¿Se acuerdan de ‘Gremlins 2: La Nueva Generación’? Cualquier persona con dos dedos de frente te dirá que, sin duda, es una de las mejores secuelas de la historia y que, en términos meramente humorísticos (¿Se puede hablar de otros términos?), es bastante superior a la ya descacharrante primera parte.
Al final de ‘Gremlins’, Gizmo volvía con su legítimo dueño, Mr. Wing (Keye Luke), y al comienzo de la secuela la tienda de Mr. Wing es derribada por los trabajadores de Daniel Clamp, hombre de negocios que dirige su holding desde la famosa Torre Clamp que, además, es la sede de muchas de sus empresas como varios canales de TV, un centro de inversión bursátil y, claro está, un laboratorio de investigación genética donde acaba encerrado el pobre Gizmo y donde será rescatado por la pareja protagonista, Bill Peltzer (Zach Galligan) y Kate Beringer (Phoebe Cates).
La gracia de ‘Gremlins 2′ es que era una parodia de la primera entrega pero, también, era una parodia sobre Donald Trump y el modo en el que dirigía sus negocios. Con el tiempo, lo segundo, lo que resultaba inocentemente paródico (si es que la parodia puede ser inocente) se ha convertido en un retrato afilado y sardónico de la figura de Donald Trump. Es más, las actuales primarias del Partido Republicano, le han dado la razón a Joe Dante y los que le criticaron por lo que se consideró como una caricatura maliciosa se ha tornado en suavecita e, incluso, excesivamente amigable.
En lo que si se parecen Daniel Clamp y Donald Trump es en la cantidad, y la calidad, de los negocios que dirigen o pretenden dirigir. La mayor baza de Trump es presentarse como “empresario” (bussinessman) y, sí, tiene una dilatada carrera de hombre de negocios en el campo de la construcción y la especulación inmobiliaria.
En la actualidad la fortuna de Trump está datada, según su oficina de prensa, en unos 9.000 millones de dólares. La Revista Forbes, sin embargo, dice que eso es una exageración y que, en realidad, está en los 4.100 millones. Otras publicaciones creen que, sumando solamente los valores reales de sus bienes raíces y propiedades, esta cifra se queda en algo menos de 3.500 millones de dólares. Cifra que no se correspondería solo con la agudeza empresarial de The Donald (como lo llamaba Ivana, su rubia ex esposa) si no que, en gran parte, sería el patrimonio familiar que ya había heredado de los primeros negocios de su padre.
Así las cosas, analizamos algunos de los más sonoros fracasos empresariales de Donald Trump, no sea que nos lea algún indeciso posible votante norteamericano y le hagamos entrar en razón.
NEW JERSEY GENERALS: Any Given Sunday
Duración: 1983-1985
La historia: A la NFL, la liga de fútbol americano más popular, le salió un competidor llamado USFL, United States Football League. Una competición que, para poder tener contratos publicitarios y televisivos, se jugaría en la época de parón de la NFL. Trump, que siempre había querido adquirir un equipo de la NFL, decidió dar sus primeros pasos comprando esta franquicia de la USFL.
Qué hizo Trump: Trump anunció la compra de los New Jersey Generals en 1983 pero rápidamente se echó para atrás y la revendió para dirigir todo su efectivo en la construcción de la famosa Torre Trump. Un año después se repensó la operación y compró el equipo de nuevo. Su relación con los dueños de la liga nunca fueron buenas. Pocos meses después de la compra del equipo se le acusó de estar detrás de una operación para adquirir toda la liga y, en lo deportivo, la fabulosa inversión que prometió para atraer a verdaderas estrellas a la USFL se quedaron en eso, en promesas.
El final: Los NJ Generals no se reforzaron demasiado en lo deportivo y no alcanzaron buenos resultados. Tras la primera temporada Trump anunció sus intenciones de convertir a los Generals en un equipo de la NFL lo que se entendió como una agresión a la liga. Tampoco funcionaron sus intentos por atraer celebridades a los partidos de la liga así que en 1985 decidió revender los derechos del equipo y salir pitando.
TRUMP: THE GAME. Capitalismo para toda la familia
Duración: 1989-1990. Se reeditó en 2005.
La historia: MB quería Trump: The Game, su propio Monopoly. Trump quería rascar algo de dinerillo.
