Un convento de clausura en Cuba es como “una isla dentro de una isla”. Eso fue lo que pensó David Moncasi cuando descubrió el monasterio de las carmelitas en el Barrio de El Vedado (La Habana) en un viaje de trabajo a Cuba en 2010. ¿Lo más impresionante de todo? 13 monjas habitan en el único convento de clausura del país y proveen a toda la isla de obleas. Al cabo de un año fabrican un millón de hostias consagradas. Aquí comienza la historia del documental ‘Un millón de hostias‘.
El periodista y director de documentales David Moncasi comprendió que se podían narrar los años de revolución a través del recorrido de unas obleas viajeras. David escogió un formato que conocía en profundidad tras dirigir programas como ‘Comando Actualidad’ (TVE) o ‘Desafío en Himalaya’, ‘Vertical’, ‘Everest’ (Cuatro) y ‘Maratón Man’ (Movistar +) para elaborar un documental con un enfoque original sobre la realidad cubana.
Sin embargo, el director catalán tuvo que ser paciente. Las monjas necesitaban recibir una señal divina antes de acceder a participar en el documental. David fue a visitarlas con su hijo pequeño Bruno, quien ablandó el corazón de las hermanas y propició la llegada de dicha “señal”. Lo cierto es que pensaron que les convenía difundir su existencia, para tratar de impulsar vocaciones y conseguir sabia nueva que garantizara la continuidad de su trabajo en el convento.
El documental ‘Un millón de hostias’ nos presenta un coro de voces formado por las monjas y algunos de sus familiares, ciudadanos de clase media y baja (algunos de ellos muy críticos con el régimen castrista), transportistas de obleas y noticiarios.
Una de las historias más conmovedoras la protagoniza Teresa María de la Virgen de la Caridad, una de las monjas de clausura, que tiene 90 años y lleva 69 sin salir del convento. Teresa María ingresó en el monasterio en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial y 14 años antes del triunfo de la Revolución. Sus padres tenían otros planes para ella, que era una chica atractiva a la que no le faltaban pretendientes. Pero ella dejó su vida para acabar convirtiéndose en la responsable de la fabricación de obleas en Cuba. Se muestra feliz ante su decisión: “Entré en 1945, catorce años antes de la Revolución, imagine usted si hace tiempo ya que estoy casada con Dios”, dice con una sonrisa.
Los padres de Liset – Yara, una maestra jubilada y Conrado, quien fue ingeniero – también sufrieron cuando su única hija les comunicó sus intenciones de ingresar en un convento de clausura. Liset lleva dos años casada con Dios y no se arrepiente.
A través de Maria Antonia paseamos por uno de los barrios más humildes de La Habana, San Judas. Ella se encarga de repartir las obleas entre los ancianos impedidos y recibe 17 euros al mes por su trabajo. Vive con su hija Madelín y su nieta Cintia, que es monaguilla. Viven en una economía de subsistencia, recibiendo cartillas de racionamiento para poder comer. A través de esta familia observamos tres generaciones de mujeres que muestran tres visiones distintas sobre la Cuba del momento.
Según las estadísticas, un 60% de los cubanos es católico pero tan solo el 2% de la población lo practica. El catolicismo cubano se fusiona con creencias y ritos propios de la santería de África Oriental, que llegaron a la isla junto con los esclavos.
¿Qué tiene que decir al respecto de la Iglesia cubana el Gobierno de Fidel Castro? La relación ha ido mutando desde los primeros años del triunfo de la Revolución. En un primer momento el Estado se alejó de la religión y persiguió a aquellos que hacían ostentación de sus creencias.
En 1979 Fidel acabó firmando un convenio con la Iglesia cubana, permitiéndoles fabricar hostias. Todo cambiaría a partir de la caída de la URSS. El gobierno comunista de la isla ha ido mejorando su relación con la Iglesia hasta el punto que el Papa Francisco visitó Cuba, momento que también recoge el documental.
Si quieres descubrir una historia diferente que transcurre marcada por dos acontecimientos clave para la nación cubana: la visita del papa Francisco y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con EE UU?, no te pierdas la proyección de ‘Un millón de historias’ que podrá verse en la Cineteca de Matadero (Madrid) los próximos 25, 26 y 27 de noviembre y el 2, 3 y 4 de diciembre.