Los aires de Escocia llegan en sus dos tejidos más conocidos: el tartán y el tweed. Los cuadros, el estilo espiga, ojo de perdiz y en general lo entrelazado va a llenar los armarios al más puro estilo british este otoño-invierno. Nosotros te vamos a desvelar las claves de estos ancestrales estilos que nacen desde las leyendas de los guerreros de las Highlands, pasando por el punk, convirtiéndose en el emblema de Chanel y resucitados por los hipster.
La leyenda del guerreo escocés bebe de dos pilares: Walter Scott y el Kilt. Dicha falda, la más masculina del mundo, es la prenda más simbólica del tartán. Este tejido de lana tiene un patrón formado por líneas horizontales y verticales de distintas tonalidades que al cruzarse crea un estilo tan eternamente reconocible. Nació en el siglo XVI para diferenciar a los habitantes de las distintas regiones y poco a poco se convirtió en el distintivo de los clanes cuando en 1815 comenzó el registro del tartán por la Highland Society of London. No será el traje nacional hasta que en 1822 el rey Jorge IV visitase Escocia, entre las fiestas celebradas en su honor la Celtic Society instó a la población a vestir con el tartán y se crearon aún más diseños para los clanes. A partir de entonces la popularidad del tejido en todo el territorio creció a causa de la liberación del uso del tartán, ya no exclusivo para clanes, convirtiéndose de uso frecuente en la época victoriana.
Dignidad y exclusividad fue el símbolo del tartán hasta 1970, un cambio de mentalidad surgirá en Inglaterra que tomará a este como nuevo emblema: El Punk. Una revolución en la juventud del territorio a causa de su rechazo a la clase dominante propulsó la aparición de esta nueva cultura. La huida de lo convencional y lo comercial se manifestó en la música y en la moda. La madre de todo ello fue la diseñadora Vivienne Westwood que quiso mostrar este antimaterialismo con las chaquetas de cuero, pantalones vaqueros y el tartán, todo ello con un estilo muy descuidado y totalmente masculino. Desde entonces en el diccionario de la moda el tartán es igual a rebeldía. A final de siglo y comienzo de este, otro diseñador fue el que terminó por llevar el tartán de las calles a las grandes pasarelas. Este fue Alexander McQueen en la temporada de 1995-1996 de otoño-Invierno en la que quería simbolizar la “violación”, como el lo definía, de los ingleses a las tierras altas durante el siglo XIX. El día que por fin este tejido alcanzó su culmen fue en la gala de los MET de 2006 cuando este diseñador junto con Sarah Jessica Parker fueron vestidos con el diseño Royal Stewart como emblema.
EL TWEED
Por otra parte, el tweed es por excelencia tejido del gentleman inglés, símbolo de elegancia y excelencia, pero en sus orígenes fue el hermano pobre del tartán. El tweed es un material compuesto de lana muy resistente, áspero y cálido. Gracias a estas cualidades las grandes fincas en el siglo XIX decidieron usarlo para identificar a sus trabajadores ya que estos no tenían derecho a llevar el tartán. La condesa de Dunmore, Catherine Murray, fue que la impulsó la industria del Harris Tweed y creo los primeros uniformes de guardabosques para su condado. A partir de entonces el tweed se convertiría en la fuente de ingresos de la localidad.
El tweed tiene muchos estilos y diseños, según su calidad y origen encontramos el Harris tweed ,que es aquel confeccionado con lana virgen de las islas Hébridas; y el Donegal tweed, fabricado en Irlanda con las ovejas de los pantanos del Donegal, ambos hechos exclusivamente a mano. Según su entrelazado tenemos los tres estilos más representativos, la Pata de gallo o Houndstooth cuyo diseño es bicolor, normalmente blanco y negro, en que el sus figuras recuerdan a cuadros partidos, el Espiga o Herringbone que recuerda a las espinas de pez y el Príncipe de Gales, que lo popularizó el duque de Windsor, en él se funden cuadros grandes con una tira de pata de gallo.
El tweed se convirtió en el símbolo de la clase y estilo a partir de 1920 cuando la aristocracia inglesa introdujo este tejido tan resistente a sus indumentaria de caza, tiro y pesca, desde entonces las chaquetas de sport de invierno siempre son de esta tela. La alta costura le dio un sitio de honor gracias a Chanel, y a su relación con el duque de Westminster, que lo transformó en el símbolo de su marca. Las grandes estrellas del cine inglés como Cary Grant, Basil Rathbone, Fred Astaire y Sean Connery terminaron por impulsarlo y convertirlo en la herramienta básica del gentleman. En toda temporada otoño-invierno es raro que no aparezca ni el tartán o el tweed, pero este año no es un personaje secundario sino la estrella de todos los desfiles. El traje inglés es el que manda, su limpieza de líneas acompañadas de tejidos pesados son clave. Este retorno a los clásicos viene de la mano de los diseños geométricos como el pata de gallo y el príncipe de Gales. Nosotros te hacemos una selección de las prendas esenciales de esta temporada tan british.