Tiene el atractivo de una vecinita pintona y la naturalidad de una lolita descarada. Aída Domenech (Barcelona, 1989) se define como una aficionada de la moda, pero su diario de estilo, Dulceida, es uno de los blogs más influyentes del mundo. Su éxito no es producto de la casualidad. Ella ha estado ahí siempre, es de las antiguas, de las que echaron raíces en Fotolog, cuando la gente aún quería ser artista porque esta profesión todavía no existía.
POR NOELIA FARIÑA / FOTOS: FELIPE HERNÁNDEZ / ESTILISMO: LORENA MARTÍNEZ
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Aida Domenech, fashion blogger.
Twitter: https://twitter.com/AidaDomenech
Instagram: http://instagram.com/dulceida
Desde que creó su blog en 2009, la catalana se ha transformado en una verdadera it girl: es maniquí de innumerables firmas (Gucci o Dior, por ejemplo), diseñadora de zapatos y joyas, vip en los mejores desfiles y Dj en eventos varios. Un primor, vamos. Ella lo fotografía todo y sus seguidores no le sacan ojo. Sus detractores, cuenta, también le generan muchas visitas. Incluso ha creado una aplicación para todos puedan ver sus looks desde el móvil (Android o iPhone).
Sin conexión a Internet, Aída es una chica normal. De las que visten zapatillas desgastadas y comen hamburguesas con queso. En ese plan está cuando la conocemos y ahí reside su secreto. “Los clientes la quieren porque es una chica muy natural”, dice su agente, Sergi Pedrero. No le gusta sonreír en las fotos pero se desenvuelve con gracia delante de la cámara. Después de una sesión por el Madrid más castizo, con cambios de vestuario a la intemperie y sin emitir ninguna queja, vuelve a la cama de su hotel. Este año se ha propuesto fotografiarlas todas. Y, en la cama con Dulceida, hacemos la entrevista.
Digamos que una chica cualquiera se saca fotos con su ropa, tiene acceso a Internet y, de repente, se hace de oro. ¿Cómo es posible?
Al principio era totalmente un hobby. Recuerdo que me empezaron a escribir fotógrafos y revistas pequeñitas para hacerme entrevistas o shootings. Mi primera colaboración grande fue con Tous. Hice una sesión con Xevi Montané en el Palace, iba vestida de Marchesa; fue algo… Al poco tiempo hice otra con Santa Eulalia, una tienda de lujo de Barcelona. Ahí tuve mi primer sueldo. Obviamente, no me podía dedicar solo a eso, pero todo fue creciendo poco a poco.
¿Los padrinos son necesarios?
No, y por eso estoy tan orgullosa. Me lo dicen siempre: “Estás ahí porque te lo has currado un montón. Sin ser hija de, sobrina de, o hermana de”. Además, sigo siendo yo. A muchas se les sube a la cabeza.
Como la famosa master class de Pelayo Díaz no llegó a celebrarse, nos hemos quedamos con la duda: ¿cómo te conviertes en tu propia marca?
A veces recibo anónimos diciendo: “Eres una valla de publicidad”. ¿Perdona? Mi trabajo es hacer publicidad. Aunque siempre lo digo, me pueden ofrecer 2.000 €, pero si algo no me gusta, no lo hago. A lo mejor, si no funcionara o no tuviera más trabajos, la cosa cambiaría… Pero el blog es mi hobby, soy yo y es mi personalidad. Cuando me pongo algo que no me gusta, se nota.
Top de algodón, de Oysho
Braga, de Intimissimi
¡Anda! ¿También se escucha mucho: “a mí me gustaba al principio, ahora se ha vuelto comercial”?
Hombre, es que ahora es un trabajo. Tampoco lo veo como una publicidad directa, porque estoy llevando algo que realmente me compraría. No soy una modelo, estoy contando la verdad. Te puedo decir con qué lo combinaría y si es cómodo o no.
