‘Breaking bad’ es historia. Bienvenida sea su, toma ya, precuela y spin off, la muy esperadísima ‘Better call Saul’. Aunque, de momento, olvidémonos del tal Saul. Esta es la historia de Jimmy McGill, un picapleitos de mala muerte dueño de una verborrea apabullante y florida que tiene su despacho/vivienda en el trastero de un salón de uñas chino, conduce un auto que se cae a pedazos, viste trajes baratos, es aficionado a la botella, tiene un pasado como timador de poca monta y está especializado en meterse en líos. Líos gordos.
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POR RAFAEL BENÍTEZ
‘Better call Saul’ (estrenada recientemente por Movistar Series) sucede seis años antes de ‘Breaking bad’ en los mismos y polvorientos escenarios de Nuevo Mexico. Walter White, es de suponer, aún ejerce de honrado profesor de Química y padre de familia. Por su parte, nuestro (anti)héroe –interpretado magistralmente por Bob Odenkirk– es un ambicioso y desafortunado picapleitos de oficio que, andado el tiempo, y ahí está el leitmotiv del arranque de la serie, acabará reinventándose como Saul Goodman, representante legal y asesor de narcos y hampones, el tipo que más que un abogado criminalista es directamente un abogado/criminal.
Por lo que hemos podido ver hasta la fecha (en el caso de DON, los cuatro primeros capítulos), la serie es pata negra, tanto a nivel formal como narrativo, no en vano la firman las dos mentes preclaras que parieron y pergeñaron el fascinante descenso a los infiernos de Mr. Heissemberg en ‘Breaking Bad’, Vince Gilligan y Peter Gould (con los que tuvimos la oportunidad de mantener una charla, ver entrevista más adelante). En ‘Better call Saul’ hay comedia, más bien tragicomedia, pero también drama; y tensión, mucha tensión. Junto a nuevos personajes como Chuck, el extravagante hermano del protagonista, o Kim, con la que nuestro atribulado buscavidas mantiene una extraña relación sentimental, a lo largo del metraje aparecen viejos conocidos de los espectadores de ‘Breaking bad’ caso de Mike Ehrmantraut , quién aún no es su fiel escudero, o el violento y vicioso gángster latino Tuco.
Y no seguimos porque estaríamos adentrándonos peligrosamente en terreno spoiler y los spoilers, sobre todo en materia de series, están pero que muy mal vistos.
Bob Odenkirk nos desvela algunas claves de su personaje:
Lo más duro del rodaje fue separarme de mi familia. Vince insistía en que la serie tenía que rodarse en Alburquerque. Mis hijos son adolescentes y mi mujer tiene un negocio, así que no podrían venir conmigo. Al principio dije que no. Entonces mi hijo me dijo que iba a decepcionar a mucha gente. Yo le dije: “Voy a decepcionar a muchos extraños”, y él me dijo: “Mucha de esa gente son mis amigos”.
Nunca le pedí a Vince que escribiera este papel. En el pasado pudimos bromear sobre hacer una secuela y pude decir: “Si tú lo escribes, yo lo hago”. Pero nunca lo pedí, sólo quería hacerlo si Vince Gilligan y Peter Gould tenían un verdadero deseo de explorar el personaje.
Tan pronto como empezaron a escribir para Saul ambos se interesaron por quién era, por cómo alguien podía convertirse en este tipo de persona. Saul Goodman es una una fachada, este no es su nombre. La ropa que viste, la oficina que parece un decorado… todo está creado muy conscientemente. Este hombre está interpretando a un personaje. Así que, ¿quién es realmente? Es bueno en lo que hace, es un buen orador y un tipo listo. Su cerebro funciona rápido, a veces demasiado. Y puede que haga planes que quizás no sean tan buenos como debieran.
