El mundo de los videojuegos ha comenzado a ser considerado como “el octavo arte” y, a pesar de ello, la que es una de las industrias más rentables del momento únicamente suele contar con reconocimientos en el sector del entretenimiento. Ahora, uno de ellos traspasa esa barrera y se eleva a una categoría comparable a la de la cinematografía.
Al menos así, lo considera, el jurado de Vienna Shorts Festival que ha otorgado a ‘Everything’ el premio a ‘Mejor Animación’ por sus cualidades “poéticas y filosóficas” que permiten “disolver nuestro ego y conseguir una nueva perspectiva del mundo”. El galardón le sitúa directamente en la selección de la próxima edición de los Óscar, donde podría ganar en la categoría de ‘Mejor Corto Animado’, siendo el primer videojuego en hacerlo. David O’Reilly, su creador, ha anunciado la noticia en Twitter, mientras recordaba ser el primer videojuego en conseguirlo.
https://twitter.com/davidoreilly/status/872535926005563392
El tráiler de ‘Everything’ desengrana durante más de diez minutos un universo que “más allá de ser entretenido, tiene una fuerte carga poética y filosófica. Sirve a un elevado propósito educativo, incluso a una posición política importante”. Un gameplay a modo de cortometraje en el que los discursos del famoso filósofo británico Alan Watts son el hilo conductor de una narración que explica la correlación entre todo lo que habita y forma parte del universo.
“Una de las primeras cosas que todos deberíamos entender es que cada criatura en el universo se considera a sí mismo ser humano. Sabe y es consciente de la existencia de una jerarquía de seres que están sobre él y una jerarquía de seres que están por debajo. Es decir, que estés donde estés, seas quien seas, seas lo que seas, estás en el centro”, explica Watts. Ahí es donde comienza el juego, en poder extender nuestros sentidos hacia cualquier dirección o ser, ya sea éste un oso, una jirafa, un ganso, un pájaro, un árbol, las briznas de hierba, piedras, escarabajos, bacterias e, incluso átomos.
La base de ‘Everything’ es que todo elemento que esté presente en el entorno, tan sencillo como infinito, es susceptible de ser controlado con el joystick. De esta forma, podemos subir o bajar de nivel, de escala y de ser para conocer su punto de vista, ver el mundo a través de ellos y ser partícipes de una perspectiva y una existencia tan microscópica como universal.
Así, “puedes tener cierta visión sobre la vida donde todo parece reducirse un complejo patrón que baila…Un baile humano, un baile de flores, un baile de abejas, un baile de jirafas. Eso es todo. Un baile, un gran baile que intenta ser lo más animado posible y llegar lo más lejos posible”. La idea de una perpetua danza de seres vivos es la que conforma ‘Everything’. Para Watts, O’Reilly y cada uno de los seres que ‘bailan’ al compás en su universo “una galaxia importa al universo tanto como lo hace un mosquito”.