. A las giras por salas les perjudica bastante. En Murcia han cerrado muchas salas, la gente se vuelve más perezosa. También tiene sus cosas buenas, no lo quiero endemoniar porque a mí me gusta ir a festivales y tocar en festivales.
El otro día leí un artículo en Jot Down que achacaba a internet y a las descargas digitales ilegales la pérdida de calidad de la música actual, ¿lo véis vosotros así?
Adrián: Seguro que tiene que ver pero yo se lo achaco más a la prisa, al tiempo que se tarda en sacar material nuevo. La gente demanda material nuevo y las multis demandan a los grupos que saquen disco rápido. De todos los grupos que salen quizás no deberían salir tantos porque no ha dado tiempo de testar su calidad, y en cuanto al material, tampoco hay tiempo para sentarse y hacer un buen disco. Obviamente el dinero cuenta pero hay bandas de deporte que siguen sacando discos de mierda. Con todos mis respetos el disco nuevo de Coldplay es una basura tan brutal… y han tenido tiempo para hacerlo bien pero eso es lo que han elegido. Aunque suene muy hippie y cascarrabias, la globalización hace que se produzca comida muy rápido, para todo el mundo, barata y de poca calidad, ropa siguiendo el mismo patrón, música siguiendo el mismo patrón, cultura siguiendo el mismo patrón. Hay mucha demanda y hay gente que quiere sacar tajada de esa demanda y le da igual la calidad. Está pasando en todo el planeta y totalmente transversal en muchísimos sectores de producción.
Pero realmente ¿nos estamos acostumbrando a la música de mala calidad?
Adrián: Sí, claro. Igual que los tomates de Hacendado hace 5 años no se los comía nadie y ahora están ricos, porque ya no te acuerdas de cómo era un tomate de verdad. Es el consumidor el que tiene que demandar otras cosas, la culpa es compartida, del produce y del que consume: si tu demandas mierda, te vas a comer una mierda.
Te gustará Nunatak si te gustan… ¿qué grupos?
Arcade Fire, Beirut, Standstill, Mumford and Sons, Fanfarlo,…
No te gustará si escuchas… ¿qué?
Gemeliers, La Húngara, Pxxr Gvng.
Podréis comprobar cómo suenan estos murcianos en directo el próximo 2 de abril en la sala Siroco de Madrid. Entradas aquí.