Aunque no deberíamos encasillar su trabajo en la categoría de cine combativo, no es la primera vez que el cineasta kurdo Keywan Karimi se atreve a desafiar a las autoridades. Él solo registra la historia y la realidad de su país, pero a veces, el gobierno de Irán se lo pone difícil. Se ganó un arresto por White dog of security, un documental sobre los juicios a menores, y lo encerraron un par de días por filmar el tráfico de petroleo en la frontera con Irak en Broken Border.
No han sido tan “benévolos” con su última película. Writing on the city cuenta la historia de Teherán a través de los graffitis de la ciudad. Muchos de ellos, con mensajes de signo político y reivindicativo. Karimi no hizo las pintadas y su juez, en realidad, tampoco ha visto la película. Sin embargo, el 22 de Diciembre de 2015 lo condenaron a 2 años de cárcel y 90 latigazos por ofensas al islam. Un despropósito que fue en aumento al recurrir la sentencia: 6 años de cárcel y 223 latigazos.
Karimi volvió a apelar, con un poco de miedo, esta última sentencia y de momento espera en libertad la resolución. En principio, el cineasta estará presente en el festival navarro Punto de Vista, donde se proyectará por primera vez su polémico documental. Aunque le confiscaron su ordenador y le destruyeron todo el material, consiguió salvar una copia de casa de su editor y terminar el trabajo.
Muchos cineastas iranís se han movilizado en contra de esta injusticia con cartas de rechazo a la condena. Entre ellos, Jafar Panahi que tiene prohibido filmar pelis pero las hace de forma clandestina. Los cineastas franceses de la Asociación de Autores, Realizadores y Productores (ARP) lanzaron un comunicado denunciando el desprecio por parte del Gobierno hacia la libertad de expresión y el Festival de Cine de San Sebastián organizó una recogida de firmas.
Más ambicioso, Punto de Vista está intentando reunir en su proyecto 223 words, este mismo número de cineastas, para cambiar un latigazo por una palabra de apoyo. Andrés Duque pide Libertad, Ignacio Agüero le envía Abrazo y ¡Amigo, ánimo! es la frase de Paulino Viota y Basilio Martín Patino. Todas estas muestras son muy importantes para Keywan Karimi y pueden influir de forma positiva en la resolución de su caso.
El desarrollo de la campaña se puede seguir en su canal de Vimeo, en donde van colgando los pequeños fragmentos que le envían los cineastas. De momento, cuentan con 100 palabras.