Más de 300 conciertos en cinco años dan para muchas anécdotas, muchos kilómetros, momentos de bajón y subidones en el escenario, conciertos geniales y otros desastrosos, para recorrer toda España y comprobar que en el extranjero también se canta en español, … y también para un disco. ‘Todavía no ha salido la luna’ es el primero en directo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.), una recopilación de 21 canciones que grabaron durante los tres conciertos con lleno hasta la bandera con los que celebraron el fin de gira el pasado octubre y que contaron con invitados en el escenario como Quique González, Iseo o Gorka Urbizu de Berri Txarrak.
Los burgaleses saben que su fuerte es el directo, ahí es donde han conquistado a su público y a ellos quieren dedicarle este trabajo. Hacemos memoria con ellos sobre estos cinco años en la carretera, sobre puertas que se cierran y se abren y sobre el sabor agridulce de la independencia.
- Supone un cierre a cinco años de actividad frenética en los que no hemos parado de enlazar discos y giras. Queríamos tener un recuerdo sonoro y que la gente que no ha tenido la oportunidad de vernos en directo, ya sean uno o mil, y que nos escriben desde Colombia, México, Argentina o desde Talavera, pero que no nos han podido ver, se puedan acercar a lo que es un concierto nuestro por una noche, que puedan revivirlo. También es un homenaje a la gente que nos ha seguido todos estos años, que ha venido a los conciertos y que cantan los temas. Es incluso un homenaje a nosotros mismos, nos sirve para decir “vale, hasta aquí ha llegado esta etapa, así sonábamos después de más de 300 conciertos” y para agradecer y compartir. Como en los directos también se oye al público nos parecía importante tener un disco grabado en directo porque en este grupo el público es una parte muy importante.
- Coincidía con el final de la gira en la Joy Eslava, en la que tocamos tres días seguidos y estaba todo vendido, era la mejor oportunidad para grabarlo. ¡Y que la Joy suena guay!
- Es un título evocador y no queríamos llamar al disco lo de siempre, “En directo”o “En vivo”. Quizás también es una forma de decir que no es final, que aún quedan cosas por pasar y por decir.
- Fatal y genial a la vez. Prácticamente se resume en cinco años en la carretera. A partir de la última gira hemos podido empezar a repartirnos algo de dinero cada uno y aún así hay quien complementa con otros curros, hay quien se apaña con lo tiene, se trata un poco de hacer equilibrismo. Hay que tener en cuenta que somos una banda que se autoedita, necesitamos ahorrar porque siempre estamos intentando invertir en un instrumento mejor, un telón diferente, un disco nuevo, las copias… todo lo que ves lo pagamos nosotros, nadie ha puesto un duro por nosotros y lógicamente ese dinero tiene que salir de algún sitio. Intentamos no hacer crowdfunding, no porque lo veamos mal, lo vemos mal para nosotros porque ya estamos cobrando una entrada en los conciertos y tenemos que autogestionar estos ingresos. ¡Y que somos unos currantes, joder! No somos unos manirrotos pero eso también implica vivir muy justos y estar casi todo el día de gira o ensayando o componiendo. Está claro que nada de esto lo hacemos por el dinero.
- Ya hace tiempo que vieron que no queríamos bailar. Al empezar el baile vieron que nos íbamos a la barra y ya no nos piden salir a bailar. En su día ya nos lo pidió alguno y siempre hemos estado muy agradecidos porque si muestran interés por ti significa que lo estás haciendo bien.
- Poder de decisión. Nosotros siempre hemos hecho las cosas a nuestra manera y no sabemos cómo sería hacerlo a través de una discográfica. Eso de depender de otras personas que no somos nosotros mismos… luego igual resulta que curras con una discográfica y es genial pero preferimos poder tenerlo todo controladito. Es como si tuvieras un restaurante familiar en el que te estás dejando la vida y te ofrecen que sea parte de una cadena, igual ganas, igual te va mejor, pero ya no es tu historia. Eso sí, sería la hostia que viniese una discográfica y nos dijese “os vais a Nueva Orleans a grabar el disco y vais a estar allí seis meses” como hace 10 ó 15 años cuando tenían dinero para eso. En ese caso… también les diríamos que no, ¡pero ya nos jodería la hostia!
- Coincidimos en que han habido tres conciertos importantes. El primero fue cuando sacamos el primer disco, ‘¿Quién nos va a salvar?‘, en el Hangar de Burgos. Eran unas 1.000 personas, estaba a reventar, la gente había tenido el disco hacía sólo una semana o dos porque se compraba con la entrada y sin embargo coreaban todas las canciones tan fuerte que nos nos escuchábamos en el escenario, fue un momento mágico. El segundo sería el del BBK Live, una noche increíble, una luna llena brutal, tocábamos después de los Black Keys, con la carpa llena a reventar. No sabíamos si iba a haber gente pero cuando salimos a probar ya había dos filas ahí esperando. Fue el primer día en que fuimos conscientes de que la gente nos escuchaba, que no sólo era algo a pequeña escala sino que la cosa podía ir a más. Y por último estas tres noches en la Joy Eslava colaborando con Quique González, Gorka (Urbizu, de Berri Txarrak), Iseo, … estar tocando en el escenario y ver al lado a Quique como si fuese parte del grupo y pensar que hace unos años nos habría parecido casi imposible ni siquiera hablar con él… te emocionas pensándolo.