Qué hizo Trump: poner su cara a un complicadísimo juego de finanzas que mezclaba el Monopoly con un enrevesadísimo juego de cartas y cuyo mayor aliciente era la gran cantidad de elementos a manejar dentro de cada partida (cartas de todo tipo, billetes). El dado sustituía al seis por una “T” gigante que te permitía adquirir una propiedad. En el fondo, muy parecido a los mercados: un absoluto despiporre.
El final: No era un juego muy familiar, ni tampoco demasiado apto para la chavalería así que fracasó en ventas. Cuando MB fue absorbida por la competidora, Parker Brothers, esta tuvo la ocurrencia de relanzar el juego cuando Trump era el presentador de “The Apprentice”. Tampoco tuvo el éxito esperado. Parker Brothers fue absorbida luego por otra competidora: Hasbro.
TOUR DE TRUMP: Sobre ruedas
Duración: 1989-1990
La historia: Trump vio que el Tour de Francia era un buen negocio y quiso fundar una competición igual en los Estados Unidos.
Qué hizo Trump: Pese a que su experiencia dentro del mundo de los deportes profesionales había sido un total fracaso Trump quiso tener su propia competición ciclista a la que bautizó como “Tour de Trump” y que esperaba se hiciera popular por el empuje mediático que, ese mismo año, había conseguido el ciclista norteamericano Greg Lemond al alzarse con el triunfo en el Tour de Francia tras dos años de inactividad debidos a un terrible accidente de caza. La primera edición de la carrera no consiguió el apoyo mediático esperado, casi no tuvo cobertura informativa y los gastos se multiplicaron al no conseguir ni competidores de gran nivel, ni patrocinadores. Cuando se le preguntó a Trump sobre el porqué de dicha inversión y de esa aventura insinuó que en USA las cosas se podían hacer mejor que en ninguna parte del mundo y que solo necesitaban mejorar un poco la idea principal del Tour de Francia. El desastre organizativo fue tan grande en las dos ediciones que, al intentar organizar la tercera, ni siquiera los equipos amateurs se arriesgaron a participar.
El final: Trump traspasó los derechos de la carrera a la Dupont Corporation que se convirtió en la única dueña en 1991.
TRUMP AIRLINES: Viaje con nosotros
Duración: 1989-1992
La historia: La película ‘Wall Street’ resultó profética para la Eastern Air Lines. En 1988 una durísima huelga de mecánicos amenazaba con ahogar definitivamente a la compañía que, en los años anteriores, había tenido que desprenderse o explotar con otras compañías muchas de sus rutas para no desaparecer del todo. Por miedo a caer en una operación especulativa que la hiciera desaparecer sus dueños aceptaron la oferta de Trump que llegó a la compañía con una inyección de 380 millones de dólares avalados por créditos de 22 entidades bancarias. Eastern AirLines se convirtió en Trump Airlines y comenzó vuelos regulares desde NY a Boston, Washington DC y Orlando.
Qué hizo Trump: Hasta junio de 1989 la única experiencia de Trump en el campo de los transportes había sido la de ser el inversor de una pequeña compañía de helicópteros para ricachones con base en el Aeropuerto de La Guardia y que cubría dos únicos destinos: Atlantic City y Los Hamptons. Como primera medida tuvo la ocurrencia de reducir el número de trabajadores en tierra de la compañía poniendo en marcha un sistema de checking parecido al actual que nunca llegó a funcionar del todo bien. Los despidos, además, agravaron el drama de la compañía y la sumieron aún más en el descontrol interno.
La redecoración de los 17 aviones de la compañía a los que se dotó de asientos más lujosos, acabados en maderas nobles y cuartos de baño más amplios y con remates dorados costó un riñón y arrastró gran parte del dinero de la inversión que, acabó de fundirse, cuando en octubre de 1989 se produjo un nuevo crash bursátil que se llevó por delante a la United Airlines y afectó al precio del crudo. Asunto este que se agravaría en los años posteriores con la invasión de Kuwait por parte de Irak y que haría que Trump Airlines no consiguiera ser rentable en ninguno de sus cuatro años de existencia.
El final: Incapaz de afrontar los pagos de los créditos el grupo bancario CitiCorp asumió el control de la Trump Airlines en 1990 que vendió un 40% de la misma a US Airways. En 1992 la compañía Trump Airlines fue definitivamente eliminada y sus aviones pintados con los colores de US Airways que en 1997 compró el 60% restante del accionariado. Eastern Airlines reabrió sus puestas en 2011 como una cuca aerolínea que opera desde Orlando. Trump no ha mostrado interés por recomprarla.
