De pequeño quería ser biólogo, y ese interés por el mundo animal ha impregnado su obra: tigres con cuerpo de elefante, armadillos con alas de mariposa y patas de canguro… animales fabulosos que surgieron en 2003 del ‘Animalario universal del profesor Revillod’ y que este año se completa con los salidos del ‘Animalario Vertical’. Por el camino, Javier Sáez Castán imagina mundos ficticios que nos devuelven siempre a la realidad de la que emergen.
- Cuando el pasado mes de julio el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte le otorgó el Premio, el jurado destacó su creatividad, su talento narrativo y su capacidad de construir mundos. ¿Cómo son esos mundos?
- Serían simplemente un reflejo de lo cotidiano. Si empezamos a definir qué es un mundo diríamos que es un conjunto de situaciones que tienen algún nivel de coherencia, que están envueltos en alguna burbuja que las unifica. Lo que se puede llamar mundo en mis libros son otras posibilidades que nos ofrece lo real. Hay mundos fantásticos que directamente sitúan al espectador en algún lugar lejano con sus propias (estoy pensando en las ‘Crónicas de Narnia’, por ejemplo). Pero no es esto lo que me interesa; en esta dialéctica de lo fantástico y lo realista no estaría cómodo en ninguno de los dos lados. Prefiero partir de lo real, de lo que nos envuelve y transformarlo de alguna manera para que lo miremos de otra forma.
- Hablando de cosas mundanas, el premio es de 20.000 euros, ¿ya se lo ha gastado?
- Cuando te dedicas a esta profesión tienes muy claro lo de las vacas gordas y flacas. Esto se va al colchón de los ahorros familiares para ir saltando los charcos del día a día.
- Nació en Huesca pero se crió en Alicante. Haberse crecido junto al Mediterráneo ha condicionado su estilo dibujando? ¿Sería distinto si hubiera vivido en Vigo o Zamora?
- No lo creo, no soy un pintor al aire libre, estoy lejos del impresionismo y de la luz. Yo soy un dibujante de biblioteca, o sea que la luz que me alumbra es la luz de neón.
- ¿Está viviendo una edad de oro la ilustración en España gracias a herramientas como Instagram?
- Me cuentan que es así como me dices. He oído algo de eso, pero este fenómeno me pilla mayor, no estoy presente en estos foros; sé que funciona así, pero me mantengo muy cercano a los libros. Yo doy clase y me encuentro a mis alumnos que sí son gente joven y que han empezado en esto en el marco que crean las redes sociales. No sé si hay una edad de oro, pero sí que hay una transformación muy profunda: los referentes ya no son tanto los libros como cosas que están ocurriendo en la red, que yo ni lo miro. Me imagino que somos especies diferentes que podemos convivir.
- Gran parte de su obra está destinada al público infantil: ¿hay que ser un poco niño para dibujar libros para ellos?
- Sí y no. Yo no me dedico especialmente al público infantil, yo hago libro ilustrado porque me ha gustado hacerlo siempre. Luego sucede que los niños son muy buenos lectores de estos libros y los editores se dirigen a ellos. Los niños tienen una capacidad visual, una atención y una curiosidad que los convierte en muy buenos lectores de libros ilustrados, y descubren muchas cosas que yo estoy contando y los adultos se lo saltan, porque ven una ilustración y dicen: “¡qué bonito! Los niños se ponen serios cuando ven un libro y eso es buena señal porque desde esa seriedad es luego posible el humor, pero si partimos de una banalización no seguimos mirando.
- Usted ha dicho: “un libro es un jardín que se guarda en un bolsillo”, ¿esa cita es suya?
- Lo encontré en un almanaque del Sagrado Corazón. Era la frase del día. Haber descubierto esa cita en una cosa tan popular como el calendario taco, dice mucho de cómo funciona la lectura. Hay que leerlo todo: yo leo los papeles de la calle, soy de los que recogen una lista de la compra de alguien y ven lo que compró y de ahí se imaginan algo.
