Es un veterano de Internet pero sigue inventando absurdas pero maravillosas instalaciones mecánicas que reproducen reacciones en cadena. Los vídeos que reproducen sus inventos tienen millones de visitas en Youtube y su último artilugio lo publicó hace cosa de un mes. Las máquinas de Joseph Herscher reproducen el esquema original de Rube Goldberg: aparatos excesivamente sofisticados que realizan una tarea muy simple de una manera deliberadamente compleja a través de una reacción en cadena. Con ustedes el heredero del profesor Franz de Copenhague.
El profesor Franz de Copenhague era el personaje creador de ‘Los grandes inventos del TBO‘, que la revista TBO publicaba en los años 40 y que aún leíamos los niños en los steenta y ochenta. Una especie de científico chiflado que diseñaba artilugios alambicadísimos cuya función era apenas la nada: No se trataba de llegar sino de disfrutar el viaje (como casi todas las cosas maravillosas de la vida). Tras él, se encontraba un grupo de de autores, pero fue el dibujante catalán Ramón Sabatés, quien lideró toda aquella genialidad. Más adelante, los ‘forgendros‘ del sinpar Forges bebían directamente de esta fuente. De las construcciones posteriores de ‘El Hormiguero’ como que pasamos.
‘Los inventos del TBO’ no fueron la fregona de los historietistas españoles. No fue un invento patrio. El creador, como ya indicaba en el primer párrafo, fue Rube Goldberg, uno de los pioneros de las historietas en estados Unidos en la primer mitad del siglo XX. Ingeniero de formación (AJÄ!) su tira ‘Inventions of Professor Lucifer Gorgonzola Butts’ inaugura los inventos mecánicos en cadena. Nada mejor que el titular del vídeo inferior para mostrar sus artilugios: ‘Something For Nothing’. Genial
Volvamos a nuestro protagonista principal, Joseph Herscher. Nacido en Nueva Zelanda, pero afincado en Nueva York, su afición por estas demoniacas maquinolas le viene de niño. Construyó la primera con cinco años: ‘The Lolly Machine’, pero fue ‘Creme that Egg’ la que le catapultó a la fama en 2008. El mundo ya ultra conecctado y digitalizado disfrutaba sobremanera de la mecánica más elemental, creada en el piso del inventor.
Su mayor éxito, eso sí, lo obtendría tres años después con ‘The Page Turner’, donde Herscher ya metido de lleno en su papel de científico chiflado protagoniza directamente sus creaciones. Ah! Y comienza a recordar el histrionismo del gran Pee Wee Hermann, quien por cierto en ‘Pee Wee’s Big Adventure‘ (1985) usa un dispositivo de Rube Goldberg para hacer su desayuno. Para rizar el rizo, este mismo mecanismo aparece en ‘Big Fish‘(2003) en forma de trabajo para un campeonato de ciencia (otro día hablaremos de los artilugios de los ‘Goonies‘ (1985), película generacional que daría para un reportaje realmente largo).
La fama de Herscher crece y crece y tras aparecer en ‘Barrio Sésamo’, participar en la Bienal de Venecia, aparecer en el New York Times y ofrecer clases magistrales la prestigiosa escuela de diseño Parsons, continúa ofreciendo lo mejor de sí mismo en mecanismos cada cual más disparato. Les dejamos con el último, puro goce del absurdo: ‘The Stamp Licker’.