Triángulo de Amor Bizarro han estrenado cuarto disco, ‘Salve Discordia‘ (Mushroom Pillow). Canciones como ‘Baila Sumeria‘, ‘Nuestro Siglo Fnord‘ y especialmente ‘Barca Quemada‘ para una servidora (cuyo estribillo da título a esta entrevista), son unos temazos tan claros que nos hacen pensar que enero ya nos ha traído lo mejor del año.
Hablamos con Rodrigo (guitarra y voz) y Rafa (batería) justo antes de su última actuación en Madrid, previa a la salida del disco, donde presentaron en directo algunas de las nuevas canciones y aprovecharon “para tocar algunos temas por última vez hasta… ¿la gira de reunión?”, bromean, “como vuelva a tener que tocar ‘El Himno de la Bala‘ una vez más me pego un tiro…”.
Hace poco hablaba con otro grupo sobre lo extraño que resulta tener que grabar primero el disco y luego salir de gira.
Rodrigo: Sí, tendría que ser al revés. Grabar ahora ‘Victoria Mística‘ sería algo completamente diferente. Hace poco hicimos una sesión para TVG y grabamos ‘Estrellas Místicas‘ en el local a todo correr. Luego lo escuchamos y pensamos “joder, es que está mejor que en el del disco”. Pero tampoco es cuestión de regrabar discos antiguos.
El proceso de grabación de Salve Discordia ha sido diferente de los anteriores, habéis contado con más medios.
Rodrigo: Sí, tuvimos más tiempo. El último lo grabamos en casa por pura elección, nos apetecía así, pero al final se convirtió en…
Rafa: En una agonía.
Rodrigo: Es que terminas pasando más tiempo poniendo cables y micros y pierdes el ritmo de lo que realmente tienes que hacer, que es componer y tocar bien las canciones. En este último disco Carlos Hernández volvió a trabajar con nosotros en directo. Pudimos dedicar mucho tiempo a tocar, componer y pensar creativamente.
¿Sentís más presión por el resultado ahora que habéis tenido más medios?
Rodrigo: ¡No, qué va! Presión es grabar un disco en 5 días. Ahí tienes que estar escogiendo continuamente, es tirar una moneda al aire y que sea lo que dios quiera. Dos veces nos salió bien, la tercera también fue un poco malabarismo y esta vez quisimos hacerlo con calma. Aunque queremos conservar nuestro sonido nunca volvemos a grabar de la misma forma porque se entra en automatismos y fórmulas, y parece que estás haciendo una versión diferente del anterior discos. Con cada disco empezamos de cero: olvidamos cómo sonaba la caja, cómo tratamos las guitarras,… lo hacemos como nos gusta en cada época.
En ‘Salve Discordia’ os estáis lanzando a estilos nuevos como el dub de ‘Desmadre Estigio’ (primer single del disco).
Rodrigo: Siempre lo hemos hecho, pero o bien los temas quedaban como descartes porque no teníamos tiempo suficiente para desarrollarlos o bien quedaban algo empequeñecidas al lado del single más pop. En este disco sí que buscamos conscientemente desarrollar toda esa faceta que realmente ha estado desde el principio.
¿Sentís entonces que este disco se desmarca de los anteriores?
Rodrigo: En realidad no es tan diferente. Ahora que lo estamos tocando en directo y los nuevos temas entran bien con los anteriores. Hay algunas canciones de Año Santo que ya tocábamos mucho más rápidas y sin embargo al compararlas con las nuevas parecen canciones pop mucho más blandas.
Rafa: Sí, eso es bastante impresionante. Cuando uno piensa que ya no da más de sí de repente toca dos veces más rápido.
Habéis estado casi un año componiendo. Siempre decís que vuestro proceso de composición es bastante caótico.
Rafa: Nuestra forma de trabajar es un poco caótica, sí, ¿hay otra manera de hacerlo? Para nosotros probablemente no.
Rodrigo: También a este respecto hemos funcionado de una forma diferente con este disco: normalmente grabamos el nuevo mientras seguimos de gira con el anterior. Sin embargo, con éste paramos antes de agotarnos en la gira. Aunque también es cierto que al tocar desfogas y lo necesitas porque componer es un proceso muy lento, se ven resultados muy poco a poco. Tenemos horas y horas de material grabado en el estudio. Desde la idea con la que partimos hasta el resultado, la canción da cien millones de vueltas, es todo un puzzle y de ahí el caos.