TRUMP ENTERTAINMENT RESORTS INC.: ¡Aposté a negro y salió rojo!
Duración: 1989-2015.
La historia: Donald Trump decidió expandir sus negocios inmobiliarios a los casinos porque las licencias de juego se pueden convertir en dinero fácilmente si el negocio fracasa, sirven como garantía crediticia y, lo mejor, los costes de la construcción de un casino se amortizan con relativa facilidad y, si uno tiene una potente empresa constructora detrás, puede derruirlo y construir otro casino igual la lado para que no se resientan otras empresas de tu holding.
Qué hizo Trump: Las diferentes liberalizaciones que llevó a cabo la administración Reagan convirtieron a la economía especulativa en la joya de la corona de la Economía norteamericana. Lo que hacía unos años estaba considerado como ilegal, desleal o criminal se convirtió en legal cuando a los cerebros económicos republicanos se les ocurrió que cualquier cosa podía convertirse en un “producto financiero”. Trump, especulador nato, fue un gran comprador de los “bonos basura”. Títulos bursátiles de alto riesgo e interés fijo ideales para ser usados como adquisiciones que podían inflar su precio fácilmente gracias a la gran demanda que se produjo de este tipo de inversiones que prometían hacer mucho dinero en muy poco tiempo. El valor de los “bonos basura” aumentó tanto que comenzaron a usarse como garantías de pago y a servir como la base de muchas inversiones de otros campos económicos. Así la construcción del primer casino de Trump, el Taj Mahal, sito en Atlantic City se pagó con “bonos basura”. En 1987 sobrevino el primer crash provocado por estas inversiones de alto riesgo (primos lejanos de las hipotecas “subprime”). La deuda acumulada era tan grande y las concesiones de crédito por parte de los bancos tan enormes que Trump fue obligado a buscar otros inversores y otras formas de pago. El mismo año de la inauguración de dicho casino, el 91, se produjo otro “mini crash” que, definitivamente, obligó al magnate a declarar la bancarrota total.
Pese a todo Trump Entertainment Resort no cerró sus puertas y sobrevivió más de una década acumulando deudas, posponiendo pagos, absorbiendo el 100% de las ganancias de las mesas de juego. En 2004 se declaró otra bancarrota y se reconoció una deuda de 1.800 millones de dólares. Menos de una década después la compañía declaró de nuevo la bancarrota al tener que afrontar un pago de 53 millones de dólares en intereses.
El final: Trump Entertainment Resorts sigue abierta como empresa pese a que, en 2014, volvió a declarar la bancarrota total. Es un misterio por qué Donald Trump no trocea la compañía y la vende pese a haber sido ruinosa desde su nacimiento.
TRUMPED: ¡Buenos días, al habla Donald Trump!
Duración: 2004-2008 (no confirmado)
La historia: Donald Trump necesitaba un lugar en las ondas radiofónicas para hacer llegar sus reflexiones al pueblo americano y lo consiguió.
Qué hizo Trump: Pese a que Donald Trump anunció a bombo y platillo que “Trumped!” iba a ser “el mayor lanzamiento en la historia de la radio” lo cierto es que ni siquiera era un programa. Era más bien un espacio de dos minutos de duración patrocinado por la cadena Office Depot (especializada en la venta de material de oficina). El contenido era ecléctico y no tenía ningún hilo conductor. Básicamente se basaba en una especie de reflexión o idea suelta de Donald Trump. Los espacios de “Trumped!” estuvieron en el aire en más de 400 cadenas locales como cuñas publicitarias y dado su carácter completamente atemporal es posible que hayan estado emitiéndose en algunas cadenas hasta 2008 pero este dato no está confirmado como tampoco el de cuantas cuñas-pensamiento grabó el magnate.
TRUMP ICE: Apaga tu sed de triunfo
Duración: 2004-2010
La historia: Reconozcamos que allá por el comienzo del siglo XXI hubo una especie de chifladura sobre el agua. No había un bar, restaurante o cafetería con un alto porcentaje de snobs e imbéciles entre su clientela que no ofreciera una “Carta de aguas”. Trump vio, claramente, la jugada y lanzó su propia línea de agua mineral.
Qué hizo Trump: Embotellar agua mineral corriente y moliente y ponerle una etiqueta con su cara y un nombre bastante guay: Trump Ice. Ni más, ni menos. Las botellitas estaban disponibles en todos los establecimientos de las cadenas Trump y en su página web. La marca fue fuertemente publicitada en ‘The Apprentice‘, su programa de la NBC, pero su alto precio la convirtió en un fracaso tanto en las grandes superficies como en los establecimientos gourmet.
El final: Trump Ice paró su producción en 2010. Todavía se puede comprar alguna botella en la red como memorabilia si es que te mola tener una botella de pvc transparente rellena de un agua ya imbebible y con una etiqueta con la cara de The Donald. Allá tú.
TRUMP UNIVERSITY: Yo triunfé en los negocios pregúnteme como
Duración: 2005-2011
La historia: Donald Trump lanza su propia “Universidad”. Un centro educacional donde poder transmitir toda su sabiduría financiera a los Lobos de Wall Street del futuro y no puedes imaginar lo que ocurrió a continuación
Qué hizo Trump: La matrícula en la Trump University era de 35.000 dólares y aseguraba la asistencia a una serie de clases donde se impartían asignaturas tan interesantes como “Implementación de tus infocomerciales”, “Cómo vender Bonos Basura” y un largo etcétera de lecciones sobre problemas “reales” a los que se enfrenta cualquier hombre de negocios que presienta que puede acabar en manos del FBI o la Agencia Tributaria estadounidense. Recién abierta la institución el Gobierno Americano la denunció por usar el nombre de “Universidad” y por ofrecer un título que, remotamente, podía evaluarse como oficial o útil. Este duro golpe no arredró a Trump que la reconvirtió en la “Trump Entrepeneur Initiative”.
El final: Tras seis años de litigios y de demandas por parte de algún alumno desencantado por los servicios educativos de la institución el Gobierno estadounidense declaró a la Trump University como una institución educativa ilegal y la catalogó de fraude. Cerró las puertas en 2011.
VODKA TRUMP: ¿Camarada? Capitalista
Duración: 2006-2011
La historia: Trump no es tonto y sabe que las marcas premium de alcohol (Grey Goose y Belvedere, sobre todo) son las preferidas del público más selectos y que se paga una riñonada por un combinado de estas marcas. ¡EUREKA!
Qué hizo Trump: Lanzar al mercado su propia marca de Vodka. Un Vodka destilado en Holanda porque, ey, es posible que el vodka ruso es el mejor del mundo pero no le iba a dar a los comunistas la satisfacción de concederles una sola victoria. ¿Cuál es la diferencia del Vodka Trump y otros vodkas? Dos: Que era el único anunciado como “SUPER PREMIUM” y que, con él, se podía hacer el genuíno “T&T”, es decir, un “TRUMP & TONIC” o, si lo prefieren: Un Vodka Tónica de toda la vida o, si lo prefieren, un VODKATÓN de toda la vida. Las botellas de Vodka Trump apenas se vendieron en tiendas y circunscribieron su consumo a los establecimientos del propio Trump donde no tuvo mucho éxito.
El final: Aunque todavía pueden encontrarse botellas (También pueden encontrarse del muy español Arpón Gin, si están interesados) su producción se suspendió en 2011. Los pocos que lo han probado dicen que el Vodka Trump no es una explosión de lujo en tu boca.
GOTRUMP.COM: La web de viajes que Trump recomienda
Duración: 2006
La historia: The Donald, que siempre se ha movido en aviones privados que lo han llevado de una propiedad suya a otra propiedad también suya, que había tenido su propio servicio de helicópteros para los inmensamente ricos y que había dilapidado una compañía aérea creyó que era el momento de tener una web de viajes.
Qué hizo Trump: Una web que te ofrecía organizarte los mejores viajes posibles garantizada por la imagen del propio Donald Trump. Desgraciadamente si el éxito de las webs de viajes consiste en ofrecer los mejores precios a sus clientes Gotrump.com quería ofrecer ese servicio para clientes ricos sin pensar mucho en que los que tienen tanto dinero como él no necesitan el asesoramiento de ninguna página web pues tienen sus propios medios de transporte transoceánico y se conocen la dedillo los hoteles y resorts donde alojarse.