Lo que le ocurre a Vince Gilligan es que tiene curiosidad por los seres humanos y la transformación. Y en Better Call Saul Vince se pregunta: ¿quién se convierte en Saul Goodman? Y Peter Gould tenía esta inspiradora pregunta: ¿Qué le soluciona a alguien convertirse en Saul Goodman? ¿Y quién es la persona que elige esto? Nos estamos moviendo claramente en los márgenes de la ley así que, ¿quién es la persona que quiere esto? Creo que han creado a una persona con la que nos podemos identificar. Sabía que le pondrían múltiples capas, que no sería exagerado e impostado, y sabía que sería interesante.
Si Better Call Saul va de algo es de la transformación. Otra vez. Y para Vince esto no es fácil. Él no transforma o cambia a un personaje por diversión o para que funcione la historia. Siempre se pregunta: ¿quién es esta persona? ¿por qué hace lo que hace? ¿y qué nos cuenta esto sobre lo que realmente está pasando? La gente real no cambia fácilmente.
Esta serie es un punto álgido en mi carrera. No se puede conseguir un papel más rico que éste. Le decía a alguien que si Robert De Niro viera esto le echaría la bronca a su agente. Está TAN bien escrito. No he hecho nada para merecérmelo, me ha tocado la lotería. Hay mucha gente en el mundo del espectáculo que está continuamente vendiéndose para conseguir subir el próximo escalón. Pero no hay próximo escalón, no se puede mejorar a este Saul Goodman. No se puede escribir mejor, no se puede conseguir un ser humano mejor pensado. Todo es cuesta abajo a partir de ahora.
Better call Saul es tan seria como Breaking Bad en cuanto a su propósito e inspiración. Pero también es muy divertida, y eso es algo que no vi cuando estábamos rodando. Aquellas escenas serias eran tan exigentes, y raras y novedosas… eso es lo que se me quedó grabado cuando me fui. Pensé: “¡Guau! ¿Acabamos de hacer la serie más drámatica de la historia?”. Y entonces vi el primer capítulo, me había olvidado completamente de aquellas travesuras que Saul/Jimmy idea para intentar solucionar sus problemas. Esta es una de las razones por las que Vince y Peter crearon la serie, es divertido ver cómo este tipo cava su propia tumba con sus palabras. Ante esto sólo puedes sonreír. Recuerdo haber sentido lo mismo con Fargo, y eso es buena televisión.
No creo que sea necesario superar a Walter White, ni a Breaking Bad. En parte es imposible de superar por ninguna serie, porque la televisión en streaming apenas existía cuando Breaking Bad empezó pero sí cuando acabó, y era la serie perfecta para mostrar en streaming por sus momentos de suspense. En cuanto a la parte creativa, hacemos todo lo posible por crear una serie única e interesante. Supongo que debería sentir presión pero no la siento. Quizás es porque he estado en el mundo del espectáculo durante treinta años y he hecho muchas cosas. Quizás debería sentirme peor, pero no lo siento. Me siento feliz y emocionado por esta serie estupenda, divertida y única.
Me identifico con Jimmy McGill mucho más de lo que me identifico con Saul Goodman. Saul es el personaje. Es una fachada y él mismo te diría que lo es. Conozco gente así porque trabajo en el mundo del espectáculo. Y creo que al personaje de Saul le pasa justamente eso, está jugando un juego. Pero si miras a la gente real, la que está detrás del personaje, te das cuenta de que ellos no se lo toman como un juego. Y eso es lo que le ocurre a Saul, está realmente intentando ordenar su vida y sus sentimientos, sus esperanzas y sus sueños. Y éste es el personaje que encontramos en esta serie. No Saul, sino Jimmy Mc Gill. No vive la realidad de primera mano y sufre por ello.
La serie se desarrolla seis años antes que Breaking Bad, así que en algunas escenas llevo peluquín. Y creo que en otras han retocado mi cara por ordenador. Este tema del tiempo es más importante de lo que parece. No sólo es que vaya hacia atrás, se desliza alrededor de todo.
Soy mejor actor cuando descubro a mi personaje a través de pistas en el guión. Ni siquiera leo los borradores de los siguientes capítulos. Quiero saber lo que el propio personaje sabe en ese momento. Me encanta tener la mente despejada.
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