Rafa: Cada canción ha tenido unas 15 aproximaciones diferentes.
¿Qué situaciones o estados de ánimo os han influido para este disco? ¿Cuál es el concepto alrededor del disco?
Rodrigo: Queríamos hacer un disco basado en la idea del error, del fallo, del glitch, de todo a lo que la ciencia no puede llegar. En todos los modelos matemáticos o físicos siempre hay algo que se deja fuera porque no se puede llegar a ello. Y ahí es donde está toda la parte creativa, lo artístico, que es lo que no se puede meter en una botella. A partir de esto añadimos otros conceptos: nosotros vivimos en una zona rodeada de mar y un día decidimos que, en lugar de mirar a tierra, vamos a hablar de la inmensidad del océano, de que todos nuestros abuelos estuvieron navegando y pasaron años en alta mar. Y así, al final volvimos a la idea de lo no cuantificable. Usas conceptos para apoyar la idea inicial pero, en realidad, para lo que te sirve es para hablar de temas muy personales en las letras.
No sois muy dados a explicar las letras.
Rodrigo: La verdad es que no tenemos la noción de que nuestras letras sean poco claras. No pretendo seguir este rollo de hacer letras inconexas, sé muy claramente por qué las hago y lo que significan. La de ‘Desmadre Estigio’ me parece que es la letra más clara que he hecho nunca y aún así leo crónicas que dicen que son incomprensibles. Yo ya no entiendo nada. Tampoco creo que haya que explicarlo todo, es como si en una película tuvieras un narrador de fondo.
Rafa: No hay que darle a la gente todo deglutido.
El arte del disco refleja muy bien esta amalgama de conceptos de la que hablábais antes, ¿cómo encontrasteis al artista?
Rafa: Mert Keskin, es decir Haydiroket, es un artista muy reconocido que tiene un montón de trabajos en Tumblr. Cuando lo encontramos pensamos “este tío nos va a pillar”. Tiene un estilo muy raro, que no te queda claro si te gusta o no, pero que está en el límite y eso es lo queríamos, arriesgar. Le dimos únicamente unas pautas: temas marítimos, muerte… y le dijimos “todo esto está en el disco, usa lo que quieras”.
TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO PARA PRINCIPIANTES
Etiquetaos como grupo …
Rodrigo: Rock and roll.
Rafa: Rock preciosista.
Tres canciones que os definan …
(Empiezan las dudas, no se saben los nombre de las canciones).
Rafa: Desmadre Estigio, Delirio Místico y Gallo negro se levanta. Y la última del nuevo disco, que es una de las que más me molan.
Canción preferida para tocar
Rodrigo: ‘La Navaja’ es la más fácil de tocar. Tenemos algunas canciones que son las que están más atadas, más pop, en las que no puedes irte mucho, y después hay otras que son más desparrame, en las que improvisamos mucho y que nos gustan más a nosotros que al que las escucha.
Rafa: Yo me quedo con otra, pero no me acuerdo del nombre.
Rodrigo: ¿Cuál?
Rafa: Follar.
Rodrigo: Ostia…la de… ¿cómo se llama? Ellas se burlaron de mi magia. Buff, ésa a mí me cuesta.
Rafa: ¡Ésa es la fiesta tocarla! ¿Y la de la navaja cómo se llama?
Rodrigo: El crimen: cómo ocurre y cómo remediarlo.
Rafa: Ah, OK.
El mejor concierto que habéis dado.
Rafa: El que dimos en el Círculo de Bellas Artes porque fue el primero en el que la gente se empezó a mover en nuestros conciertos.
Rodrigo: Yo creo que fue porque volvió el pogo simplemente (risas). También el del Viva Pomona!, un festival en Estados Unidos. Llegas allí y te encuentras a treinta grupos de chavales haciendo de 18 años haciendo unas movidas rollo garage… grupos locales de Los Ángeles que en cinco años están tocando por todo el mundo. Ahí te mides, y dices pues mira aunque sea por llevar años, cumplimos. Fue un concierto de puta madre, media hora, punky a muerte, sin monitores ni nada.
¿Qué canción os gustaría haber compuesto?
Rodrigo: Un single ochentero con el que después poder estar 10 años arruinando nuestra propia carrera con ladrillazos experimentales, pero con la cuenta del banco llena.
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