Pamplona y los Sanfermines no viven su mejor momento: agresiones machistas, movimientos antitaurinos, pérdida de identidad con casi más guiris que pamplonicas en sus calles, la sociedad navarra dividida en dos, … incluso Kukuxumusu ya no tiene nada que ver con su creador Mikel Urmeneta. Pero ni todo esto puede con una ciudad cuyo relato sigue siendo legendario. Pamplona, una ciudad pequeña y tranquila se transforma del 6 al 14 de julio en el epicentro del desenfreno y el peligro mundial. No hay nada comparable.
Si te gusta comer, beber, bailar, cantar, correr, gritar y por qué no también drogarte ha llegado tu momento. Aquí tienes una guía práctica en diez pasos para sobrevivir a la fiesta con MAYÚSCULAS, al exceso elevado a su máximo exponente.
Aviso: tu cuerpo será un akelarre cuando finalice, si es que llegas al final, claro, pero piensa que tienes todo el verano para recuperarte. Y que eres un millennial, pura juventud.
06:45h. – Las Dianas
Las dianas son el recorrido diario de La Pamplonesa (la banda de música municipal) por las calles del Casco Viejo de la ciudad. Se arremolinan los recién levantados, familias con niños, y lo peor que queda en pie tras una noche de trueno al son de “quinto levanta, tira de la manta” y desvaríos así. Indispensable por lo surrealista y granuja.
Dónde: Comienzan en el Ayuntamiento a las 06:45 de la mañana. El recorrido es variable.
08h. – El Encierro
Comienza a las 8 de la mañana. Acaba cuando los toros se cansan. Si no has ido a dormir, no corras. Y aun así, piénsatelo. Es peligroso. Tienes tres opciones para verlo: alquilar un balcón de las calles por donde pasa (un dineral) o ligarte al hij@ del dueño (así de paso tienes un catre donde dormir); ir tres horas antes y pillar un sitio en el vallado mientras le comes la oreja a quien tenga huevos para acompañarte o, por último y más recomendable, ir a la plaza de toros (donde acaba el encierro). Aquí se ve bastante poco, pero el ambiente es de traca: igual que las dianas, pero en un recinto cerrado y con miles de nativos.
Dónde: Sale de la Cuesta de Santo Domingo. Pasa por la plaza del Ayuntamiento, las calles Mercaderes y Estafeta hasta la Plaza de Toros.
El encierro de la Villavesa: Si estás el día 14 aún en pie, los Sanfermines no acaban con el Pobre de Mí a las 12 de la noche. Terminan beodamente con el Encierro de la Villavesa (como se llama a los autobuses urbanos en Pamplona). Se trata de correr delante de la primera villavesa que pasa después de las 8 de la mañana por la Cuesta de Santo Domingo. Si el conductor no está de mala hostia, es la risa total. De unos años a esta parte, el simpático Ayuntamiento modificó justo ese día el recorrido de la línea que pasa por esas calles y ahora se corre delante de un tarambana que va disfrazado de San Fermín. Es incluso más delirante todo.
09h. - Transfermín
Discotecas y bares de Pamplona reabren o no cierran para que tu cuerpo embalsamado por sustancias de todo tipo siga meciéndose con música, por lo general electrónica. Da un poco de miedo, pero tú careto, también. En los 90 se le empezó a llamar Transfermín, ahora ya no, pero es un nombre tan inquietante que hemos querido mantenerlo. La gente más decente va al Baile de la Alpargata, en el casino Iruña.
Dónde: En el barrio de San Juan. Cada año varía, pregunta a quien veas con peor cara por la noche. El Dimelo, Reverendos, Plural y No Problem son algunos clásicos. En lo Viejo, el Nicolette.
11h. – El almuerzo
Por lo general solo quedan en pie los que no salieron la noche anterior o los que no piensan salir la siguiente y queman sus últimos cartuchos. Todos los bares de Pamplona ofrecen los clásicos huevos fritos con lo que sea (chistorra, magras, jamón, …), aderezados con buenos vinos de la tierra, vermú o lo que se tercie. Corres el peligro de encontrarte con los amigos de tus padres que han salido a ver a los gigantes y cabezudos, la algarabía de los más pequeños.
Los almuerzos se pueden convertir en aperitivos y estos en comidas. Lleva cuidao. Dosifica o … ¡no!
Dónde: cualquier bar de Pamplona, aunque como todo, lo mejor es hacerlo en el Casco Viejo. Eso sí, los barrios siempren deparan pintorescas sorpresas.
Horario variable – La siesta
No seas tarambana y échate una siesta. Si es acompañado, mejor. Cualquier sitio vale. Y no es broma.
