En Don no sabemos mucho de arte. Apenas distinguir el que nos gusta del que no. El de Judas Arrieta nos chifla. Así que dejamos que sea él mismo el que nos cuente de qué va la vaina.
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QUIÉN SOY
Me llamo Judas Arrieta (Hondarribia, 1971) y crecí hipnotizado por Mazinger Z y los superhéroes japoneses, los cómics ‘manga’, las imágenes de la propaganda china y el cine de autor del continente asiático. Un explosivo cóctel “cudeiro” que hizo mella en mis neuronas siendo adolescente. Ahora me reconozco como un ‘freaky’ enamorado de oriente. Tanto, que hace más ocho años decidí trasladarme a la capital china, Pekín, donde abrí un estudio. Ahora vivo y trabajo a caballo entre mi lugar de nacimiento y la capital China.
QUÉ HAGO Y POR QUÉ LO HAGO
Que yo recuerde siempre he dibujado. Mi padre coleccionaba cómics (Hazañas Bélicas, Apache, Tarzán,…). Él mismo los encuadernaba y dibujaba las portadas, es algo que me marcó. Soy de un pequeño pueblo pesquero en la costa del cantábrico en la frontera con Francia. Aquí, en su día, había muchas galerías de arte y una tradición de pintores y artistas que hacían un tipo de arte que reflejaba las costumbres y entornos de nuestra zona (la escuela del Bidasoa), y creo que esto también ha influido. Mi abuelo trabajaba de acomodador en el cine Astoria de San Sebastián, así que el cine también lo disfrute desde pequeño. Mis intereses eran el los tebeos, el cine y los dibujos animados.
PARA QUÉ LO HAGO
Mi trabajo intenta reflejar o representar las experiencias vitales y estéticas de una generación que ha crecido rodeada de cambios sociales, económicos… y de nuevas formas de disfrutar y padecer el día a día (televisión, cine, videojuegos…). Intento que el espectador nunca sepa lo que voy a hacer, porque yo tampoco lo sé. Muchas veces me piden que defina mi trabajo, prefiero utilizar slogans como Manga art y Kung Fu art, o pintura deporte, creo que cualquier definición limita mi trabajo. Solo intento mostrar/representar la verdad.
CÓMO LO HAGO
Utilizo todo tipo de técnicas y materiales. Dibujo, pintura, serigrafía, grabado, infografía… Suelo mezclar técnicas y procesos, trabajo con muchas piezas al mismo tiempo, empiezo un dibujo, lo dejo a un lado, sigo con otro, mezclo acuarela, pintura acrílica, rotuladores de todo tipo, lápices, carbón… Paso los papeles por la impresora… Intento divertirme. También utilizo mesas de luz, papel de calco, proyectores…
SOBRE QUÉ LO HAGO
Me gusta mucho pintar en paredes, objetos, todo tipo de cosas, cuanto más grandes mejor. Hace unos años pinté un Mini Cooper en una noche, para un evento festivo en Pekín. Me gustaría hacer mas cosas de estas.
CON QUIÉN LO HAGO
Me gustaría colaborar con cualquiera al que realmente le guste o le interese mi trabajo. Siempre busco que la gente se enamore de mis piezas y quiera tenerlas. Estoy seguro del que el futuro del arte y artistas se va a basar cada vez mas en la colaboración con empresas y entes sociales. Siempre habrá un mercado en el que se compren y vendan objetos pero el papel de los artistas tiene que ir evolucionando y ser más comprometido. Los artistas tenemos la capacidad de aportar visiones diferentes a la hora de entender y visualizar lo que pasa en nuestra sociedad y lo que hay que buscar es la colaboración entre diferentes visiones para que nuestra sociedad, en un futuro, sea mucho mejor.
UN SAMURAI SIN AMO
Me considero un Ronin dentro del mundo de arte. Un Ronin literalmente significa “hombre ola”, un hombre errante como una ola en el mar. Un Ronin es un samurái sin amo. Yo ya no tengo amos. El arte y el acto creativo son una búsqueda, un nivel de conocimiento. Una despensa llena de alimento. La evolución en mi trabajo no es algo que me preocupe mucho, durante estos años muchas cosas han cambiado a nivel personal y creativo, ahora sé lo que no quiero hacer delante de un cuadro. Tengo claro cuál es mi terreno de juego, mi mundo, vuestro mundo, mi paraíso, vuestro paraíso.
DESORDEN + CAOS + DESBORDE
Absorbo todo lo que me rodea e inquieta y lo destilo en un tipo de pintura neobarroca, tendente a lo extremo, al desbordamiento del motivo. Abrazo lo híbrido y me planto en una filosofía del desorden, desde una estética de lo caótico.