Oye, somos muy fans del baile navideño que te marcaste con tus dos abuelas. ¿Ellas saben lo que haces?
Yo se lo explico, pero en realidad no tienen ni idea: “¿Y a donde vas hoy? ¡Ah, que te vas a las Maldivas! Pero ¿a trabajar? Pero, en las Maldivas, ¿qué trabajas?”. No lo entienden. Ellas creo que piensan que soy modelo o que a veces salgo en la tele. Están contentas y ya está.
Si buscas “egoblog” en Google, el primer resultado dice: “¿Qué es un egoblog y por qué no hay uno bueno?” No os lo ponen fácil…
Nos critican mucho porque hay mucha envidia. Yo no lo entiendo. A lo mejor, si me dices que te vas a Nueva York gratis, puedo decir: “¡Qué cabrona!”. Puedo tener envidia, pero es sana. Hay foros donde se pasan todo el día –y nos dan un montón de visitas–, hablando de nosotras, de lo bien y lo mal que lo hacemos. Hay gente que no lo entiende, piensan que viajamos de aquí para allá, nos regalan ropa y encima cobramos. Y no es así, es un trabajo precioso, pero tiene sus cosas. Es como trabajar en una oficina o ser obrero. Es como todos.
¿Cómo se normaliza tanto odio?
Nunca me ha afectado, lo que dicen son estupideces. Por ejemplo, si salgo fumando me dicen que no fume, que es malo y soy una mala influencia. Si fumo, ¿por qué me tengo que esconder como hacen todas las demás? Eso es engañar. Otras veces no le gustan los pantalones y empiezan a criticarlos. O te llaman fea. No sé, te pueden decir cualquier cosa. Muchas veces sí que respondo en plan: “creo que has dicho una tontería”. Alguna vez me he molestado, pero solo con comentarios muy desafortunados y groseros.
Y entre las bloggers, ¿Hay mucho pique?
Hay mucha rivalidad. No por mi parte, yo soy muy pasota. Si a ti te van a dar un trabajo y a mí otro, ¿qué más da? Yo al principio creía que era amiga de algunas, hasta que vi los follones que había montados.
¿Alguno publicable?
No, no. ¡Mejor no! Yo tengo a mis amigos, con los que me lo paso bien y ya. Eso sí, hay cordialidad y buen rollo.
Chaqueta, de H&M
Jeans acampanados, de MANGO
¿Todo es ocio y libertinaje, o es producto de los filtros de Instagram?
No es para tanto, solo que tienes que mostrarlo así. Yo soy de enseñar un poco mi vida, pero hay que mostrar solo los momentos bonitos. Por ejemplo, lo he dejado con mi novio y, a los tres meses, después de que todo el mundo me lo preguntara, me parecía que lo tenía que explicar. Son como mi familia detrás de la cámara. Me escriben chicas diciéndome que soy su amiga, aunque no las conozca. Eso es muy bonito. Obviamente, yo no voy a subir una foto llorando, pero también tenemos días malos.
¿Dónde está el límite entre el personaje real y el virtual?
Yo soy muy natural. Me muestro tal y como soy. Si que es verdad que, cuando me conocen, todo el mundo me dice: “no pensaba que serías tan cercana”. Quieras o no, en Internet se ve todo mucho más superficial. Mucha gente piensa que voy de diva.
De hecho, dicen que algunos bloggers tienen caprichos hollywoodenses. ¿El chófer y el champán rosado son imprescindibles?
Yo pido siempre viajar acompañada. Al principio, hace cuatro años, si el cliente era Gucci, lo hacía, pero ahora ni eso. Nunca viajo sola. Tampoco lo pedimos porque siempre nos ponen buenos hoteles, pero, si nos pusieran hoteles feos, yo pediría que fuera bonito. Otras veces, si hay algún evento, pedimos maquillaje y peluquería. Ni champán, ni rosas. Yo llego a la habitación y casi siempre llamo al room service y pido una hamburguesa con queso y patatas fritas.
