Juanjo Gaspar sorprendió a propios y extraños cuando comenzó a publicar todos los días una ilustración de los restaurantes y platos que comía. Desarrollador informático de profesión, forma una pareja impermeable junto a Antonio García en el estudio Lostium Project, pero su pasión por el dibujo, el diseño, la cocina y, sobre todo, ponerse morado de comer, le han llevado a crear ‘Moleskinichi’, donde retrata los deliciosos platos que saborea. Lo mismo da una hamburguesa del Goiko Grill que un platillo coreano de nombre impronunciable. Un dibujante amateur que se ha ganado un hueco a pulso en este número especial. ¡Yummy!
- Preséntate y dinos a qué te dedicas, si eres tan amable.
- Mi nombre es Juanjo Gaspar y trabajo junto con mi socio Antonio García en Lostium, un pequeño estudio donde desarrollamos aplicaciones y productos digitales. Aquí yo me dedico a la programación del front-end, el diseño y, según algunos, a “pintar monas” o a hacer “dibujinchis”, que viene a ser lo mismo.
- ¿Cómo surge la idea de hacer Moleskinichi?
- Sinceramente, por una resaca importante. La idea me rondaba desde hacía un tiempo, y reapareció en el sofá, entre temblores, en la forma del típico propósito estúpido de Año Nuevo. El uno de enero de este año comencé medio en broma con sketches de 15 o 20 minutos, y he acabado dedicando más de dos horas diarias a los últimos.
- ¿Y tu pasión por la ilustración de dónde viene?
- Pues ha sido algo un poco espontáneo: lo retomé hace 4 ó 5 años y probablemente no dibujaba nada desde los 15. En el trabajo necesitaba pequeñas ilustraciones, iconos y cosas así que hacía en digital, y eso me llevó a querer probar otros formatos: acuarelas, rotuladores, acrílicos, ceras… Ahora mismo estoy acabando mi primer óleo y deseando empezar con el siguiente. Ilustrar y pintar me permiten aislarme un rato del mundo, y eso, tal y como está el patio, no se paga con nada. Bueno sí, con psicólogo y muchos lexatines, así que en mi caso lo tengo claro. Entiendo perfectamente el éxito de los libros de colorear para adultos, porque yo disfruto mucho de ese proceso. El gran problema, en mi caso, es que me gusta todo lo demás: la caligrafía, los idiomas, la ilustración, escribir, la cocina… Y me apunto a todo: inktobers, talleres, favores… No hay días lo suficientemente largos ni semanas con los suficientes días para todas las cosas que me gustan y las otras tantas que aún no he probado.
- ¿Por qué dibujar comida y no otra cosa?
- Porque me encanta comer. Soy un comilón. Mucho. Y por consiguiente, soy también bastante cocinillas. De las primeras cosas que me dice la gente cuando descubre Moleskinichi es: “Joder, lo que está claro es que comes bien”. Y es verdad. Comer es una de las, yo diría, cinco mejores cosas del mundo e invierto mucho esfuerzo en alimentarme lo mejor posible. Eso es así.
- ¿Ilustras mejor tus platos favoritos?
- Estoy casi seguro, pero también me gusta mucho ilustrar latas, botellines, logos de los sitios y cosas así, y hacerlos reconocibles. Sin volverse loco, claro.
- ¿Y los restaurantes?
- También. Es inevitable que cuando ilustras un sitio que te gusta o que te ha sorprendido, le pones algo más de cariño, aunque sea de forma muy inconsciente.
- ¿Por qué una al día? ¿Tan loco estás?
- Muy loco. No sabía dónde me metía, la verdad. Al final le acabé dedicando tanto tiempo, que me pasaba prácticamente todos los fines de semana poniéndome al día, porque entre semana, con el curro, era imposible. Así que cuando llevaba ya 82 días, decidí que 100 era un objetivo razonable, y en esas estamos.
- ¿Va a tener continuación?
- Pues de momento el objetivo es terminar las 18 pendientes.
- ¿Qué otros proyectos tienes entre manos?
- Quiero hacer tantas cosas que se me acumulan y la lista nunca deja de crecer: ilustrar un cuento infantil escrito por una amiga, un proyecto secreto relacionado con la cocina, otro no tan secreto sobre la gastronomía canaria junto a mi socio Antonio en formato app, empezar el segundo óleo, diseñar un mueble para guardar todo el material y las pinturas, escribir un libro con técnicas básicas y consejos para cocineros principiantes… Y así podría tirarme un rato.
- ¿Cuándo empezaste a dibujar?
- Supongo que, como muchos de nosotros, en el momento en que fui capaz de sujetar los lápices y pintar el papel de la pared de casa de mis padres. Luego dejé de hacerlo como a los 15 años y lo retomé hace unos cinco años. Desde entonces no he parado.
- ¿Héroes, influencias, maestros?