El final: las desastrosas cifras de ventas de Gotrump.com en su primer año de vida obligaron al cierre de la compañía cuando solo tenía un año de vida más que nada porque los potenciales clientes de la página de viajes de Trump vieron como gran parte de su patrimonio con el crack económico de 2007 y, por tanto, iban a comenzar a apretarse el cinturón.
TRUMP MORTGAGE: ¡Hipotecas para todos!
Duración: 2006-2007
La historia: Con el mercado echando humo por las hipotecas subprimes y su necesidad de adquirir paquetes de estas a precios más bajos de los que estaba ofertando el mercado Trump decidió abrir su propia empresa de créditos hipotecarios.
Qué hizo Trump: Trump Mortgage se presentó ante los medios con una frase de Trump que quedará para la historia: “Es un buen momento para abrir una agencia hipotecaria. Llevo años escuchando hablar de la burbuja (inmobiliaria) pero te diré que no la he visto. Cuando la vea te diré que opino sobre ella”. ¿Podía un tipo que se había visto al borde de la ruina por su irresponsable adquisición de “bonos basura” en los 80 caer en la estafa de las hipotecas “subprimes”? Donald Trump es la respuesta de que sí, de que es un verdadero creyente en el capitalismo y de que, pese a que en 2006, el mercado había comenzado a notar cierta deflación, él confiaba en que el mercado no bajaría nunca.
El final: bastante conocido. En 2007 llegó el derrumbe total del mercado bursátil por culpa de las dichosas hipotecas. Trump había seguido el manual adquiriendo créditos hipotecarios cuando estos comenzaron a bajar levemente pero todavía los adquirió inflados. Pese a que dio la orden de deshacerse de los activos lo cierto es que, año y medio después, Trump Mortgage desaparecía en un tifón de deudas y con una cartera que no valía ni el papel en el que estaban impresas. Actualmente Trump es el dueño de un buen puñado de propiedades devaluadas en todo Estados Unidos que, paradójicamente, algún día pertenecieron a algunos de sus posibles votantes.
TRUMP STEAKS: ¡Ñam, ñam!
Duración: 2007
La historia: En 1977 Sharper Image fue fundada como una empresa de venta por catálogo de relojes para hacer footing. Con los años los productos ofrecidos por Sharper Image fueron creciendo en número y, a mediados de la década de 2000, la compañía quiso centrarse en ampliar clientes en el mercado del lujo. Y qué mejor lujo que comerte un filete cuyo sabor viene garantizado por Donald Trump.
Qué hizo Trump: Su experiencia como hostelero (en definitiva tiene hoteles y casinos que ofrecen toneladas de comida al año) era el aval con el que Trump presentó al mundo Trump Steaks, una línea de productos cárnicos que, aseguraba, tenía la misma calidad que la de sus establecimientos pero que, ahora, podía disfrutarse en casa pero que solo podía adquirirse a través de la web de Sharper Image, que tenía la exclusiva del producto. El acuerdo entre ambas compañías establecía que Sharper Image pagaría por cada filete vendido siempre y cuando se alcanzara un mínimo de ventas no revelado. ¿El precio? Rondaba entre un mínimo de 199 dólares por un pack de una docena de hamburguesas y cuatro filetes y 999 dólares por dos docenas de burguers y dieciséis filetes. El desmedido precio de las piezas de carne convirtió a los filetes de Trump en uno de los productos menos solicitados del catálogo.
El final: La relación entre Sharper Image y Trump terminó abruptamente cuando la primera compañía entró en bancarrota en 2008. Los filetes de Trump no hallaron otro lugar donde venderse y desaparecieron del mercado. Los pocos clientes que los probaron dijeron que eran grasientos y de una calidad que distaba del precio que habían pagado por ellos. Más de uno de aquellos clientes se daría de cabezazos cuando en 2012 el restaurante especializado en carnes de Trump (El Trump Streakhouse) en Las Vegas fue cerrado por las autoridades por cometer 51 violaciones de las leyes de Sanidad Pública como ofrecer productos caducados, carne en mal estado de conservación o no congelar las piezas de pescado para evitar la intoxicación por anisakis.
TRUMP MAGAZINE: Leed sobre la grandeza
Duración: 2007-2009
La historia: Si John John Kennedy tuvo su propia revista, ‘George’, en la que volcó todas sus obsesiones políticas, ¿Por qué Donald Trump no iba a tener una revista propia, con su nombre y que respondiera a sus obsesiones por el lujo?
