Con motivo de nuestra lista de canciones del verano alternativas a ‘Despacito‘, descubríamos el perturbador vídeo de la canción ‘Somos Anormales’ de Residente, que cuenta entre sus momentos clave con un coño gigante que expulsa adultos de todas las razas y una orgía en el barro.
Ya sea por falta de medios y exceso de imaginación o simplemente por llamar la atención a veces los videoclips pueden ser más incomprensibles que una performance de la Abramovic. Seleccionamos a continuación algunos de nuestros vídeos musicales favoritos en los que el sinsentido es el rey. No garantizamos que te gusten pero sí que te sorprendan. Después de todo, ¿no es ésa la función del arte si es que tiene alguna?
‘Bejismo’, Bejo
Es posible que los vídeos de Bejo tengan incluso más éxito que sus canciones y no es precisamente por el presupuesto que maneja. Sus producciones audiovisuales son el resultado de la colaboración con Cachi Richi, antiguo compañero de piso de este rapero canario. A él le debe esas buenas (y cantosas) capas de After Effects que navegan entre lo cutre y lo genial. ‘Bejismo’ es la canción que anticipa el primer álbum del artista, ‘Hipi Hapa Vacilanduki’, y su videoclip es el cúlmen (por el momento) del universo absurdo que ha creado esta pareja creativa. Un señor camina tranquilamente por el bosque escuchando hip hop e intentando cazar moscas cuando ve un bocata de choriqueso bajo un árbol. En cuanto lo coge nos damos cuenta de que ha caído en una trampa: los seguidores del Bejismo vienen a por él. ¿Quién no querría ver un videoclip con esta introducción?
‘Qué Bien Tan Mal’, Ojete Calor
Cualquier vídeo o letra de Ojete Calor es un monumento a la subnormalidad pero ‘Qué Bien Tan Mal’ es nuestro favorito por varios motivos: está grabado en la gran ciudad de Albacete y hay un inesperado cameo de Amaral. Costumbrismo nivel dios.
‘Bitterballen Donder Op’, Alarido Mongólico
Esta canción ya es de por sí una bizarrada máxima: dos coruñenses haciendo bakalao bilingüe español-flamenco. Uno de los componentes de Alarido Mongólico tiene su segunda residencia en Eindhoven y decidió usar algunas las palabras que estaba aprendiendo durante sus estancias en Holanda en el nuevo tema del grupo. En ‘Bitterballen Donder Op’ se suceden los nombres de diferentes snacks típicos de este país con palabras como «por favor, gracias, que te den o café con leche». Su videoclip es un homenaje al DIY, a los noventa y, por supuesto, a la gastronomía holandesa. El vídeo se convirtió en un fenómeno viral en Holanda a partir de que una página de Facebook de allí se hiciera eco de él. En España igual aún no se ha entendido el chiste…
‘Surf’, Tommy Cash
Tommy Cash es un rapero estonio al que le auguramos mejor fortuna como realizador que como músico. Él mismo ha dirigido la mayoría de sus videoclips y cuesta elegir entre ellos para esta lista, tanto por la calidad de los mismos como por el nivel de WTF al que llegan. Nos quedamos con esta recopilación de mash-ups visuales de contenido erótico: felaciones a cohetes y arco iris, ‘fingerings’ a chimeneas industriales y ventanas de edificios. Todo aderezado de buenos movimientos de zasca zasca con sorpresa final.
‘Wyclef Jean’, Young Thug
Este vídeo es una genialidad, una obra de arte que debería ser estudiada en todas las escuelas de cine. Porque, amigos míos, el mundo audiovisual es así: lleno de grandes ideas e innumerables imprevistos que te impedirán llevarlas a cabo. Este videoclip es la prueba de que ni siquiera un alto presupuesto garantiza que las cosas vayan a salir bien. El rapero Young Thug encargó a Pomp&Clout la realización de un vídeo para la canción ‘Wyclef Jean’ a partir de una idea suya. Les dio 100.000 dólares de presupuesto y una nota de voz explicando lo que quería: chicas vestidas como zorrones, coches destrozados, las colinas de Beverly Hills y el rapero dirigiendo el cotarro (típico videoclip de hip hop). Pero Young Thug nunca apareció por el rodaje… Los directores podrían haber tirado la toalla, embolsarse los 100.000 dólares y olvidarse de este “impresentable” (más literal imposible), pero en lugar de eso grabaron lo que pudieron y con esas imágenes, el audio de Young Thug y unos subtítulos, contaron la historia de uno de los rodajes más desastrosos de la historia del rap. Y les quedo también que el propio artista decidió utilizar este despropósito como videoclip oficial de la canción.