- Empezó a publicar con el cambio de milenio, ¿qué hacia antes del 2000?
- Yo estudié Bellas Artes y antes del 2000 estaba siempre dibujando, intentando ganarme la vida como ilustrador. Lo que ocurre en esos años es que nacen mis hijos, y tener niños en casa me devolvió a mi propia infancia y los cuentos que guardaba en el cajón. Y funcionó como una especie de deja vu y activó todo ese conjunto enorme de recuerdos, y me los trajo a la superficie.
- “Empecé a dedicarme a la ilustración mucho antes de saber que era una forma de ganarse la vida, y luego descubrí que no lo era”. Explique su frase.
- Se refiere a varios momentos: el primero a la fase infantil en la que no sabía que se podía vivir de eso y otra en una etapa madura en la que realmente te das cuenta de que no se puede. La ilustración, sin ponerme crítico ni dramático, has de hacerla compatible con otras formas de vida, como dar clase o dedicarse al diseño, para sobrevivir.
- ¿Qué pasaría si los mundos de ficción desaparecieran? ¿Qué ocurriría si la realidad lo tomara todo? ¿Estaríamos en un mundo más gris, como en un mundo tipo ‘1984’?
- Fíjate que para hablar de esa situación futura estás usando una ficción, la de ‘1984’. Nosotros vemos a través de la ficción, construimos el mundo desde la ficción y no sabemos muchas veces hasta que punto. ¿Cómo sería un mundo sin ficción? Un mundo biológico, el mundo de las hormigas, por ejemplo. Los animales no viven a través de la ficción, así que si nos desprendiéramos de la ficción volveríamos a nuestro estado más animal.
- Si no pudieras dibujar, ¿a que te dedicarías?
- A escribir.
- Si mandáramos una nave al espacio con parte de su trabajo, y la encontrara un alienígena ¿como se imaginaría la tierra?
- Yo contaría una historia en imágenes donde se ve una nave que sale al espacio con unas imágenes para que el extraterrestre entienda lo que se está contando; dibujaría al alienígena, así podría verse y reconocerse (o no), y se establecería un juego con él. Pero si no pudiera hacer eso, y se manda simplemente una selección de mis trabajos, creo que vería un mundo muy condicionado por la figura humana, donde el humano suele ponerse en medio del resto de criaturas. Pero vería también a alguien que le observa porque mis personajes miran al espectador, suele funcionar como espejo, y toma protagonismo el ojo, porque es el vinculo. Así que espero que el alien tenga ojos.
Revista Don 02x03
Especial Ilustración
Bienvenidos a Don ilustrado. El número de invierno 2016/17 rinde homenaje al boom de la ilustración que vive España una selección de algunos de los ilustradores que más nos gustan. Desde artistas consagrados hasta recién llegados. Más de 30 ilustradores con los monstruos que no asustan de Bakea en portada.
- Tres referentes en tu obra.
- El primero, los animales. Son los protagonistas del ‘Animalario Universal’, y también lo que más dibujaba porque yo de niño quería ser biólogo, y los animales son otros ‘yos’, otros personajes, otras criaturas que no son exactamente igual que nosotros. El segundo, el teatro. Nos muestra muy bien una forma de relación con la ficción: de un lado, el actor, el escenario, el mundo paralelo; y de otro, el espectador, ambos separados por una cuarta pared. En muchas de mis ilustraciones se evidencia una atmósfera teatral. Y una tercera. El ojo como elemento protagonista que funciona en los dos sentidos.
- Recomiéndanos una banda sonora para ver tu obra.
- Mi obra esta fragmentada en libros con atmósferas muy distinta y creo que no se puede determinar una misma banda sonora para todas. Yo suelo escuchar música clásica cuando pinto, para crear, pero no creo que funcione para el que la observa.