VIAJE TEMPORAL
Mis referentes son personajes de los dibujos animados de la España de los noventa, como Doraemon, Pokemon, Son Goku o, incluso los Simpson. Y por otro lado, personajes nostálgicos anteriores a la llegada del manga, como Mazinger, Marco, Heidi o Chicho Terremoto. Es en definitiva, una pintura que traduce un presente que la posmodernidad ha convertido más en un pasado que un futuro. Intento activar algo así como una nostalgia del presente con una obra futurista que, sin embargo, se significa como contratiempo, como pasión retro que nos escupe una verdad a la cara, la de tener siempre el futuro en el pasado.
EL CUADRO COMO CAMPO DE BATALLA
Todo esto me permite mezclar la imaginería manga, con la estética china comunista y con iconos publicitarios de la sociedad de consumo para declinar una obra política, de afirmación de unos referentes. El resultado, una obra drástica, llena de cortes, de solapamientos, como una especie de palimpsesto. Un cuadro con forma de campo de batalla, casi salvaje, lleno de superposiciones y perspectivas distorsionadas, juegos de escala, tensiones y quiebros. Una superficie densa de informaciones, a veces delirante, pero que todavía nos sirve para debatir cuestiones estéticas internas de la propia pintura sin olvidar el proceso. Y hablamos de pintura, sí, porque lo pictórico, la acción propia de pintar, todavía sigue siendo vital como proceso generador de la imagen.
LO QUE ME INSPIRA
El manga, el anime y las películas de Kung fu (Shaw Brothers, Golden Harvest…) son mi primer contacto con la cultura asiática. Luego comienzo a leer literatura, historia, ensayos… acercándome poco a poco a una cultura que me atrae sin saber porqué. Descubro que dentro de la historia del arte no soy el primer artista occidental que se siente atraído por estos temas, descubro el japonismo y otras variantes… En el País Vasco Jorge Oteiza hace unos años ya reflexionaba sobre la esencia y estética de su trabajo relacionándolo con filosofías orientales…
SOY UN HIJO BASTARDO
Como artista soy un hijo bastardo con muchos padres. No solo tengo influencias directas de artistas plásticos o la historia del arte, también me siento influenciado por dibujantes de comics y manga, realizadores de dibujos animados, directores de cine, poetas o escritores. La televisión, el cine, los videojuegos, el photoshop y los juguetes también son influencias directas en mi trabajo.
Ante todo, intento no tener ninguna regla restrictiva en cuanto a las influencias y el acto creativo. Un buen artista debe sentir, mas que percibir, su oportunidad a la hora de crear.
La pintura tradicional china y las calcografías han sido uno de mis descubrimientos mas bonitos de estos últimos años.
LOS CÓMICS Y EL ARTE
El cómic tiene desde hace tiempo un lugar en el cielo de las artes, ha dado incontables grandes artistas que han hecho increíbles obras de arte que se guardan como oro en paño. Y cada vez se hacen más exposiciones en las que el arte contemporáneo y el cómic se muestran conjuntamente de una manera acertadísima.
Yo siempre me he fijado mucho en los artistas de vanguardia, soy un poco romanticón, me molaban los dadaístas y su pedrada, la actitud es muy importante no solo a la hora de trabajar sino a la hora de afrontar lo que uno tiene a su alrededor… El trabajo de gente como Michel Majerus o Francis Picabia…
Artistas influenciados por el cómic hay muchos, Martin Kippenberger, los hermanos Oehlen, Sigmar Polke, Takashi Murakami, Yoshimoto Nara, Lichtenstein, Basquiat… Hay tantos.
APOLOGÍA DE LA EXPERIENCIA
En mi primera exposición individual en Beijing me llamaron la atención por un cuadro en el que aparecía Mao con orejas de Mickey, se llamaba Mickey Mao. Entiendo que estos personajes tienen sus derechos de autor y explotación, pero en mi caso, y cuando los utilizo, más que hacer una copia y beneficiarme de ello lo que hago es homenajearlos, mi pintura es una apología de las experiencias vividas con esos personajes. Creo que los trato muy bien y sus creadores estarían encantados de verlos en mis telas.
EL PATETISMO DE SER ARTISTA
Ser artista en un mundo como éste es patético, un objetivo abocado al fracaso. Todos los días intento dar la vuelta esta situación trágica, ser positivo y creativo, valerme de lecturas como el bushido, El Arte de la Guerra, de películas, novelas, de trabajos de otros artistas y obras de arte que me inspiran, de la sonrisa de mi hija, de los dumpings que cocina mi mujer y recargar pilas… Reinterpreto esas experiencias vividas, y me reinvento como un artista (personaje clásico) que pasa por infinidad de aventuras y penurias con el objetivo de seguir siendo yo, Judas Arrieta, un dibujante de garabatos.
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