- El que no pudimos tocar, quizás… esa historia tuvo una parte muy mala y otra buena. Tocábamos tres grupos en un pueblo de Vizcaya y nos citaron a una hora pero el anterior grupo aún no había acabado la prueba y resulta que se había fastidiado una mesa de sonido… catástrofe tras catástrofe. No podíamos tocar en el escenario así que decidimos bajarnos y nos pusimos a tocar delante del público. Somos un grupo más o menos acústico y hemos tocado en la calle, sabemos desenvolvernos, así que bajamos a tocar y, aunque no fue lo mismo ni sonó igual, al menos la gente se fue con buen sabor de boca.
- El que menos es fácil: la primera vez que vinimos a Madrid, en la sala Ritmo y Compás. Tocábamos tres grupos y contándonos a todos éramos unas 30 personas, 15 de los grupos y 15 amigos. Y aún así nos lo gozamos. El que más, en fiestas de Burgos o Valladolid este año, con la Plaza Mayor llena. Decían que cabían unas 20.000 personas, pues ponle que fuéramos unos 10.000 ó 15.000. Pero hemos tenido muchos ya: la Mar de Músicas en Cartagena, el BBK Live, el Sonorama, el Zaidín Rock en Granada, que es un concierto que se hace en abierto y había unas 12.000 personas, aunque no nos conocía ni el tato, pero tenemos recuerdo muy buen recuerdo de ese concierto. En general no nos podemos quejar.
- De todo, desde que un tío vestido de mascota se subió a hacer unos coros, hasta una tía en Londres que ponía el móvil en el suelo del escenario filmando hacia arriba,… Nos sorprendieron gratamente los escoceses. Tocamos en Edimburgo y había cinco escoceses en el público que se sabían todas las letras de pé a pá. Habían venido desde otra ciudad a cinco horas de allí. Fue increíble, estaban ahí dándolo todo pero tenían una pinta de guiris que no podían con ella. Resulta que uno de ellos había vivido uno en Bilbao y otro en Barcelona. Luego les hemos ido viendo periódicamente a dos de ellos.
- Teniendo en cuenta lo poco que hemos salido, nos parece que la gente en el fondo es bastante parecida: cuando va a un concierto les apetece escuchar música, tomarse una cerveza y olvidarse de todo.
- Ahí sí que hay diferencia. Sobre todo en los gustos generalizados. Es un poco herencia cultural, en el norte hay unos grupos que les han marcado mucho mientras que en el sur ha habido grupos como Triana que han sido más revolucionarios pero no ha calado tanto entre la población general y ha habido otras propuestas más populares. Nos salen muchos más bolos de Madrid para arriba, pero también cuando hemos ido al sur ha ido guay. Igual es que tenemos que trabajarlo un poco más, tener menos prejuicios. En el fondo creo que todos somos bastante parecidos, todo el mundo cree ser diferente y especial pero somos bastante vulgares todos.
- Furgoneta..furgonetas.. ahora dos. Somos muchos y con mucho equipo. El equipo te requiere llevar a alguna persona de sonido, alguien de luces para llevar nuestro propio espectáculo, y teniendo en cuenta que ya nosotros somos siete… ¡imagínate eso más todos los instrumentos y todo el equipo!
- En la radio de La M.O.D.A. suenan John Mayer, últimamente Nathaniel Rateliff, ACDC por supuesto, los discos que tenemos ya quemados de The Clash o Social Distortion, también algo de rap, Erik Urano, que es un chaval con el que hemos colaborado, Iseo, J.D. Macpherson, Nothink, Berri Txarrak, The War on Drugs, Toundra,…
- ¡No! Algún directo sí que nos hemos puesto para meternos caña antes de llegar al siguiente concierto, para escuchar la liadas y estar más finos al día siguiente.
- No, es que son tantas horas y se escucha tan mal que da igual porque sólo escuchan música los de delante. Hemos tenido durante mucho tiempo una furgo con una ventana jodida en la que sólo se oía el viento a un volumen tan alto que no se escuchaba nada más.
- Sustos, por suerte, ninguno, pero palizas sí. Como acabar en el Arenal Sound a las 3 o 4 de la mañana y tener que irnos directamente a Gijón para llegar a tiempo para la prueba, de ésas nos hemos comido varias, como todos los grupos. Justo el día que pasó lo de Supersubmarina estábamos saliendo muy pronto desde La Coruña después un concierto y lo escuchamos en la carretera. Aunque eres consciente de que hay accidentes laborales cuando te toca de cerca sí que de repente eres más consciente.
- La música te sirve como tu propia medicina para poder sobrellevar cualquier cosa que te pase. Ya no piensas que tienes que animar al público sino que es catártico también para ti, es una purga, una liberación, sacas todo lo malo en el momento que tocas. Por eso le llega de esta forma al público, porque a ti también te está pasando. Puedes estar muy de mala hostia o muy jodido pero en el momento en el que te pones a tocar se te pasa. Y ésa es la clave de la música y eso es lo que se le transmite al público.
- No como un grupo de progresivo, no han cambiado a saco, pero sí que hemos incorporado pasajes instrumentales, hemos cambiado la velocidad de algunas, el ritmo en otras,… poco a poco, casi sin darnos cuenta, hemos ido modelando el repertorio. Y de eso se trata, de que evolucionen las canciones.
- De momento, para que no haga corriente, vamos a esperar a que se cierre una puerta antes de abrir la otra.
- No nos hemos planteado mucho lo siguiente pero intentaremos seguir con la filosofía del “poco a poco” y así nos guardamos ilusiones nuevas. Tiene que ser la hostia tocar en el Palacio de los Deportes, está clarísimo, pero no tenemos prisa, igual que no hemos tenido prisa por ir a la Joy o a la Riviera, vamos poco a poco. Ojalá nos puedas entrevistar dentro de unos años porque hayamos tocado en el Palacio de los Deportes y lo hayamos reventado.