Hoy se cumple el 35 aniversario del intento fallido de golpe de Estado por parte del Teniente Coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero. Aprovechamos la coyuntura para recordar a otros miembros de la benemérita que han hecho historia (para bien o para peor).
ANTONIO TEJERO MOLINA
Un guardia civil bigotudo y enjuto entra en el Congreso de los diputados un 23 de febrero de 1981, con la democracia aún fresquita, pega unos tiros y deja una frase para la posteridad: ¡se sienten coño! Las cámaras lo graban todo, y como de aquella, no había ‘Gran hermano’, ‘Ni tu cara me suena’, ni había otro canal que no fuera la Primera, pues toda España se entera en directo. Luego ponen muchas pelis y programas para distraer al pueblo y que no se entere de si el rey está o no está con los demócratas o con los golpistas. Al teniente coronel Tejero le dejan más solo que a Rosa Díez, así que la cosa se queda en susto.
El Dato: El 1982, estando en la cárcel, Tejero organizó un partido poltitico derechuno para presentarse a las elecciones llamado Solidaridad Española que obtuvo 28.451 votos. En 1996 salió de la cárcel.
EVARISTO TORRECUADRADA (aka Jose Manuel Cervino)
¿Qué es lo peor que le puede pasar a un picoleto? Que le salga un hijo maricón. ¿ Y lo segundo peor? Que le salga drogadicto. Por aquel entonces, principios de los 80, los padres preferían un hijo muerto antes que un hijo yonki o maricón. Eran otros tiempos, afortunadamente. Pero, ¿qué podría ser aún peor que tener un hijo yonkarra? Pues que fuera un delincuente y tuviera como colega de trapicheos al hijo de un diputado abertzale. Y en Bilbao, hostias. Todas estas calamidades le ocurrían al comandante de primera Evaristo Torrecuadrada en la película de Eloy de la Iglesia (no confundir con Alex, na que ver) en ‘El Pico’.
Momentazo: “Aún quedan cinco balas, suficiente para meterte un tiro y después pegarme yo otro” le dice Evaristo a su hijo mientras le apunta a la cabeza.
AGUSTÍN OLMOS y SEBASTIÁN ROBLES
Siguiendo la estela de otras grandes parejas policiales televisivas (Starsky y Hutch, Sonny Crockett y Ricardo Tubbs, Romerales y María de la Encarnación…), a alguien de RTVE le debió parecer una idea buenísima hacer una serie sobre una pareja de la guardia civil formada por un guaperas resuelto y un calvo torpón. Y por rizar el rizo, pensaron que Olmos y Robles era un título cojonudo. Todo muy rural, muy español, muy metafórico, muy realismo poético, muy La Rioja. La idea de la productora de Flippy (tal cual, chimpúm) no gustó ni a público (empezó en un 19% y terminó en un 12% de audiencia) ni mucho menos a la benemérita que echaba espuma por la boca cada vez que veía al Chemi de ‘Aida’ vistiendo el uniforme.
El titular: La serie ‘Olmos y Robles’ de TVE indigna a la Guardia Civil por presentarlos como “torpes”, “tontos” y “paletos”
JUAN ANTONIO DELGADO RAMOS
¿Puede un partido rojo comunista que mira hacia Venezuela y las dictaduras castristas y representa lo peor de la política llevar en sus filas a un picoleto? Puede si es Podemos. En concreto el Podemos de Cádiz. Después de 18 años en el cuerpo, el 13 de enero se Juan Antonio Delgado se convirtió en el primer agente del instituto armado que entra en el Congreso de la mano de un partido político. Lo de Tejero no cuenta porque su entrada fue un poco más como elefante en cacharrería.
La foto: Abrazo en el Congreso entre el anticristo Pablo Iglesias y el ex-guardia civil y ahora diputado Delgado Ramos. El acabóse.
TOMÁS
‘La noche de los girasoles’ es una de esas pelis que plantean dilemas morales del tipo: si mataras por error y accidente a la persona equivocada y tuvieras la oportunidad de escurrir el bulto, ¿qué harías? ¿Dar la cara y enfrentarte a la cárcel o callar y hacer como que nada ha pasado? Ahora trasladamos ese dilema al sujeto que nos ocupa: si tú fueras un guardia civil al que tres tipos le confiesan ese crimen/accidente y pudieras sacarle tajada, ¿qué harías? ¿Abrirías tu cuadernito de atestados o dejarías caer la posibilidad de ‘olvidarnos de todo’ por la tontera de 90.000 euros? Ains, qué dilemas nos pone la vida.
