La generación pre-millenials hemos vivido el auge y caída de hasta cinco tipos de formatos musicales. Hemos escuchado nuestras primeras canciones en vinilos; rebobinado cassettes con el boli; comprado los primeros CDs que existieron (como os contamos en Proto podcasts y otros ingenios de los 90 o en Una semana en el motor de Madrid Rock); hemos “robado” música cuando la gratuidad de lo digital aún era delito y hemos sido los primeros suscriptores de las plataformas de streaming. Y justo cuando la revolución tecnológica estaba llegando a su momento culminante… la rueda comienza a dar la vuelta y los tocadiscos vuelven a presidir los salones de los hogares más cool.
¿Qué está pasando? ¿Hacia dónde está yendo el consumo musical? Hacemos un rápido repaso del presente de cinco formatos para tratar de encontrar respuestas.
Cassette
Desde hace unos años la nostalgia de lo físico ha dado una segunda vida a formatos casi extinguidos como el cassette, más como una pieza de merchandising que como una alternativa para escuchar música. En 2016 la banda sonora de ‘Guardianes de la Galaxia’ vendía 15.000 copias en cassette, Justin Bieber reeditaba su disco ‘Purpose’ también en cinta y The Weeknd hacía lo mismo con ‘Beauty Behind the Madness’. Las ventas de cassettes en EE.UU. crecieron un 74% (129.000 copias), una cifra insignificante si tenemos en cuenta la cantidad total de álbumes vendidos en diferentes formatos (200,8 millones), pero que definitivamente confirma que sigue vivo.
Vinilo
Si hay un formato que se está beneficiando del revival del coleccionismo ése es el vinilo. 2016 supuso un incremento en sus ventas en España de un 19,6% y de un 53% en Reino Unido (los ingleses siempre nos han llevado la delantera en cuanto a tendencias musicales). Sony Music ha visto el filón y ha anunciado que, después de 28 años, volverá a fabricar vinilos. Para ello han comprado una fábrica en Japón y a partir de marzo de 2018 se prevé un aluvión de nuevos discos y reediciones de artista del sello en este formato.
CD
El CD es el gran damnificado de esta nueva era de convivencia digital y analógica: demasiado físico para poder transportar millones de canciones y demasido digital como para considerarlo memorabilia. Sus ventas descendieron el año pasado un 18,7% en España y la tendencia sigue a la baja, aunque su mercado en países aún no muy digitalizados, como América Latina, sigue siendo fuerte.
Descargas
En un momento en el que la música se escucha principalmente desde el móvil, las posibilidades que tenemos para descargarnos música en él sin necesidad de depender de conexión para su escucha son infinitas. Hemos pasado de la alegalidad a la ilegalidad y de ésta a la creación de soluciones que te permiten hacerlo de manera totalmente gratuita y sin problemas legales.
Streaming
El año pasado fue el primero en España en el que los formatos digitales superaron a los físicos en cuanto a la venta de música, y culpa de ello la tuvieron principalmente las plataformas de streaming.
La buena salud de este formato contrasta con las dificultades económicas de sus empresas emblema. Mientras que la líder, Spotify, batalla para conseguir suscriptores de pago que les permitan rentabilizar su negocio, Soundcloud (que no quiso poner el foco en la suscripción de pago) ha tenido que despedir al 40% de su plantilla.
A esta situación se suma la aparición de cada vez más opciones, como Tidal (la empresa de Jay Z que en apenas tres años se ha hecho fuerte en EE.UU. gracias, principalmente, a la exclusiva sobre el último disco de su esposa Beyoncé, ‘Lemonade’), que hacen que el pastel se reparta cada vez más.
Foto portada: Banda sonora de ‘Guardianes de la Galaxia’ en formato cassette.