Dónde: cualquier sitio vale, te lo acabamos de decir.
16:30h.- El riau-riau
El acto más chalado hasta 1991 se llamaba riau-riau, ¡supera eso! El acto consistía en entorpecer la marcha que el 6 de julio recorría la Corporación municipal entre el Ayuntamiento hasta la iglesia de San Lorenzo (500 metros de distancia) cantando y bailando chifladamente una y otra vez la misma canción, el vals de Astrain, con su clásico final “¡riau-riau!”. Dicho año dejó de celebrarse porque la izquierda abertzale saboteó el acto impidiendo violentamente que Alcalde y Concejales llegaran a la iglesia. Una pena. Un acto de veras cafre, que en estos últimos años se ha vuelto a celebrar pero sin políticos con los que bailar. No es lo mismo, claro. Dónde: Plaza del Ayuntamiento. El 6 de julio a las 16:30
18:30h. – La corrida de toros
Una corrida de toros en Sanfermin es una de las experiencias más salvajes que puedas vivir en tu vida. Eso sí, en el tendido de Sol. Allí van las peñas de Pamplona y salvo ver la corrida se hace de todo. Ocupan los tendidos 6 y 7 y del 11 al 13 en andanada. Hay 16 charangas, gaiteros y txistularis. Y miles de locos haciendo el cabra (el pata se le dice en Pamplona), gritando, bebiendo, bailando, tirándose harina, huevos, tartas de boda de siete pisos, calzoncillos, lo que tengas a mano. Un amigo también vale. Y sobre todo, bebiendo en cantidades inhumanas. Lo curioso es que “los toros” suele ser el comienzo del día para muchos vecinos de la ciudad.
La salida de las peñas de la plaza es dantesco. Miles de croquetas humanas rebozadas en mierda y alcohol con la música a todo trapo. De lo mejor de Sanfermín. Se recomienda llevar gorro, chaleco antibalas, y algún plástico y compartir lo que lleves (los mozos harán lo mismo con el de al lado) y no llevar el móvil. Por lo que pueda pasar.
Dónde: No hay pérdida: en la Plaza de Toros. Llega con tiempo para ver la entrada de las peñas.
Antes de cenar – Actos familiares
Son actos poco etílicos, pero vienen de perlas para recuperarte antes de que la vuelvas a liar. A las 22 horas el toro de fuego, que va escupiendo petardos y chispas. Una hora después desde la Vuelta del Castillo, el Central Park de Pamplona, los Fuegos Artificiales, perfectos si has ligado y no tienes casa o si te has comido alguna sustancia alucinógena. Recomendamos tomar un sorbete de limón con champán en la sociedad gastronómica Gazteluleku, en la plaza del castillo 15, piso 1º. La bomba.
Dónde: Casco Viejo y Vuelta del Castillo.
23h. – La noche
En Sanfermín se vive de noche. Lo mejor de la fiesta si tienes entre 15 y 30. Y la jarana se desarrolla sobre todo en la calle, en cualquiera, pero principalmente en las del Casco Antiguo. Recomendamos dejarse llevar por el instante. En Sanfermín se sabe cómo empieza, pero jamás cómo se acaba. Ahí está la gracia. El meollo se sitúa en las calles Jarauta (donde están las sedes de la mayoría de las peñas), Mayor, Estafeta, Calderería, Navarrería, Aldapa, San Nicolás, San Gregorio, Cuesta del Labrit, Tejería, del Carmen, … No te preocupes porque están todas juntas, los ambientes se mezclan y lo mejor, repito, es liarla por las calles, entrando y saliendo de bares. También la Plaza de los Fueros y del Castillo hacia las 12 de la noche hay conciertos cada año mejores (se ha ido sustituyendo a bandas como La Unión por El Columpio Asesino). También hay verbenas adolescentes y bastante cochinas en el Parque de Antoniutti. Que la fuerza te acompañe.
Dónde: Pamplona entera sirve, pero mejor el Casco Viejo
Apéndice – El ligue
Ligar en Pamplona no es pecado, es un milagro. Pero en Sanfermín se liberan las almas y es más fácil el contacto carnal, en parte por la presencia de guiris dispuestos a todo y el ambiente, que acompaña al despiporre. Cualquier sitio es bueno para montárselo. Se recomienda las miles de zonas verdes que tiene Pamplona. Eso sí, recuerda siempre “No es no”.
Dónde: plazas y parques. Se recomienda la Vuelta del Castillo por su amplitud. Cuidado con los carteristas.
[ La imagen superior es un fragmento del cartel de San Fermín 2001 diseñado por Pablo Errea, gran amigo de esta casa ]