El actorazo: Cada vez que aparece Celso Bugallo (Amadeo, el guardia civil honesto) en escena.
CARLOS BAUTE
Un programa de televisión aparentemente inofensivo (aunque parezca un oxímoron hablar de tele e inocencia) decide poner en marcha una fórmula que consiste en colocar a famosos en trabajos diferentes a los que desarrollan en su día a día; o sea, ser famosos. Y así se hace un listado de clásicos de ayer, hoy y siempre: el omnipresente Segura, la pareja de moda (es un pour parlé) Alaska y Mario, el renacido una y otra vez Fernando Romay y así sucesivamente. Y en estas que convencen a Baute para que se meta en la piel de un guardia civil para salir a patrullar las calles y a hacer unos planos chulos que luego eso a la gente le gusta mucho. ¿Todo bien? No, todo mal.
La marimorena: La AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil) denuncia que la Dirección General de la Guardia Civil ha puesto todos los medios a disposición de un programa de Televisión cuando no se ponen soluciones a todos los problemas que afectan al cuerpo. O sea, la benemérita enfrentada, un poco como en el PP o como en ‘El hormiguero’ … ¿O es que nadie más ha notado esa tensión entre Rubio y Motos? ¿son cosas mías?
ELIAS (Christian Gálvez)
¿Qué hace el novio de España y yerno perfecto metido en la piel de un guardia civil? Ni idea.
¿Qué hace el director de ‘Desde que amanece apetece’ y “La conjura del Escorial”, masacrada por la crítica y que costó 12 millones de euros, volviéndose a poner detrás de la cámara? Nadie lo sabe.
¿Mereció la pena? A juzgar por los resultado en taquilla (recaudación total: 21.506€ / 3.929 espectadores) no.
El debut de Christian en el cine se quedó en un lamentable “pasapalabra”.
La frase: “Quiero el mismísimo mínimo esfuerzo de siempre”.
LUIS ROLDÁN
Palabras mayores. Capítulo aparte. Por muchas razones. La primera, porque técnicamente nunca fue picoleto aunque sí fuera Director General de la Guardia Civil. La segunda, porque estando al frente de este cargo se vio inmerso en un caso de corrupción (ay qué tiempos cuando la corrupción venía en frascos pequeños y no a chorro como ahora; ¿había menos corruptos o menos transparencia?). El caso es que Roldán fue un temazo gordo por muchas razones: su patrimonio se hinchó de la noche a la mañana (1.600 millones de pesetas de las de entonces), fue acusado de malversación, cohecho, fraude fiscal y estafa, salieron a la luz unas fotos en las que se veía a Luis sodomizando un animal hinchable en una orgía muy cure (lo peor de todo). Y luego la fuga, la detención en Laos, el “al lorito que tiro de la manta” célebre… Todo muy carnavalesco.
Conclusión: Desde lo de Bárcenas no se había visto nada igual, ¿o es al revés?
ERRORES MAYÚSCULOS
Hay dos películas en la historia de España que han levantado ampollas en las dependencias de la Guardia Civil: ‘El Crimen de Cuenca’ y ‘El caso Almería’. Ambos basados en casos reales. Ambos recreando historias de inocentes tratados como criminales (el primero como asesino, en el segundo como terrorista) y ambos con un desenlace fatal. Y en los dos casos la benemérita tuvo un protagonismo lamentable.
En ‘El crimen de Cuenca’ la minuciosidad con la que están narradas las torturas por parte de la Guardia Civil hace que el ministro Ricardo de la Cierva (UCD) ponga la película a disposición de la autoridad militar y quede secuestrada durante más de año y medio, y su realizadora (Pilar Miró) sea objeto de un proceso militar. Finalmente es estrenada a mediados de agosto de 1981, siendo la única película española prohibida durante la Democracia.
En ‘El caso Almería’ tres jóvenes, confundidos con miembros de la banda armada ETA, son secuestrados, torturados, asesinados y quemados para borrar huellas. Tres guardias civiles fueron condenados a 24, 15 y 12 años de cárcel.
PICOLO TRANSFORMER
Y terminamos con una idea de disfraz molón para lucir un día como hoy en el que se recuerda aquella tarde del 23 de febrero de 1981 en la que el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero irrumpió al frente de 200 guardias civiles en el hemiciclo del Congreso, donde se votaba la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo.