En el mundo de la moda se habla de la maldición de los tres años, la razón por la que las casas más importantes están huérfanas de diseñador. Dior sin Raf Simmons, Ermenegildo Zegna sin Stefano Pilati y Balenciaga sin Alexander Wang. A este juego de sillas se suma otra salida anunciada. Hedi Slimane aguantó un poco más, pero este jueves terminaba su contrato con Saint Laurent Paris después de cuatro años.
Dio su último show con la colección masculina en Los Ángeles y se despidió en silencio con el desfile femenino de Alta Costura en una mansión de París. Aunque parece poco tiempo, la casa asegura que Slimane ‘completó su misión’. Devolvió la marca al Olimpo del lujo y el deseo, insistió en poner de moda el rock and roll y batió records de ventas. Todo lo que nos gusta, se lo debemos a Hedi Slimane.
Hedi confecciona iconos. En sólo cuatro años ha batido records de venta y viralidad. Ha modernizado la casa y despertado el deseo por los básicos: la cazadora de cuero, la bomber y la chaqueta tejana. Unos básicos carísimos, por cierto. Los beneficios del año pasado alcanzaron los 1.000 millones de euros.
Es el diseñador más indie. Él decide también el escenario en el que va a presentar sus colección. Escoge a modelos raritos que nada tienen que ver con los cánones de belleza establecidos y si guardan relación con el mundo de la música, mejor. En la pasarela no faltan unos focos potentes y unos buenos andamios y de la banda sonora se encargan grupos que hasta el momento solo parece conocer él. Este fue el reproche de Suzy Menkes, quien escribó que lo suyo con la música empezaba a rozar el freakismo. Esa vez sonaba Pretty Boy de The Felines.
Hedi transformó hasta el nombre. Aunque conservó el logo ‘YSL’ y el nombre con fines institucionales, Hedi Slimane decidió borrar Yves en cuanto pisó la marca. Lo mismo hicieron Chanel con Coco y Dior con Christian, y la cosa no salió mal del todo. El legado está en los archivos.
La silueta slim. A Hedi Slimane le hacían bullying en el cole por gay y raquítico. El chaval lo paso mal y en cierto modo se vengó cuando asumió la dirección creativa de Dior Homme en el año 2000. Redefinió la silueta masculina y es la razón de que tengamos pantalones pitillo en el armario. Se rumorea que Karl Lagarfeld hizo dieta para entrar en unos.
Yves asistió a su debut. El día antes de presentar su primera colección para Dior Homme, recibió una llamada de la maison diciendo que Yves quería estar allí. Fue la única vez que a Hedi le importó lo que alguien pudiese pensar o decir de su trabajo.
Su otra pasión es la fotografía. En 2007 dejó Dior Homme y abandonó el diseño para centrarse en la fotografía. De hecho, a los de Saint Laurent les costó convencerlo para que volviera a diseñar. Disparó también las campañas y en 2014 inauguró ‘Sonic’, una serie de retratos en blanco y negro de leyendas como Lou Reed o Amy Winehouse.
Hedi Slimane es Rock. Pero esto no es nuevo, Yves Saint Laurent lo fue en los setenta, rodeandose de la socialité más transgresora: Betty Catroux, LouLou de Falaise, Mick Jagger, Keith Richards… Slimane continuó la tradición y sus propuestas parecen sacadas del fondo de armario de Kate Moss y Jamie Hince. Tambien llenó de estrellitas su front row y algunos señalan a Courtney Love como su musa.
“Muchos diseñadores querrían probablemente tirar la toalla hoy mismo y retirarse a Ibiza“. Palabrita de Cathy Horyn, la reputada crítica del New York Times que pasó del periodismo de guerra a montarla con los diseñadores de moda. “No es solo el éxito comercial de Saint Laurent lo que les deprime, sino la mezquindad y cinismo que hay detrás. No hay alegría, ni ingenio, ni belleza, ni ironía, ni gusto, ni –me voy a atrever a decirlo– esperanza expresadas en esta colección”. Hedi vetó a la periodista en sus desfiles. El paralelismo con Yves continuaba, sus creaciones levantaban el mismo revuelo que aquella colección maldita de la casa francesa.
Su último concierto fue en el Hollywood Palladium. Frank Sinatra inauguró la sala en 1940 y él la usó como escenario para presentar su colección masculina FW 2016. Un desfile mixto de modelos andróginos a imitación de sus ídolos. Pantalones pitillo, cazadoras de ante y terciopelo, botines metalizados, leopardo y mucha despreocupación. Las señas de Hedi que desconcertaron a la industria hace cuatro años. Joan Jett, Kim Gordon, Pamela Anderson o Justin Bieber estaban allí.
Hola, ¿Vaccarello? En la industria se rumorea que la casa francesa ya tiene sucesor y que posiblemente sea Anthony Vaccarello quien recoja el legado. De momento, lo único que seguro es que lo echaremos de menos. Hasta siempre, Hedi.