—No, lo primero que haces es comerte la patatas pringles del minibar —interviene su amigo.
¿Visto uno, vistos todos?, ¿Qué te diferencia del resto?
Sí, es verdad, y sobre todo en España. Para mí la mayoría son muy aburridos. Yo no sé lo que me hace diferente, pero, por lo que dice la gente, es mi personalidad. Creo que la muestro siempre. Además, si veo a una blogger con un abrigo y al día siguiente lo tienen todas, aunque me guste, intento no ponérmelo. Me gusta ser diferente.
¿Ser blogger de éxito es sinónimo de diseñador?
He diseñado zapatos porque me dieron la oportunidad [Este año lanzó su segunda colección con la firma Krack]. Los dibujaba, decía cómo quería que fueran, pero no soy diseñadora. Para eso hay que estudiar y saber. También he diseñado un collar, porque tuvimos una idea muy guay y decidí que se tenía que hacer. Pero no me considero diseñadora.
He visto que también eres Dj, ¿qué música pones?
Me encanta la música, y en verano voy a todos los festivales que puedo. Al principio no quería pinchar porque lo hacía todo el mundo. Pero ahora me lo paso muy bien. Pincho de todo, un poco comercial. En los eventos siempre piden más indie. También pongo música negra y —no me da vergüenza decirlo—, algo de reggaeton. No es una música que suela escuchar en casa, pero la gente lo da todo y es muy divertido.
¿Alguna canción que nunca falta en tu Dj Set?
‘Watch out for this‘, de Major Lazer.
Abrigo, de Chanel
Zapatillas, de Reebok
Pantalones de cuero, de Reiko
Me contabas que tu mayor sueño es ser actriz, ahora muchas quieren ser bloggers.
Tengo alguna amiga que se lo ha hecho. A Úrsula Corberó siempre le dije que era una cosa innecesaria, pero, si alguna tenía que tener un blog, era ella. Al menos tiene estilo. Pero parece que no puedes ser actriz y no tener un blog. Eso no me hace mucha gracia, pero en su caso es diferente, tampoco viven de ello exclusivamente. Pueden hacer lo que quieran.
Para ser novio de una estrella de Instagram, ¿las nociones de fotografía son imprescindibles?
No. Mi ex las tenía porque estudiaba cine, y ahora, después de cuatro años, es un crack. Yo conozco a un montón que no tenían ni idea, pero las van haciendo poco a poco. Esto lo digo muy rápido, pero, con la próxima persona que este, voy a intentar meterla lo menos posible en mi trabajo. No por nada, porque a mí me encantaba trabajar con él, pero hay que pasar mucho tiempo juntos. Creo que es una cosa que hay que separar. Voy a intentarlo, pero es difícil. Cuando te dicen “un viaje a…”, prefieres ir con tu novio.
¿Cómo se conquista a Dulceida?
No lo sé. A veces creo que soy muy fácil y otras la persona más complicada del planeta. Soy muy rara. Me conquistan con la mirada y si tienen unos buenos morros.
¿Y por qué en España los chicos no triunfan tanto en este mundillo?
A los chicos les gusta menos la moda. Además, todos los blogs que yo he visto masculinos me parecen un horror. Bueno, Pelayo a mí me gusta. Tiene mucha personalidad. Hace lo que le da la gana.
—Además en España no hay tradición de moda —apunta Sergi. En Italia, Mariano triunfa un montón porque hay un montón de tíos que les gusta la moda. ¿En España? ¡Cero!
Las cuentas de una blogger parecen secreto de Estado. ¿Vosotros os atrevéis a dar cifras y cerrar la entrevista por todo lo alto?