- No tengo referentes muy fuertes y soy muy poco mitómano. Me gusta picotear de todo un poco y lo flipo por igual con un manga gastronómico, que con algo de Guy Delisle o las cosas de Brosmind. Scott McCloud me parece la leche y sus libros son auténticos manuales para aprender sobre ilustración y narrativa, Yuko Shimizu sería probablemente mi ilustradora favorita, pero también me gusta lo de Daniel Clowes, Paco Roca, James Jean, Tom Haugomat… todo muy variado y con poca relación entre ellos.
- ¿En qué escuela enmarcarías tu trabajo y cómo definirías tu estilo?
- Siendo eminentemente autodidacta, y tocando tantas técnicas sin poder decidirme aún por una, no creo que pueda englobarme en ninguna escuela. Pero me han llegado a llamar gastro-sketcher, y no me puede hacer más gracia que inventemos nombres para todo.
- ¿Qué es lo más guay que has dibujado nunca?
- Probablemente el óleo que estoy haciendo ahora, porque, para ser sincero, nunca pensé que tendría la paciencia de acabar uno.
- ¿Con quién te gustaría colaborar?
- Pues hemos tenido la suerte de diseñar y desarrollar un proyecto en nuestro estudio ilustrado por Miguel Brieva, ‘Teatros Ejemplares‘, una aplicación web para leer las adaptaciones contemporáneas de las ‘Novelas Ejemplares’ de Miguel de Cervantes. Brieva hizo la portada y una veintena de ilustraciones interiores para cada adaptación y nos hizo mucha ilusión, fue toda una suerte.
- ¿Lo peor y lo mejor que han dicho de ti?
- Recientemente alguien me ha dicho que debería “abrazar más la imperfección de mis dibujos”, lo cual dice bastante de la calidad de los mismos, y es una manera muy educada de recordarte todo lo que te queda por aprender. Al principio me ofendió un poco, pero luego me pareció una apreciación maravillosa y un gran consejo a seguir.
Revista Don 02x03
Especial Ilustración
Bienvenidos a Don ilustrado. El número de invierno 2016/17 rinde homenaje al boom de la ilustración que vive España una selección de algunos de los ilustradores que más nos gustan. Desde artistas consagrados hasta recién llegados. Más de 30 ilustradores con los monstruos que no asustan de Bakea en portada.
- Un ilustrador por descubrir…
- Ajo Galván. Está mucho más loca que yo e hizo un proyecto que es una chulada, “Sell a day”, en el que dibujaba una ilustración diaria durante un año entero. Mola mucho y juntos organizamos la Meetup mensual ‘Viernes Ilustrados’, donde quedamos un máximo de quince personas para dibujar, hacer collages colaborativos, charlar sobre ilustración, compartir técnicas…
- ¿Se puede vivir (bien) de esto?
- No me dedico profesionalmente a la ilustración, pero sí tengo varios colegas ilustradores y me parecen auténticos héroes. Creo que en España más bien se sobrevive de la ilustración, y el objetivo de casi todos es publicar fuera, principalmente en Estados Unidos, donde el trabajo está mucho mejor valorado y, sobre todo, remunerado.
- Tu lugar favorito para dibujar
- Cualquier ciudad nueva que visito. Los cambios de aire sientan siempre muy bien y estás mucho más atento a todo lo que pasa a tu alrededor que durante el día a día.
- Sólo tenemos dinero para un original, ¿cuál nos compramos?
- Ya puestos a tirar la casa por la ventana, os diría que un óleo de Román Linacero que es, además de mi profesor de pintura, un buen amigo. Si echáis un ojo a sus trabajos, ya sea óleo o mural, vais a alucinar.
- Si tuvieras que ilustrar una canción, ¿cuál elegirías?
- Cualquiera del ‘Not.Psych!’ de The Growlers, que tienen ya un ambiente muy propio.
- Plato favorito
- La comida coreana en su conjunto es mi debilidad, y no podría decantarme por un sólo plato, pero para que nos situemos, soy el típico tarado que se hace su propio kimchi.
- Restaurante favorito
- Kitchen 154, en el mercado de Vallehermoso, donde preparan platos asiáticos y picantes muy ricos. Les apasiona lo que hacen y eso se deja notar. Además siempre hay buen rollo y buena música (eso dependiendo del humor del chef Txitxo), ¿qué más se puede pedir?
- En Don somos muy de debates: ¿Fotografía o ilustración?
- Pues cada una ocupa su lugar y según el caso una funciona mejor que la otra. Pero me alegro mucho de que, en los últimos años, haya más interés y se empiece a demandar cada vez más ilustración. Hay muchas ocasiones en las que la única forma de representar algo es una ilustración, pero es que además en muchas ocasiones la ilustración es más evocadora y personal que la fotografía, y eso el lector en general lo sabe apreciar.