Sus últimas imágenes en Instagram no hacían presagiar lo que iba a suceder. La muerte de Robin Williams nos pilla con el pie cambiado como sucedió en febrero con la marcha por sobredosis del también actor Phillip Seymour Hoffman. Se conocían sus pasadas adicciones al alcohol y la cocaína, y también que desde hace un tiempo luchaba contra la depresión. Pero nos sorprende de nuevo con la noticia de su fallecimiento en su casa de Tiburón, al lado de su querida San Francisco.
Pero en su cuenta de Instagram se observaba otra imagen. La de un actor en el día a día de su oficio: imágenes del rodaje de su comedia para televisión ‘The Crazy Ones’, de la nueva entrega de ‘Noche en el Museo‘ y de recuerdos de la promo en late nights como el de Jay Leno. El 21 de julio cumplió 63 años y subió una foto autofelicitándose junto a un monicaco. Esa imagen de payaso triste que le acompañó siempre. De comediante con una mirada jodidamente amarga.
El 5 de marzo de 1982 falleció su amigo John Belushi después de un chute de speedball (una mezcla de cocaína y heroína) en el bungalow 3 del hotel Chateu Marmont de Los Ángeles. Unas horas antes habían estado de mambo los dos por Sunset Boulevard junto a Robert De Niro, con quien años después protagonizaría ‘Despertares‘. En aquella época, Robin Williams, nacido en una familia bien de Chicago (su padre era un ejecutivo de la Ford y su madre una actriz sin éxito) era producto de los años salvajes de América, nevada por cocaína. La muerte de Belushi le hizo parar el carro.
Desde entonces protagonizó algunas películas memorables de los 80 y 90: ‘ Good Morning Vietnam’, ‘El Club de los Poetas Muertos’, ‘El Rey Pescador’, ‘Señora Doubtfire’, ‘Despertares’ o ‘Más allá de los sueños’. Trabajó con los grandes de la escena y la dirección. Una extensa carrera premiada con cinco Globos de Oro y un Oscar, por su papel en ‘El indomable Will Hunting’, de Gus Van Sant, en 1998.
La pasión que despertaban algunos de sus personajes, creaba la animadversión casi a partes iguales (así somos de puñeteros). Pero había algo en esa mueca triste que despertaba la ternura disipando el odio. Y más ahora, al conocer la muerte de un actor que nos ha acompañado en la gran pantalla en nuestros años jóvenes, cuando la gente llenaba los cines.
¡Buenas noches, Vietnam! DEP Robin Williams.