Nunca. No me gusta decirlo. Además, cuando la gente lo dice, miente. Se tiran unos faroles…
Vestido metálico, de Anillarte
NUESTRO PEQUEÑO CUESTIONARIO PARA AIDA
1. Digamos que revisas tus primeros post, ¿Te arrepientes de algún look?
Muchísimas veces. De hecho, cerré el Fotolog. Un día dije: ¡No hace falta! Algunas fotos del blog son un cuadro, pero de otras pienso: ¡Eh! ¡Ya apuntaba maneras!
2. ¿En qué te inspiras?
Me suelo guiar por los estados de ánimo.
3. El armario está…
¡Hecho un cuadro! Tengo un vestidor, pero el suelo también cuenta como armario.
4. ¿Alguna prenda fetiche?
No podría vivir sin sombreros, me gustan con todo, y las chupas de piel son mi seña de identidad.
5. Jamás te pondrías…
Nunca digas nunca. Hace muchos años dije que no me pondría Converse… Y mira.
6. ¿Ir de tiendas o comprar online?
¡De tiendas! No me pruebo nada, pero me gusta la experiencia.
Jersey de punto, de Gucci
Jeans, de Valentino
7. ¿La mejor ciudad para ir de compras?
Nueva York.
8. Un diseñador
Balmain
9. ¿Nos recomiendas alguna marca?
¿Low cost? Asos es muy guay.También Topshop, Zara, Urban Outfitters y Brandy Melville.
10. Lo primero que compraste con tu sueldo de blogger.
La compra que recuerdo con mucha ilusión fueron las alpargatas de Chanel.
11. ¿Algo que no quieras tirar?
En general, zapatos. Como unas botas Jeffrey Campbell que me he puesto un montón y están destrozadas
12. El mejor momento de tu carrera
La primera vez que fui al desfile de Gucci. Cuando bajé del hotel, de repente unos cien fotógrafos me empezaron a fotografiar. La boca me temblaba.
EL PATERNAIRE
Sergi Pedrero se niega a ser el partner in crime de Dulceida. En realidad, solo rechaza utilizar el hashtag con el que muchos bloggers etiquetan sus aventuras en las redes. Se conocieron hace dos años cuando él trabajaba en una agencia y contactaba con la blogger para apadrinar distintas fiestas; y sería ella quien, desbordada de trabajo, lo contrataría como representante a tiempo completo. Socios y amigos. Llegan morenos de pasar sus vacaciones en Maldivas, muestran su complicidad en la sesión de fotos y en cada descanso, uno asume el papel de fotógrafo amateur y la otra de modelo.
Torera con tachuelas y jeans, de Valentino
Top, de Oysho
Sudadera, de Calvin Klein
Cazadora acolchada, de H&M
Sergi también es el agente de Gerard Estadella, conocido por retratar la escena nocturna de Barcelona en su fotolog Icanteachyou, y de Bartabac, el alter ego de la fashion blogger gallega Silvia García. Rodeado de estrellas virtuales uno se pregunta si nunca ha pensado en darle un giro a su carrera. “Ni de coña”, sentencia, “no tengo ni el tiempo ni las ganas que hacen falta. Ahora que lo veo más de cerca, sé que es una dedicación constante. Tienes que dedicar tu vida a estar siempre perfecto y hacerte fotos todo el día. A mí me encanta ponerme lo primero que pillo en el armario. No tengo suficiente amor por la moda (y eso que me encanta), como para que sea mi totalmente mi trabajo”.
Cuando dice que no tiene tiempo no es una simple excusa. El chico también es community manager de Jagermeister, pincha con The Tripletz y forma parte del reparto de El Piso. Una web serie sobre “el costumbrismo juvenil de principios de SXXI” que emitirá este año su segunda temporada. A pesar de la descripción rimbombante, poco tienen que ver con los Episodios Nacionales de Galdós, por ejemplo. La serie narra las desventuras de unos compañeros de piso bastante particulares y lo hace de una forma tan atractiva que ha creado escuela. “Muchos nos dicen que se han mudado a Barcelona porque quieren tener la misma vida universitaria”, apunta Sergi.
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