Arquitectos de formación y zapateros por reconversión. Ellos son Ignacio Aldanondo y Catuxa Fernández , que decidieron en la época universitaria formar equipo de trabajo en uno y ahora en otro oficio. Aldanondo y Fernández confeccionan zapatos de lujo realizados a mano de manera personalizable bajo encargo: un diseño de vanguardia siguiendo la tradición del oficio artesano.
¿Dos arquitectos se ponen a confeccionar zapatos?
El mundo del calzado siempre ha estado presente en nuestras vidas de uno u otro modo… primero como consumidores y, más tarde, y gracias a nuestra afición por el trabajo manual, llegó el querer realizarlos nosotros mismos. Además, y gracias a que “caímos” en un taller artesano de Barcelona, pudimos observar cómo se elaboraban los zapatos a la manera tradicional. Por estos motivos comenzamos a recibir clases, al principio más como un hobby… y luego poco a poco, y viendo lo felices que somos con un martillo en las manos, fuimos dejando de lado el ordenador.
¿Se puede ser ambas cosas a la vez?
De momento sí seguimos combinando ambos oficios. La arquitectura nos ofrece recompensas más a largo plazo, y la artesanía produce un disfrute inmediato, con lo que hoy por hoy nos cuesta sacrificar tiempo de lo segundo para dedicarlo a lo primero. Después más de diez años dedicados a la arquitectura hemos llegado a la conclusión de que es un oficio trampolín para muchos otros… sabes de todo y de nada a la vez. Conocida es la afición de los arquitectos por meter las narices en otros campos.
¿Por qué zapatos únicos, hechos a medida?
El hecho de trabajar con un producto personalizado y a medida nos permite, por un lado, investigar y desarrollar proyectos nuevos, disfrutar con las particularidades de cada encargo, y por otro, a diferencia de lo que ocurre con la arquitectura, controlar personalmente todo el proceso de principio a fin. Aunque disfrutamos mucho de la parte del diseño, el reto de realizar los zapatos personalmente uno a uno nos permite conocer de primera mano las reglas y problemáticas intrínsecas del oficio, y también al consumidor, y eso mola, mucho.
Zapato unisex con lengüetas intercambiables (Precio: A partir de 850€)
¿Cómo se aprende a confeccionar zapatos?
En nuestro caso tuvimos la suerte de vivir en Barcelona y encontrar a los dos maestros artesanos que nos han formado estos últimos cinco años: Pitu Cunillera y Carlos Piñol: dos cracks que nos enseñaron mucho más que zapatería. Con el primero aprendimos la parte del montado, sentados uno a cada lado de él y observando su manera de hacer, como el sistema maestro-aprendiz de antaño. Con el segundo aprendimos la parte de patronaje y aparado que completan el proceso. Ambos siguen ahí, ya como amigos, ayudándonos y asesorándonos… hasta tal punto que creemos que de no haber existido ellos hoy aldanondoyfdez no sería una realidad.
¿Qué se puede aplicar de la arquitectura a un zapato?
Ambos oficios comparten muchas más similitudes de las que a priori parecen patentes, y no sólo en el ámbito del diseño, la más evidente: El dibujo técnico tiene mucho que ver con el patronaje, el conocimiento y funcionamiento de los diferentes materiales son temáticas comunes, el trabajo con maquetas a lo largo de nuestro oficio de arquitectos también tiene mucho del trabajo manual con la cuchilla en zapatería, y, quizás el aspecto que nos parece más importante… en ambas disciplinas funcionamos de una manera similar: desarrollamos el producto, ya sea una vivienda o un zapato, en contacto con el cliente de principio a fin. A veces titulamos nuestros zapatos como “pequeñas casas para los pies”.
¿Cómo es un cliente de Aldanondo y Fernández?
Pensamos que son personas inquietas, con un cierto interés en el ámbito del diseño, y que valoran lo experiencial más allá de lo material. Hemos tenido clientes muy diferentes entre sí y con personalidades muy definidas, lo cual enriquece mucho nuestro trabajo.
