Cuando se trata de la Helvética no hay medias tintas. Muchos diseñadores gráficos la alaban por ser técnicamente perfecta. Otros, en cambio, la censuran por su aparente simpleza. Te guste o no, lo cierto es que la Helvética se ha convertido, con los años, en una tipografía legendaria. Un referente del diseño gráfico que es sinónimo de orden, claridad y exactitud. Este año es su sesenta aniversario y, para festejarlo, el estudio de diseño Husmee ha creado, dentro de las celebraciones por sus diez años de trabajo, un proyecto para homenajear a una de las estrellas del diseño gráfico por antonomasia.
Husmee ha pedido a veinte diseñadores y estudios gráficos que elaboraran con total libertad un cartel dedicado a la Helvética. “Nuestro deseo precisamente era que el resultado general fuera diverso. Tenemos que tener en cuenta que no todos los profesionales del diseño aman a esta tipografía. Nos parecía enriquecedor para el proyecto que se plasmaran estas diferentes maneras de pensar. Habiendo visto ya la totalidad de los carteles, podemos decir que el proyecto del 60 aniversario ha conseguido esa diversidad”, explican desde el estudio donostiarra.
Entre los veinte seleccionados se encuentran: Atlas, Build, BVD, Empatía, Graphéine, Graphical House, Hey Studio, Husmee, Javier Mariscal, Mario Eskenazi, Mash Creative, Monumento (Ex Face), Oscar Mariné, Patrick Thomas, Estudio Pep Carrió, Socio Design, Spin, Toko, Toormix, Waterhouse Cifuentes Design (Ex Vignelli Associates). Visitando la página web 60helvetica se pueden visualizar de forma online todas las propuestas. Sin embargo, es posible que, debido al éxito alcanzado, se realice una exposición en los próximos meses.
Este sería el culmen del tributo para una tipografía que debe su éxito a la magnífica legibilidad que siempre ha profesado. Fue ingeniada en 1957 por Max Miedinger, un tipógrafo suizo que cumplía el encargo de Eduard Hoffmann de conseguir una tipografía sin remates internacional para Haas’sche Schriftgießerei (también conocida como ‘Haas‘). Ese estilo ‘sans serif’ reflejaba el estilo visual y la modernidad que la publicidad de mediados de los cincuenta reclamaba. Con el tiempo, la Helvética, originalmente conocida como Neue Haas Grotesk, se volvió inmensamente popular en el movimiento modernista por su gran influencia en el llamado ‘estilo tipográfico internacional’, caracterizado por la asimetría de la composición, el uso de una retícula tipográfica y la cuadrícula matemática.
Sin embargo, a pesar de su armonía visual, sus detractores aseguran que presenta una serie de problemas graves. Porque, por extraño que parezca, hay quien no soporta la utilización de esta tipografía, aunque nunca existirá una unanimidad tal real como la que sienten por la Comic Sans. A sus dificultades en el kerning, o interlineado, se añaden problemas de justificación que crean los llamados ‘ríos tipográficos’, o la acumulación de espacios verticales, de legibilidad (a pequeñas escalas se dificulta ópticamente la lectura) y de leading, pues necesita grandes márgenes para equilibrarse.
Con problemas o no, la Helvética se ha convertido en un referente y así lo demuestra, no solo Husmee, sino también, el documental ‘Helvética’ en el que Gary Hustwit realiza un recorrido por el diseño gráfico del siglo XX a través de la histórica tipografía. Lo llevó a cabo con motivo de su cincuenta aniversario y cuenta con la participación de reconocidos diseñadores como Vignelli, Erik Spiekermann, Matthew Carter, Neville Brody o Paula Scher entre otros.