‘Guardianes de la Galaxia‘, la nueva entrega cinematográfica de los estudios Marvel, combina acción, efectos especiales en tres dimensiones, comedia, música disco y una irresistible pandilla de inadaptados compuesta por un patán con encanto, dos asesinos vengativos, un árbol-hombre y un mapache con muy malas pulgas. Avisados estáis: el estreno es el 14 de agosto.
Puedes leer íntegro el reportaje en el nº 9 de Revista Don (Verano de 2014) GRATIS en el App Store (iPad) y Play Store (Android)
La superproducción es una arriesgada y decidida apuesta del Universo Cinematográfico de Marvel–el estudio que ha hecho las delicias del público con películas como ‘Los Vengadores’, ‘Iron Man’, ‘Thor’, ‘Capitán América’– por los personajes de uno de los títulos menos conocidos de su catálogo. Están convencidos del encanto de estos aguerridos “superantihéroes”. Como señala Kevin Feige, Presidente de los Estudios Marvel “Guardianes de la Galaxia’ es la película más arriesgada que hemos hecho desde ‘Iron Man’ pero en muchos sentidos es la más interesante desde que hicimos ‘Iron Man.’ Significa que podemos sorprender al público y superar sus expectativas. Y me gusta la idea de aportar cierta originalidad, a pesar de que todo está basado en el excelente trabajo que se hizo en los cómics”.
La cinta, como es norma de la casa, sirve acción trepidante a raudales y efectos especiales de ultimísima generación pero además –y esto sí es un ingrediente nuevo– introduce numerosos elementos de comedia, sustentados por el desternillante grupo en el que destacan el protagonista, cruce de action hero y bad boy, y el mapache, verdadero tapado del reparto y ‘adorable criatura’ con los atributos suficientes –deslenguado, con un genio de mil demonios y de gatillo fácil¬– como para convertirse en icono. Al tiempo.
¿Pero quiénes son estos Guardianes? Veamos. Al frente de estos sospechosos habituales está el único ser humano de la historia, Peter Quill (ojo con Chris Pratt porque huele a futura estrella), quien fue abducido de niño y que, pasado el tiempo, se convertiría en un descarado guaperas –hay que tener poca vergüenza para autodenominarse Star-Lord (señor de las estrellas)– con tendencia a meterse en problemas. Gamora (una Zoe Saldana que tiene debilidad por las historias inimaginables), última guerrera de su especie, letal asesina, alguien con tantas cuentas pendientes por resolver como Drax el Destructor (el ex luchador Dave Bautista en un papel que le va como mancuerna al bíceps), un coloso maníaco sediento de venganza desde que fuera testigo del asesinato de su mujer e hijos. Completan el alegre grupito el ya mencionado Rocket (un mapache alterado genéticamente al que en la versión original pone voz Bradley Cooper) y su inseparable Groot (un árbol-hombre a quien Vin Diesel da voz en la versión original), un par de rufianes con tendencia a saltarse las leyes. El grupo se forma, como no podía ser de otra manera, durante una estancia en prisión. Y, como todo grupo de forajidos con encanto que se precie, dispone de vehículo propio, en este caso la nave Milano.
La trama de la película gira en torno a una esfera con poderes apocalípticos que tiene numerosos –e insidiosos– pretendientes. Star-Lord y sus secuaces deciden pasar a la acción ante la posibilidad de que caiga en manos tan malas como las del villano Ronan El Acusador. Las facciones se verán las caras (los que la enseñen) en una desesperada batalla final en la que se decidirá el destino de la galaxia. El reparto se completa con unos secundarios de lujo como Glenn Close, John C. Reilly, Michael Rooker, Karen Gillan y Benicio del Toro, quien define a su personaje, El Coleccionista, como “una especie de Liberace del espacio exterior”. A lo largo del metraje aparecen guiños a personajes de otras sagas como Nébula o el mismísimo Thanos, en un crossover que hará las delicias de los fans más acérrimos del universo Marvel.
Uno de los platos fuertes del filme es su potente banda sonora, cargada de éxitos de los setenta y con el tarantiniano ‘Hooked on a feeling’ de Blue Swede (el huka chaka huka chaka vive una tercera juventud, amigos) a la cabeza. Bowie, las benditas The Runaways o Jackson 5 forman parte de un hit parade que tiene razón de ser: cuando el pequeño Peter fue arrebatado del planeta Tierra llevaba en su walkman una cinta –el típico remix casero– en la que su madre, poco antes de morir, le había grabado sus canciones favoritas. Esa cassette y ese reproductor portátil (un modelo ochentero de Sony que los que tengan una edad reconocerán con nostalgia y que aporta un toque extravagantemente retro entre tanto futurismo), los único vínculos con su pasado, son el tesoro más preciado de Star-Lord y servirán de excusa para varias de las coñas de la película.
James Gunn, director de la película, comentó en una entrevista con la intención de situar a sus personajes que “si los Vengadores son los Beatles entonces los Guardianes son los Rolling Stones”. En Don preferimos quedarnos con lo que dice Zoe Saldana sobre esta irresistible pandilla basura cósmica, zanjando así el debate: “Somos los Sex Pistols. Somos los renegados. Apareceremos borrachos y arreglaremos las cosas, pero ojo con tu cartera, te la podríamos haber robado”. Avisados están.
UNOS TEBEOS DE CULTO
Guardianes de la Galaxia está basada en uno de tebeos menos conocidos de la Marvel. Aparecieron en 1969 con la firma de Arnold Drake y Gene Colan, sin serie propia sino incluídos en distintos álbumes de la Marvel. De los guardianes originales en la película sólo aparece Yondu y en un papel secundario. Tuvieron una segunda época a partir de 1990 –se publicaron hasta 62 números– y una tercera en 2008, esta vez con los mismos personajes que aparecen en su adaptación al celuloide. Hemos consultado con Mauro Entrialgo, dibujante de cómics, tebeófilo y colaborador de esta casa, y esto es lo que nos ha contado: “Aquí no la llegamos a conocer hasta 1977 cuando se publicó dentro de un título de Vértice llamado ‘Selecciones Marvel’. Antes jamás habíamos oído hablar de ella porque se cruzaba muy poco con otras series. Llegabas a la serie así, de rebote. Ni tenían título propio ni estaban en el universo Marvel principal. Existían en un universo paralelo al central (Tierra seiscientos nosecuántos) y, encima, en el futuro. Para que coincidieran con los personajes del universo Marvel más conocido tenían que hacer virguerías como viajar en el tiempo para atrás y en paralelo entre dimensiones o algo así. Pero lo cierto es que cuando empezabas a leerlos casi por obligación acababan enganchando. Su dibujante original era Gene Colan, que a mí me encanta, fue el creador del primer superhéroe afroamericano, ‘El Halcón’, y de ‘Blade, cazador de vampiros’. Así que, al menos aquí, no era nada conocida, pero al que le gustaba era muy fan. O sea que podría decirse que era una serie de culto”.
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