¿Cómo es el proceso de confeccionar un zapato de principio a fin? Intentemos convencer a quien piense aún que es un dineral …
Somos conscientes de que trabajamos con un producto de precio elevado, y de que si estrictamente entendemos el calzado como parte de nuestra indumentaria no percibiremos los valores añadidos de nuestro producto. Tampoco creemos que el hecho de decir aisladamente que tardamos 60 u 80 horas en todo el proceso le importe mucho a la gente. Para convencer a ese escéptico miramos un poco hacia nosotros mismos y cuáles son los motivos que nos llevarían a gastar ese “dineral” más allá del hecho de que guste o no el tipo de diseño que realizamos: Y las respuestas están más relacionadas con lo sensorial que con lo físico, por cursi que pueda parecer: Nos centramos en la experiencia de un consumidor que llega a nuestro taller. Lo primero que hacemos es, acompañados de un refrigerio, hablar de sus gustos y preferencias y tomar medidas de su pie. A partir de ahí sigue el diseño de bocetos y elección de la horma adecuada… y en su caso modificado de la misma, elección de materiales, elaboración del zapato de prueba, modificaciones pertinentes y calzado definitivo. Todo esto requiere varias visitas al taller… en las cuales ese cliente disfruta de todo el proceso y participa de él. Si nos preguntan por nuestro concepto de “lujo” siempre acudiremos a este tipo de experiencias, ya sea una buena comida, un viaje, o unos zapatos hechos por y para uno mismo.
Aquí, pensamos que un zapato es un objeto fetiche donde los haya …
¡Lo es! Para nosotros y muchas personas más ha sido y es un objeto que desprende un atractivo y magia especiales. No podemos evitar desviar la mirada hacia el suelo para observar los pies de la gente y cómo el calzado en ocasiones transforma el aspecto general de una persona… para bien y para mal
Teníamos entendido que Aldanondo coleccionaba lámparas, no zapatos …
Jaja… de hecho colecciono, o más bien acumulo, todo lo que tiene que ver con el diseño… objetos que muchas veces encuentro fortuitamente y otras que busco a la desesperada. En esto me considero un poco Urraca…almaceno cosas que me deslumbran aunque no tengan una función específica.
Las hormas de Aldanondo y Fernández, ¿cómo son?
Son hormas de madera, en su mayor parte heredadas de nuestros maestros y otras encontradas en anticuarios o a través de internet. Intentamos resistirnos al uso de las de plástico… y todavía encontramos algún lugar donde nos realizan copias en madera, material me consideramos mucho más agradable y acorde con nuestra manera de trabajar. Las hormas actuales, adaptadas al método industrial de producción, han perdido “linea”, nunca tendrán el atractivo que encontramos en una horma antigua. Esto es importante para nosotros, ya que las hormas constituyen el alma del calzado.
Botín Oxford unisex con tacon invertido (Precio: A partir de 850€)
¿Qué tipo de zapatos y qué zapateros son vuestra inspiración?
Todas las épocas y estilos han contado con grandes diseñadores. Seguimos revisando la historia y descubriendo que todo está inventado ya, que ha habido genios del diseño que han sabido adaptarse al paso del tiempo y cuyos zapatos todavía hoy resultan rabiosamente actuales. Destacaríamos a tres por ser tremendamente creativos, eclécticos y originales:
– Steven Arpaz. Por su derroche de creatividad.. Quizás el más “arquitecto” de los diseñadores de calzado, aunque tristemente poco conocido.
– Salvatore Ferragamo. Grande en todas las épocas, por su pureza de líneas y su capacidad de adaptación al paso del tiempo.
– André Perugia, por su exquisitez en los acabados y la importancia de la horma… son los “zapatos de la forma perfecta”.
En la actualidad, y gracias a las redes sociales, hemos conocido y alucinado con el trabajo de Kim Malygin, Fauvel y Muñoz Vrandecic.
Si no nos da para unos a medida, dónde podemos comprar zapatos de calidad que se puedan acercar ….
En España la calidad del calzado siempre ha sido un referente… y, a pesar de la decaída del sector, seguimos encontrando ejemplos de firmas nacionales que apuestan por un producto de calidad a un precio competitivo. Entre otras citaríamos a Lottusse en el ámbito del diseño clásico y Camper el más vanguardista. Además existen tiendas multimarca que huyen de lo convencional apostando por un producto artesanal y “made in Spain “, como son Nu sabates en Barcelona u Ocho y medio en Zaragoza.
PLAYLIST: CANCIONES PARA HACER ZAPATOS
Al igual que con los zapatos, somos bastante eclécticos en cuanto a gustos musicales … De la ópera al country sin solución de continuidad, jajaja. En cuanto a música clásica y ópera, es muy difícil elegir entre tantas opciones maravillosas e inspiradoras para nuestro trabajo, pero nos quedamos con tres: ‘Le marteau sans maître’, de Pierre Boulez, también muy de martillear … sonidos que se funden con los nuestros; ‘Bitten’, de Peter Grimes, una maravillosa ópera del siglo XX, que nos llegó gracias a la insistencia de la madre de Catuxa, una buena opción para aproximarse a la ópera moderna, y ‘Concierto para mandolina’, de Vivaldi, pasión que compartimos con nuestro maestro Carlos Piñol.