Qué hizo Trump: En 2007 salía a la venta el primer número de Trump Magazine, una revista que quería ser la referencia de los lectores de clase alta necesitados de información sobre yates, resorts de lujo, información económica un poco chusca y, sobre todo, seguirle los pasos a Donald Trump y a sus familiares. La revista, en general, era un desaguisado flojo y algo cutre sin una línea editorial precisa y con unos contenidos que no interesarían ni al más tarugo de los tarugos entre todos los “onepercenters”.
El final: No calculó el magnate que su aventura editorial llegaba unos años tarde porque el mercado de venta de publicidad comenzaba a enfriarse por los primeros temblores de la crisis económica que se avecinaba y que Internet ya le estaba restando lectores a las publicaciones en papel. La revista, que nunca arrojó beneficio alguno (ni personal, ni económico), cerró sus puertas en 2009.
THE TRUMP NETWORK : Vitaminas y una pirámide de Ponzi
Duración: 2009-2011
La historia: Tras comprobar, con varios negocios ruinosos, que los americanos no tenían dinero para gastar Trump decide ofrecerles la oportunidad de hacerse ricos.
Qué hizo Trump: asociarse con la empresa Ideal Health Inc. Una empresa especializada en la venta de suplementos vitamínicos. En la propia web de Trump se ofrecía un test que, mensualmente y a cambio de 100 dólares, te permitía saber qué productos de la línea de Ideal Health necesitabas para estar fuerte y sano. El test no tenía base científica alguna y, claro está, pronto fue denunciado por estafa y delito contra la sanidad pública. Es más, dicha empresa estaba siendo investigada por las sospechas de que funcionaba por medio de una pirámide de Ponzi en la que los vendedores de la marca pagaban 5.412 dólares por cada paquete de productos, cursos de márketing etc. que debían de vender entre sus familiares y amigos y, a la vez, captar a otros potenciales vendedores a los que venderían otros paquetes de vitaminas y compuestos.
El final: Tras un solo año de colaboración Trump decidió romper su relación comercial con Ideal Health Inc. por miedo a verse envuelto en un juicio por estafa a nivel global. Sí, Ideal Health ya había desembarcado en otros países del mundo y llegó a nuestro país en 2009 usando agresivas técnicas de venta y, lo que es peor, estafando a sus vendedores con timos que incluían reuniones en chalets de urbanizaciones de Madrid alquiladas para la ocasión y la contratación de actores que eran usados como ganchos y que aseguraban que el método de ventas y sus productos los habían hecho tan ricos como para adquirir dicho chalet. En España las personas captadas por dicha pirámide pagaban cantidades que oscilaban entre los 3000 (como inversión míunima) y los 9000-12000 euros.
TRUMP ON THE OCEAN: Un huracán de sabor
Duración: 2012
La historia: A todo el mundo le gusta comer. Trump lo sabe. A todo el mundo le gusta comer lo que parece convenientemente masticado con anterioridad por el propio Donald Trump. Trump lo intuye.
Qué hizo Trump: Un restaurante y cátering de 7.400 metros cuadrados por planta y un sótano de 1300 metros cuadrados enclavado en la Jones Beach, Long Island. El proyecto se terminó en 2012 pero estaba proyectado desde 2006. La oposición de los vecinos de la zona a que se construyera semejante mamotreto aduciendo que provocaría problemas de tráfico y que se iba a construir en una zona que impediría las vistas fueron la base para un litigio local de seis años. Trump adujo que aquello no tenía que ver con construir en una zona verde y que el lugar era un nido de ratas. Finalmente consiguió todos los permisos y lo inauguró con toda pompa y boato, pero poco público, en 2012.
El final: Las peores previsiones de los vecinos se hicieron realidad cuando tres meses después de su apertura la zona fue arrasada por el huracán Sandy. Como auguraban los detractores de Trump On the Ocean resultó que sí, que el local estaba construido demasiado cerca de la costa y que fue tragado a las primeras de cambio por el empuje del océano y la acción de los vientos huracanados. The Donald entendió esto como una señal divina y, definitivamente, abandonó el proyecto que, efectivamente, se ha ha convertido en un nido de ratas y ha enzarzado al magnate con la comunidad de Jones Beach que le exigen que desescombre la zona.