Decía Le Corbusier que la arquitectura era cuestión de armonías, una pura creación del espíritu. Pero, lo cierto, es que bien podría estar hablando de arte, cine o literatura. Al menos, así lo demuestra el arquitecto italiano Federico Babina. Afincado en Barcelona desde hace ocho años, integra la riqueza del lenguaje artístico, cinematográfico o literario con la diversidad de las formas arquitectónicas creando ilustraciones dignas de recordar. “Cada día respiramos, tocamos y escuchamos la arquitectura sin darnos cuenta. La escultura, el arte, el cine, la música y la vida en general están hechos de arquitectura y de todos sus matices más íntimos”, explica en el texto que escribió para Cosas de Arquitectos. Una retroalimentación continúa basada en el dibujo y la lustración. “Para mí son una de las maneras de contar y fotografiar los pensamientos, las sensaciones y las emociones”. Al fin y al cabo, ambos son, quizás, la base de una buena construcción, ya sea esta artística o arquitectónica. “Cualquier arquitecto debe explicar sus proyectos a través de la ilustración el dibujo”. Con diferentes técnicas y programas de modelado 3D y vectorial (sin olvidar el trazado a mano), Babina reiventa la función de la arquitectura, que se pone al servicio, aún más si cabe, de los ideales estéticos del arte más puro. Un maridaje perfecto en el que “cada imagen tiene su historia y cada imagen es testimonio de una historia”. Porque detrás de esa barrera de geometría plástica, las creaciones de Babina revelan la verdadera esencia del diseño, el arte, el cine, la literatura y, por supuesto, la arquitectura. Reunimos algunas series de ilustraciones que este arquitecto con vocación de diseñador gráfico ha realizado a lo largo de su prolífica carrera: