La series de televisión nórdicas ‘Borgen’ y ‘Bron/Broën’ (que ya tiene sucedáneo yanqui en ‘El Puente’) alargan a la pequeña pantalla el éxito escandinavo en la novela negra de autores como el matrimonio sueco Maj Sjöwall y Pëer Wahlöö o Henning Mankell, Jo Nesbo, Arnaldur Indridason y, por supuesto, Stieg Larsson.
POR ÁNGEL RAMOS / ILUSTRACIÓN: PERRACA ABISAL
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Maj Sjöwall y Pëer Wahlöö, un matrimonio sueco (como los integrantes de ABBA, ¿hay algo que empuja a los nórdicos a colaborar artísticamente con sus parejas?), son considerados como los grandes impulsores de la novela negra europea. En 1965 publicaron ‘Rosseana’ (RBA editores), primera novela de una saga protagonizada por Martin Beck. Las novelas de la pareja trascendían de la trama policial para ofrecer una profundidad psicológica de los personajes muy acentuada y, sobre todo, encerraban una feroz crítica al sistema sueco.
Henning Mankell, Jo Nesbo, Arnaldur Indridason o Stieg Larsson son todos autores superventas de novela negra que, como Sjöwall y Wahlöö, saltando las vallas del género al modo en que, Manuel Vázquez Montalbán, lo hizo con el detective Carvalho: cada caso de asesinato, cada acto violento tiene una relación directa con algún tipo de injusticia y, en el fondo, se producen porque nacen de la desigualdad o son generados por el propio sistema.
El tópico escandinavo, sobre todo el del español que asocia al escandinavo con un turista estrafalario en el vestir e incauto a la hora de pagar un 200% más por una jarra de sangría de mala calidad y a la escandinava media con un bellezón rubio y de ojos azules que se pirra por los hombres bajitos de pelo en el pecho, nos habla de unos ciudadanos confianzudos, cultos y algo aburridos que viven en unas sociedades donde reinan el bienestar y la equidad social pero, en realidad, son países más convulsos políticamente de lo que pudiera parecer (colaboracionismo con el régimen nazi, el asesinato de Olof Palme en 1986, la cadena de atentados de Anders Behring Breivik de 2011…) y donde la extrema derecha está creciendo con fuerza en los últimos años alimentando el miedo a la inmigración. Hay analistas que identifican el auge de este género en estos países con la pérdida de la ilusión sobre el modelo social de los países escandinavos y el recorte de las garantías sociales de los mismos.
La serie ‘Borgen’, estrenada en Dinamarca en 2010, hace un frío repaso sobre los males del sistema político del país que, de cuando en cuando, deja en un juego de niños el tono abiertamente beligerante de la versión americana de ‘House of Cards’.
Un año después de la emisión de esta serie, que en nuestro país es un secreto a voces entre los miles de millones de españoles que ven, comparten y entienden de series (debemos de estar ya por esa cifra astronómica de miles de millones), comenzó a emitirse ‘Bron/Broën’ (El Puente). La serie es una producción sueco-danesa (Es por ello que el título esté en los dos idiomas) de género policiaco que tiene como protagonista al puente de Oresund que conecta las ciudades de Copenhague (Dinamarca) y Malmö (Suecia). Esta construcción gigantesca es lo único que no se ha alterado en las dos temporadas emitidas hasta la actualidad, ha servido como escenario de los dos casos principales de las dos primeras temporadas (la aparición de un cuerpo seccionado entre la frontera de los dos países que se encuentra en la mitad del puente y el choque de un barco en los pilares del mismo puente) y, claro está, como elemento alegórico de la relación entre suecos y daneses. Porque sí, queridos lectores, tampoco en los países nórdicos pueden escapar de los topicazos y la serie está llena de ellos, de chistazos tipo “Un lépero y un bilbaíno” pero con suecos y daneses. El efecto cómico no es el mismo, de hecho las referencias se escapan para los desconocedores de los usos y costumbres escandinavas pero, en cierto modo, tiene mérito que hayan conseguido el éxito internacional ofreciendo un producto tan culturalmente extraño (extraño en el sentido de alejado).
Los protagonistas de “Bron/Broen” son la detectiva sueca Saga Noren (Sofia Helin) y el detective danés Martin Rohde (Kim Bodnia). Él es un avispado policía con mucha calle, padre de un hijo adolescente de su primer matrimonio y con una vida familiar marcada por la normalidad mientras que ella es una policía con unas enormes capacidades para la investigación y la observación de pruebas con una inteligencia fuera de lo común y, posiblemente, aquejada de algún trastorno (¿Asperger?). La pareja funciona como lo hacen todas las parejas de las “buddy movies”, por contraposición de personalidad pero, más allá de eso, se cumple la máxima de que, a medida que avanzan los capítulos, los personajes se acaban contagiando de la actitud del otro de una forma profunda e íntima, como explotando muy bien el viejo truco y sabiéndole sacar todo el partido. Como dato curioso decir que Kim Bodnia fue uno de los protagonistas de “El vigilante nocturno” (1994, Ole Bornedal), una de las mejores películas de terror de su década y que tuvo a los mandos al creador de la serie sueca ‘1864’ que es otra joya.
Cada una de las dos temporadas ha tenido una estructura parecida que ha funcionado por medio de ofrecer un caso criminal principal que se iba extendiendo y ramificando en otros más pequeños o más grandes como en una especie de juego de muñeca rusa. Tampoco es que en lo referente a los temas la cosa haya sido menos jugosa: la desigualdad social, el machismo, la permisividad política, los malos tratos, etc. Han servido como escenarios o justificaciones para adornar cada una de las tramas de las dos entregas.
Tras el final de la segunda temporada, catártico nos atreveríamos a decir, la tercera temporada llena de dudas sobre la capacidad de los creadores de la serie para retomar la producción en el difícil momento en que la dejaron. Por lo pronto el avance, un corto teaser, no deja lugar a dudas de que la violencia y los ambientes enfermizos serán parte importante de esta nueva entrega como lo fueron de las anteriores y que sus productores tienen claro que esta es la fórmula del éxito.
El interés de “Bron/Broen” ha sido tal que en 2013 la cadena norteamericana FX lanzó ‘The Bridge, una versión, con Diane Kruger y Demian Bichir de protagonistas interpretando a una policía norteamericana y a un detective mexicano. Sin muchos cambios porque, en lo esencial, ha sido una adaptación bastante fiel a la original y ha respetado los estereotipos de la serie: la norteamericana es una joven soltera buena para los detalles y el mexicano es un hombre de familia bastante más pegado al trabajo de investigación callejero. Mucho más chocante es la adaptación anglo-francesa o (franco-inglesa) de la serie, titulada “The Tunnel”, y que tiene como protagonista, claro está, al tunel que une las localidades de Calais y Folkestone y como protagonistas a los actores Clémence Poesy y Stephen Dillane y que, curiosamente, juega más con las diferencias entre franceses e ingleses y las reticencias con la que se miran los unos a los otros.
Los fans de la detective Noren y su frase-coletilla (“Saga Noren, Departamento de Homicidios de Malmö”) están de enhorabuena porque, todo apunta, será la protagonista absoluta de esta temporada que arranca a final de la semana…desgraciadamente en nuestro país la cadena que tiene los derechos, AXN, no la estrenará hasta primavera…pero nos sobran los motivos para invitarles a todos ustedes a que la vean y disfruten de una de las mejores series europeas de los últimos tiempos tanto por su calidad formal como por el hecho de que se salga, por completo, de los límites de su propio género.
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